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Probamos los nuevos auriculares Bose 700 con cancelación de ruido
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SON 400 EURAZOS

Probamos los nuevos auriculares Bose 700 con cancelación de ruido

Los ANC 700 toman el testigo de los Q35ii con un diseño renovado y una tecnología de cancelación de ruido mejorada. La elección frente a los WH-1000XM3 de Sony está más difícil que nunca

Foto: Foto: Carmen Castellón.
Foto: Carmen Castellón.

Es algo que nació a mediados de los 90. Sin embargo, no ha sido hasta veintipico años después cuando se han empezado a convertir en una de las funcionalidades que más efecto 'wow' generan entre aquellos que lo prueban. Hablamos del 'noise cancelling' o cancelación de ruido. Una tecnología capaz de desconectarte del mundo que te rodea, anulando desde el pitido de la puerta del metro al cerrarse hasta las voces de los compañeros que se cuelan en esa lista de canciones que escoges cuando quieres concentrarte en el trabajo. Hay dos tipos. La que se logra con el diseño de los auriculares, cubriendo y aislando la oreja y punto. Y la que se logra activamente. Esa que gracias a un micrófono (o varios) que detectan la dirección de las ondas que vienen del exterior para generar otras exactamente igual en dirección contraria para anularlas. Esa es la que tiene pedigrí. La que sorprende.

Foto: Los Sony WF-1000XM3. (M.Mcloughlin)

Apple pretende crear unos Airpods con esta funcionalidad en los próximos meses. Google los metió en sus nuevos Pixel Buds, lo mismo que Samsung, Sony, Sennheiser y otros tantos fabricantes con mayor o menor tino. Pero no son estos modelos compactos donde más se dejan notar los efectos del 'noise cancelling'. Son en los de mayor tamaño, en los de diadema. Ahí encuentras un puñado de marcas. En lo más alto del ránking están Sony y Bose. Tradicionalmente esta última era la que era la referencia de este tipo de productos, pero en los últimos años, los nipones se han puesto las pilas hasta llegar a los WH-1000XM3, con los que han rozado la excelencia. Eso hacía que los QuietConfort 35 II de Bose, a pesar de ser un equipo de primera línea, se quedasen algo rezagados. Para rearmarse y reasaltar el trono han puesto ahora sobre la mesa los ANC 700, uno de los mejores auriculares que el que firma estos párrafos ha probado.

placeholder Foto: Carmen Castellón.
Foto: Carmen Castellón.

He pasado diez días con ellos y la conclusión es que el salto es bastante grande. Vaya por delante que este es un capricho -obviamente todo el mundo puede vivir sin un aparato de este tipo o con unos más asequible- de 399 eurazos. Muchos pondrán el grito en el cielo de la misma manera que lo ponen cuando un móvil pasa de 200 euros. Pero es lo que tiene el mercado del audio.

El primer cambio es el del diseño. Y es un gran cambio. Probablemente la razón para cambiar el nombre es dar la idea que lo que se va a encontrar el usuario no es una simple evolución, sino un cambio radical de producto. Ha cambiado su aspecto de líneas industriales por uno más minimalista, más moderno. Es decir, más de este año. Lo cierto es que el de los Quietconfort35 II se había quedado ligeramente desfasado.

Sin bisagras a la vista

Ahora nos encontramos con una diadema de acero inoxidable cuyos extremos se integran en la superficie de cada auricular. Si necesitas ajustarlos a la cabeza, basta con que deslices esta pieza, lo que hace que sea mucho más suave que esos en los que la banda se introduce en el interior o aquellos que tienen partes retráctiles en el arco. La parte de arriba está recubierta por una especie de bolsa de plástico relleno de espuma. Tanto el plástico como las partes metálicas tienen un acabado pulido muy agradable al tacto. El nuevo mecanismo de ajuste no permite plegarlos pero si se pueden cambiar la orientación para almacenarlos en el estuche.

placeholder Foto: C. Castellón
Foto: C. Castellón

Cabe decir que son más pesados que los anteriores. Han pasado de 235 gramos a 255. Aun así mantienen la línea y se mantienen lejos del modelo de referencia de Sony, que pesan prácticamente 295 gramos. Lo cierto es que habiendo probado los tres modelos puedo decir que este baile de cifras es bastante simbólico. Si no andas comparándolos in situ, cogiendo uno con una mano y otro con la otra los otros.

¿Son cómodos? Sin duda. No se notan pesados. Las orejas quedan cubiertos completamente por la espuma recubierta de cuero sintético. No he tenido la oportunidad de probarlos en verano pero puedo deciros que con la bajada de temperatura de los últimos días se ha agradecido y mucho. No sé cómo será de cara a los casi 40 grados de Madrid. Donde tengo claro que no me ha convencido el formato es haciendo deporte en el gimnasio. El sudor empapa estas fundas y con el tiempo tiene pinta de que pueden coger algo de olor si no los limpias bien. También os digo que, personalmente, los auriculares de diadema no me parecen lo más agradable para subirse a la cinta de correr o la bici estática. Pero oye, hay gente y gustos para todo.

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Foto: Carmen Castellon.

El manejo de estos auriculares es francamente sencillo. Hay algunos fabricantes que en los últimos meses se han complicado la vida intentando añadir un sinfín de toques. presiones y deslizamientos para controlar todo sin ni un solo botón. Aquí no se han renunciado a los controles físicos pero han introducido una serie de gestos muy fáciles de manejar. Y cuando digo fáciles es que son naturales.

Soy de esos que acaban huyendo tarde o temprano de estas cosas y acabo controlando todo desde el móvil cuando es posible. Pero aquí no me ha resultado un suplicio. Mover el dedito de arriba para abajo sirve para bajar el volumen, dos toques inicias o paras la música y deslizar de izquierda a derecha sobre la superficie de los auriculares sirve para pasar las canciones. Si mantienes presionada la zona táctil, te dirá la autonomía restante que calcula te queda. Te lo dirá en horas, de la misma manera que cuando se conecta. Alguna vez sobre todo cuando llevo el 'smartphone' en la mano se me olvida hacer uso de ello, pero me he acostumbrado bastante rápido.

Sonido neutro, claro y fiel

Vayamos al sonido. Bose siempre ha sido bastante neutro y aquí repite básicamente lo que vimos en los Quietconfort II en lo que a rendimiento acústico se refiere. Quizás algunos prefieran los maticesTodo se escucha muy claramente, tanto los cantantes como los instrumentos. Rinde bien en los bajos, con una reproducción potente sin distorsiones que comprometan una parte tan importante. En los tonos medios no hay pega ninguna y quizás los agudos sean algo exagerados, pero esto dependerá de cada uno.

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Foto: C. Castellón.

Sobre la cancelación de ruido comentar que tiene un total de seis micrófonos repartidos en ambas 'orejas'. Cuatro de ellos están dedicados en exclusiva al rudio ambiente y los otros dos son para la voz. Te permite ajustar once niveles de cancelación de ruido diferentes, siendo el '0' el nivel mínimo y el '10' el aislamiento total. Solo con ponértelos ya tienes una cancelación pasiva bastante decente. Realmente el nivel cero ya incluye una leve cancelación, muy leve, así que no es a partir del nivel 4-5 hasta cuando lo empiezas a notar.

El aislamiento

El nivel diez, unido a la reproducción de la música (a un volumen tampoco muy alto), hará que no oigas absolutamente nada. La cancelación de ruido de la anterior generación estaba muy lograda y creo que aquí la mejoran ligeramente. Sin embargo, el gran avance es cómo la puedes modular. Dispones de un botón físico en la parte izquierda que te permite pasar, de manera predeterminada. del nivel cero al cinco y al diez con una sola pulsación. Puedes personalizarlo, por cierto, en la 'app' oficial. Yo he utilizado en mi día a día un nivel entre el 6 y el 8 camino al trabajo y lo he fijado al máximo cuando realmente no quería escuchar nada en la oficina o trabajando en una cafetería.

Me da la sensación que sus rivales de Sony consiguen un aislamiento ligeramente mejor. Las diferencias para el oído del común de los mortales, probablemente, sean imperceptibles si no hay nadie que le oriente. Es decir, a pesar de estos pequeños matices, se puede establecer que ambos rayan a un nivel excepcional dentro de la actual generación de auriculares con cancelación de ruido.

Llamadas claras, madres contentas

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Foto: Carmen Castellón.

Donde creo que sí que han dado el do de pecho ha sido en las llamadas. La distribución de micrófonos, con un par de ellos dedicados exclusivamente a la voz, hacen que se pueda separar muy bien la paja del trigo. La prueba del algodón ha sido con mi madre. Siempre que utilizo uno de estos aparatos recurro a ella para testar la calidad en este campo. Siempre acabo escuchando la pregunta de '¿Qué dices?' o esa de '¿Dónde estás metido?' porque oye más ruido del que deben. Y claro, acaba mosqueada. Aquí no ha habido nada de eso. Ha sido una reproducción clarísima, atípica de auriculares de diadema.

La gestión y la claridad de llamadas es atípica de auriculares de este tipo. Absolutamente un acierto

He podido hablar y que siguiesen escuchando con claridad mientras un ruidoso metro entraba en la estación de Alonso Martínez y por la calle sin queja ninguna. Mis instrucciones y frases habladas tampoco se han perdido cuando he probado el asistente. En este caso he hecho la prueba tanto con iOS como Android y tanto Siri como Assistant han respondido bien. Estas dos funcionalidades, así como Alexa, pueden convocarse a través de un botón dedicado o mediante la voz. Yo siento cierto pudor al pedir cosas a estos servicios en público así que me he limitado a hacer las pruebas pertinentes para dar fe de su fiabilidad y punto.

Dos a la vez

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Foto: C. Castellón.

Además de las llamadas, aunque no tan importante, hay otro punto fuerte. Permite conectarse (el botón de encendido es el que sirve para activar el emparejamiento) a dos dispositivos al mismo tiempo. En la oficina, por ejemplo, podrás estar emparejado al móvil y a una tableta sin necesidad de desconectar de uno para poder usar el otro. La mayor pega quizás sea la 'app'. Tiene funcionalidades interesantes como pueden ser la de encontrar tus auriculares pero he experimentado ciertos problemas de emparejamiento (con el Pixel 4 me ha costado bastante más que con iOS) y creo que faltan opciones de ecualización y personalización del sonido.

Podrían sacarle más partido. Hay una función que aún está en pañales: Bose AR. Sonido en realidad aumentada. El no va más, según sus creadores. El objetivo es poder experimentar audio en 3D. Que sea sensible hacia donde diriges la cabeza. Esto te serviría, por ejemplo, para guiarte con instrucciones de voz. Pero lo dicho, está en pruebas así que mejor esperar.

Batería y precio, sus debilidades

Estos auriculares también tienen sus debilidades. Por un lado, el precio. 399 euros. Un coste que automáticamente reduce su público objetivo. También cabe mencionar que es un equipo orientado a acompañarte varias temporadas. Tengo en mi entorno conocido que tienen sus predecesores desde hace un par de años largos y no tienen intención de cambiarlo a largo plazo.

La autonomía, aunque es muy buena, también queda por detrás de las cifras prometidas por algunos de sus rivales. Por ejemplo, estos Bose ANC 700 aguantan sobre el papel 20 horas. Es difícil medir con exactitud este tiempo porque depende del nivel de cancelación de ruido y otros detalles que influyen en la batería pero tengo la sensación que con una carga puedes conseguir en torno a 18-19 horas.

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Foto: M. Mcloughlin.

Es buen registro, pero queda por debajo de los de Sony que explicábamos al principio, que superan bastante holgadamente las 25. Tarda en torno a 120 minutos en cargarse completamente. Pero un chute rápido de 10 o 15 minutos te da de sobra para tener dos horas y pico. Lo suficiente como para llegar al trabajo o de vuelta a casa. Y lo mejor: con USB tipo C, una actualización necesaria. Sea como sea, si llenas la batería al 100%, con toda seguridad pasarán varias jornadas antes de tener que volver a enchufar estos auriculares.

Por cuatrocientos euros tendrás un diseño renovado, un sonido y una cancelación de ruido mejorada, amén de una gran claridad en las llamadas de voz. Hay un problema. Que los Sony WH-1000XM3 cuestan nada más y nada menos que cien euros menos y son una adquisición de primer nivel. Lo mismo que los predecesores del modelo que aquí analizamos. Los QuietConfort II, que se seguirá vendiendo de momento, se puede encontrar en Amazon por 270 euros. Un precio muy competitivo. Al final, todo depende de tu presupuesto y tus prioridades, pero si desembolsas esta cantidad ten claro que estás ante uno de los mejores equipos del momento.

Es algo que nació a mediados de los 90. Sin embargo, no ha sido hasta veintipico años después cuando se han empezado a convertir en una de las funcionalidades que más efecto 'wow' generan entre aquellos que lo prueban. Hablamos del 'noise cancelling' o cancelación de ruido. Una tecnología capaz de desconectarte del mundo que te rodea, anulando desde el pitido de la puerta del metro al cerrarse hasta las voces de los compañeros que se cuelan en esa lista de canciones que escoges cuando quieres concentrarte en el trabajo. Hay dos tipos. La que se logra con el diseño de los auriculares, cubriendo y aislando la oreja y punto. Y la que se logra activamente. Esa que gracias a un micrófono (o varios) que detectan la dirección de las ondas que vienen del exterior para generar otras exactamente igual en dirección contraria para anularlas. Esa es la que tiene pedigrí. La que sorprende.

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