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El lío de Elena Cañizares, el covid y el piso compartido: ¿es legal publicar wasaps?
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Cuidado con la identificación y el acoso

El lío de Elena Cañizares, el covid y el piso compartido: ¿es legal publicar wasaps?

Una discusión entre tres compañeras de piso se ha convertido en el fenómeno viral del momento, pero tras todo el ruido se levantan las dudas sobre la legalidad de publicar wasaps ajenos

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Lo que empezó como una simple protesta se ha convertido en el viral del momento. Una joven llamada Elena Cañizares compartía este domingo en su cuenta de Twitter su experiencia personal en la que, tras dar positivo por coronavirus y comentárselo a sus compañeras de piso, estas le pedían y le reclamaban que dejase este lugar común hasta pasar la enfermedad. La joven fue añadiendo mensajes en los que compartía las conversaciones que tenía con sus compañeras a través de un grupo de WhatsApp y pronto se fue corriendo la voz hasta que acabó siendo 'trending topic' y generando miles de reacciones. Pero tras esta historia queda una duda: ¿hasta qué punto es legal compartir algo así en internet?

Esta pregunta no es baladí, la joven acaba de borrar el 'hilo' con la conversación e incluso una de sus compañeras lo comentaba en uno de los contenidos compartidos, amenazando a la chica con una posterior denuncia por lo que estaba haciendo. ¿Y cuál es la respuesta de los expertos? Pues Sergio Carrasco, jurista experto en derecho y tecnología, ve difícil que este caso pueda llegar al ámbito penal, pero otra cosa es una demanda civil. Para ello destaca tres puntos esenciales: en el caso no se comparte información íntima o delicada y no se puede considerar revelación de secretos, pero sí hay varios riesgos como la identificación final de las personas ahí citadas que posteriormente acabaría en un acoso selectivo, multiplicado por la viralidad de la protesta.

Foto: (Fotos: @Pombeitor/Twitter)

Para este experto, la joven hace una denuncia pública de una experiencia personal sin compartir datos personales completos ni contenido íntimo, pero comete errores al dejar a la vista demasiada información que podría llevar a, utilizando otras redes sociales, por ejemplo, la identificación del resto de personas implicadas y un posterior acoso. "Ella comparte una conversación de la que forma parte por lo que no hay revelación de secretos y no creo que tampoco se pueda considerar que haya información de salud comprometida, pues no se sabe si las compañeras tienen coronavirus o no, pero deja al descubierto nombres propios, avatares e incluso voz. Con investigar un poco no sería difícil identificar a las jóvenes", comenta Carrasco.

Según este jurista, llevar este caso por lo penal, que podría incluir (según el artículo 197 del Código Penal) penas de entre 1 y 3 años de cárcel, sería claramente desproporcionado por el contenido compartido, pero sí podría prosperar por lo civil una demanda relacionada con el derecho al honor o el mencionado acoso y, asegura, lo primero que podría hacer el representante legal de las afectadas es pedir la retirada del contenido de Twitter, algo que, para Carrasco, la red social aceptaría fácilmente (aunque la autora ya hecho lo propio esta misma mañana). "No es algo nuevo, ya hemos visto casos anteriores y llevándolo un poco al límite solo hay que recordar lo ocurrido con la joven del caso de La Manada y cómo la identificaron en Forocoches".

Además, para el jurista aquí volvemos a un debate clásico y es el de hasta dónde llega el terreno público y hasta dónde el privado. Las jóvenes hacen comentarios tanto en texto como en audio para un entorno claro y sin pensar que esto puede llegar a millones de personas. El resultado, por ahora, es que Elena, hasta el borrado del contenido, había generado más de 50.000 retuits y un impacto difícil de calcular con todo tipo de personalidades comentando lo sucedido, memes e incluso varios medios haciéndose eco de la historia.

Lo que empezó como una simple protesta se ha convertido en el viral del momento. Una joven llamada Elena Cañizares compartía este domingo en su cuenta de Twitter su experiencia personal en la que, tras dar positivo por coronavirus y comentárselo a sus compañeras de piso, estas le pedían y le reclamaban que dejase este lugar común hasta pasar la enfermedad. La joven fue añadiendo mensajes en los que compartía las conversaciones que tenía con sus compañeras a través de un grupo de WhatsApp y pronto se fue corriendo la voz hasta que acabó siendo 'trending topic' y generando miles de reacciones. Pero tras esta historia queda una duda: ¿hasta qué punto es legal compartir algo así en internet?

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