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El Yayagram: este burgalés ha creado el invento definitivo para hablar con tu abuela
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Y no le ha costado más de 120 euros

El Yayagram: este burgalés ha creado el invento definitivo para hablar con tu abuela

Manuel Lucio es un ingeniero informático de Burgos que, viendo que su abuela no podía comunicarse con sus nietos con 'smartphones' o 'tablets', le ha fabricado un dispositivo especial

Foto: El Yayagram terminado. (Manuel Lucio)
El Yayagram terminado. (Manuel Lucio)

Manuel Lucio veía con tristeza los problemas para hablar con su abuela a distancia. Apenas veía bien la pantalla de los móviles, las 'tablets', más grandes, se le cruzaban por los teclados táctiles, y solo quedaba llamarse a grito pelado. Pero este burgalés no quería darse por vencido y que su "yaya", de 96 años, perdiese el contacto con sus nietos por un problema tecnológico, así que decidió darle una vuelta a la situación y, por qué no, inventar algo especialmente para su abuela. Tiró de conocimientos técnicos y experiencia profesional y de ahí nació, en apenas dos semanas, el 'Yayagram'. Un nuevo artilugio que mezcla tecnología actual con métodos analógicos para que aquí nadie se quede sin comunicarse.

En ese tiempo, y según ha contado el propio Lucio en un hilo de Twitter que se ha hecho viral en las últimas horas, él mismo diseñó, construyó y configuró un dispositivo que intenta reducir al máximo los posibles problemas que la tecnología puede poner a una persona de avanzada edad. Ahora, si su abuela quiere hablar con alguno de sus nietos, solo tiene que colocar un cable en el agujero del nieto al que quiere contactar, al estilo de 'Las chicas del cable', pulsar un botón y grabar el mensaje que quiere mandar.

Foto: Nodo bitcoin preconfigurado en una Raspberry. (Tiendafotovoltaica)

Ese mensaje le llega a su nieto a través de Telegram y este le puede contestar con algo de texto. Para evitar pantallas o problemas con el audio, el sistema lo que hace es imprimir la respuesta, aprovechando una pequeña impresora de papel térmico añadida al dispositivo, como las de los 'tickets' de restaurantes y supermercados. Y eso es el Yayagram, aunque hay todo un desarrollo detrás.

"La verdad es que no me esperaba esta acogida, si te soy sincero, me ha sobrepasado un poco, pero estoy muy contento", comenta un sorprendido Lucio en conversación con Teknautas. Él, como ingeniero informático que ahora trabaja desde Valladolid para Codice SW, una compañía de control de versiones española conocida por su sistema Plastic SCM y que fue comprada por la multinacional de los videojuegos Unity en 2020, ha decidido compartir su proyecto en las redes sociales con la idea de que todo el que quiera construir algo similar pueda hacerlo desde cero, aunque, asegura, si tienes unos mínimos conocimientos no es algo demasiado difícil. "Tienes que conocer algo de informática, programación, y, bueno, haber trasteado algo con Arduino, Raspberry o similar, pero el mecanismo final es algo muy sencillo, o ese era el objetivo que yo perseguía, que fuese lo más sencillo posible".

Su aparato se basa en una Raspberry, un pequeño y barato ordenador (lo puedes encontrar por unos 40 euros) creado sobre una placa reducida y que es conocido, entre otras cosas, por permitir diversas virguerías como la que ha hecho Lucio. Con uno de estos ordenadores puedes desde construir tu nodo bitcoin hasta montar un dispositivo para ayudar a tu abuela.

Sobre ello, y programando todo con Python, Lucio fue uniendo las piezas. Un pequeño micro que va por USB y se enciende con un pequeño botón, un cable Jack que sirve para marcar a quién quieres mandar tu mensaje y la citada impresora. Además, para dejar todo lo más perfecto posible montó una caja y la pintó. Eso sí, aunque solo tardó unas dos semanas en hacer todo, admite que ha tenido, y tiene, distintos fallos.

Telegram mejor WhatsApp

"El 'software' fue de lo más costoso, porque no había proyectos similares. Primero me puse a pelearme con WhatsApp, pero su código es mucho más cerrado y permite menos opciones que Telegram, por eso me acabé decantando por esta opción. Además, di con una librería que tenía todo lo que necesitaba para el Yayagram y me vino genial. Ya tenía localizada la librería para la impresión, así que esa parte fue más fácil", añade el inventor, de 35 años. Otro punto importante es que Telegram te permite usar su servicio sin un número de teléfono asociado, pudiendo usar la 'app' sin necesidad de tarjeta ni paquete de datos, mientras que WhatsApp solo te da esa opción si pagas la versión Business, así que el camino a seguir estaba claro.

Entre los fallos, o las mejoras que observa Lucio, hay varios puntos clave, aunque, claro, es que el invento, salido de la nada, lo acaban de poner en marcha. "El problema más grave lo tuve al intentar montar la primera Raspberry, pues soldando me cargué la placa y tuve que comprar otra, por eso se retrasó un pelín la entrega. Pero bueno, ahora viéndolo quizá tenía que haber quitado el botón de grabación para que fuera aún más sencillo, sustituyéndolo por algo que se pareciese más a la forma de descolgar un teléfono. Aparte, estoy teniendo algún problema con la impresora, porque los saltos de página los hace un poco raros... Pero bueno, todo es ir probando y mejorando".

En cuanto al precio, aunque su objetivo no es comercializarlo, asegura que no es algo muy caro. Echando cuentas sobre la marcha, calcula que todo le ha podido salir por unos 100 o 120 euros, a los que hay que añadir, claro, la Raspberry quemada, pero bueno, eso es lo de menos si el invento funciona. "Se lo acabamos de instalar a mi abuela, justo este domingo, por eso hice el hilo, y habrá que ir viendo cómo lo utiliza. Yo por fin he podido escribir a mi abuela lo que he comido y he cenado sabiendo que lo iba a poder leer y ver sin problema y contestarme. Con eso ya ha merecido la pena".

Manuel Lucio veía con tristeza los problemas para hablar con su abuela a distancia. Apenas veía bien la pantalla de los móviles, las 'tablets', más grandes, se le cruzaban por los teclados táctiles, y solo quedaba llamarse a grito pelado. Pero este burgalés no quería darse por vencido y que su "yaya", de 96 años, perdiese el contacto con sus nietos por un problema tecnológico, así que decidió darle una vuelta a la situación y, por qué no, inventar algo especialmente para su abuela. Tiró de conocimientos técnicos y experiencia profesional y de ahí nació, en apenas dos semanas, el 'Yayagram'. Un nuevo artilugio que mezcla tecnología actual con métodos analógicos para que aquí nadie se quede sin comunicarse.

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