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Los dos cerebros españoles que han creado un 'monstruo' de 800M en Silicon Valley
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Los dos cerebros españoles que han creado un 'monstruo' de 800M en Silicon Valley

La 'startup' española AlienVault nació en 2007 con apenas 40.000 euros. Ahora, 11 años después, ha sido vendida por 800 millones. Esta es la historia de sus principales cerebros

Foto: Jaime Blasco y Julio Casal han sido dos de los pilares del éxito de Alienvault. (Montaje: R. C.)
Jaime Blasco y Julio Casal han sido dos de los pilares del éxito de Alienvault. (Montaje: R. C.)

En 11 años pueden pasar muchas cosas. Demasiadas. Contradiciendo el mito de que las empresas tecnológicas pueden vender su compañía por decenas de millones sin haber facturado un solo euro, la 'startup' de origen español AlienVault ha recorrido un larguísimo camino, de más de una década, hasta alcanzar el éxito total. Porque se fundó con dos trabajadores y ahora tiene casi 400 empleados en todo el mundo y, sobre todo, porque nació con apenas 40.000 euros y acaba de ser vendida por cerca de 800 millones de dólares al gigante AT&T.

En la historia de AlienVault hay dos figuras muy representativas: para empezar, Julio Casal, su cofundador y principal cabeza visible durante muchos años, y para terminar, Jaime Blasco, un jovencísimo programador que entró en la compañía sin más estudios que el Bachillerato y que ahora, a sus 32 años, es nada menos que el vicepresidente de este gigante que nació en España. Los billetes de la venta por 800 millones igual se cuentan solos, pero las historias no. Esta es la historia de AlienVault, una de las 'startups' más exitosas de España.

El inicio: 40.000€ en 2007

Todo empezó en 2007. Julio Casal y Dominique Karg ya llevaban años desarrollando empresas de seguridad informática y trabajando con diversos clientes, pero se encontraban con dos problemas: "El financiero y el de mercado: cuando en España a lo mejor vendías un servicio por un millón de euros, tu competidor de Estados Unidos vendía por 80 millones".

Además, "teníamos el círculo vicioso que tienes muchas veces: no tienes grandes clientes porque no tienes un gran producto, pero tampoco puedes ponerte a desarrollar un gran producto porque no tienes grandes clientes. Nos propusimos acabar con eso", asegura Casal a Teknautas.

Debíamos ser rentables desde el principio, así que por la mañana trabajábamos con clientes y por la tarde hacíamos producto

Pero los comienzos no son nada sencillos: "Nacimos con 40.000 euros y estábamos obligados a tener 'cash flow' positivo casi desde el principio, así que mezclábamos los servicios de consultoría con el desarrollo del producto: por la mañana trabajábamos con los clientes y por la tarde íbamos avanzando en nuestro propio producto para que pudiese ser escalable".

En cualquier caso, Julio Casal y Dominique Karg tenían años de experiencia en el mundo de la seguridad informática, así que conseguir clientes y empezar a ser rentables casi desde cero no fue la tarea más dura. De hecho, uno de sus primeros clientes fue Telefónica, con lo que sentaron las bases para que la cosa empezase a funcionar.

placeholder Julio Casal cofundó AlienVault en 2007 con 40.000 euros.
Julio Casal cofundó AlienVault en 2007 con 40.000 euros.

Llega Jaime Blasco: "Es un genio"

Por aquel entonces, el equipo de AlienVault aún no conocía a un tal Jaime Blasco, que a la postre se convertiría en uno de los pilares del futuro de AlienVault. Este diario ha entrado en contacto con Blasco, pero ha preferido no hacer declaraciones al estar aún en marcha el proceso de venta de la compañía.

Jaime Blasco era un pequeño prodigio de la informática. Con 12 años, y de manera totalmente autodidacta, ya se compraba libros de informática y empezó a programar y a interesarse por la ciberseguridad, con lo que su camino parecía medianamente marcado. En aquellos años, Jaime había empezado la carrera de Telecomunicaciones y, tras una breve experiencia laboral como consultor de seguridad informática en Hazent, en 2005, con apenas 19 años, cofundó su propia empresa, Eazel.

Jaime es un genio y tenía un talento desaprovechado, sin oportunidades a su altura, así que lo fichamos

En Eazel, Jaime y sus socios ofrecían servicios de consultoría a la vez que intentaban hacer lo mismo que AlienVault: desarrollar su propio producto para tener una tecnología más escalable. Eazel no funcionó como a todos les habría gustado, así que pasaron a fundar Aitsec, con la que sí consiguieron mejores resultados. Los resultados, de hecho, fueron tan buenos que Jaime tuvo que elegir entre su carrera profesional y los estudios de Telecomunicaciones. Eligió lo primero.

Pero a Jaime le llegó una 'llamada' en 2008, con 22 años: era Julio Casal, que quería llevárselo a AlienVault. "Jaime es un genio", relata Casal. "Tenía un talento desaprovechado, porque no tenía oportunidades a su altura, así que lo fichamos en la segunda ronda de empleados". Jaime formó parte del primer producto propio de AlienVault: Ossim, una plataforma que permitía a las empresas detectar posibles amenazas de ciberseguridad.

placeholder Jaime Blasco ahora es vicepresidente y Chief Scientist Officer de AlienVault.
Jaime Blasco ahora es vicepresidente y Chief Scientist Officer de AlienVault.

El puente a Silicon Valley: Adara

Con un equipo modestísimo, de apenas 4-5 empleados, AlienVault empezó a conquistar grandes plazas. En 2008 consiguió financiación del fondo de capital riesgo Adara Ventures, sus grandes aliados durante toda esta trayectoria. Además, la compañía empezó a conseguir grandes clientes no solo en España, sino también en otros países como Alemania, México y Colombia.

En 2010 su éxito a nivel europeo ya era más que notorio: "Éramos los líderes de las soluciones de seguridad en 'open source', nos habíamos ganado eso, y habíamos abierto en varios países. Además nos ahorrábamos cerca del 80% en gestión de venta, ya que no podíamos mandar gente a todos los países, así que lanzábamos nuestra aplicación, las empresas la usaban y a partir de ahí íbamos avanzando".

Éramos conocidos a nivel mundial y teníamos de clientes a muchos gobiernos y grandes telecos, así que dimos el siguiente paso

En otras palabras, "lanzábamos el anzuelo y esperábamos a que llegasen los clientes". Y a tenor de los resultados, la cosa funcionó muy bien: "Esa estrategia nos permitió globalizarnos. En el sector técnico ya éramos conocidos a nivel mundial y teníamos de clientes a varios gobiernos y grandes telecos, así que nos planteamos dar el siguiente paso".

El paso llegó en octubre de 2010. Tras cerrar una ronda de financiación de 4 millones de euros liderada por Adara, a quien Casal bautiza como "el puente a Silicon Valley", AlienVault hizo las maletas definitivamente con un objetivo concreto: San Mateo (California) y el valle en el que se encuentran las mejores compañías tecnológicas de toda la tierra.

placeholder Parte del equipo actual de AlienVault en Irlanda.
Parte del equipo actual de AlienVault en Irlanda.

El ángel de Silicon Valley: Alberto Yépez

AlienVault ya estaba en Silicon Valley, pero, ¿y ahora que? "Yo en Estados Unidos conocía a cero personas. Pero cero, ¿eh? El primero al que conocí fue al tío del supermercado", recuerda Casal entre risas. Sin embargo, "lo de ir sembrando semillas y recoger los frutos nos funcionó muy bien. Cuando llegamos ya teníamos clientes que nos habían estado usando, y no tardamos en ir vendiendo a más grandes empresas".

Fue entonces cuando AlienVault empezó a llamar la atención de varios fondos de capital riesgo americanos, pero fue un peruano residente en San Francisco, Alberto Yépez, quien se convirtió en su ángel de la guarda y compañero de viaje. Yépez estaba al frente de Trident Capital (ahora ForgePoint Capital), el fondo que en 2011 lideró una nueva ronda de financiación para AlienVault, esta vez de 8 millones.

Yo en Estados Unidos conocía a cero personas. Pero cero, ¿eh? El primero al que conocí fue al tío del supermercado

Y ahí empezó la nueva etapa de AlienVault. Una etapa compleja, ya que, sumergido en pleno Silicon Valley y dispuesto a competir con las grandes, el equipo fundador de la compañía tuvo que hacerse a un lado y buscar a otras personas que dirigiesen la empresa. Yépez, de nuevo, les ayudó: consiguió fichar como nuevo CEO de AlienVault a Barmak Meftah, que trabajaba en HP tras haberle vendido su anterior empresa, Fortify, por cerca de 600 millones de dólares.

Y es que "hay una frase que dice que tienes que elegir entre ser 'rich or king'. Los emprendedores a veces tenemos que entender que no somos los mejor preparados para sacar el máximo rendimiento a la empresa. El mejor preparado era Barmak Meftah, así que había que ponerlo a él al frente", asegura Casal.

placeholder Alberto Yépez, fundador de Trident Capital (ahora ForgePoint Capital).
Alberto Yépez, fundador de Trident Capital (ahora ForgePoint Capital).

A partir de ahí, AlienVault fue como un tiro: mantuvo gran parte de la ingeniería en España, pero la parte fuerte estaba en Silicon Valley con el nuevo CEO. Ahí la cosa empezó a crecer muchísimo más, vendían a un ritmo muchísimo más rápido y cada vez más gigantes tecnológicos los conocían. Pero no solo triunfó el talento americano: el joven Jaime Blasco "se convirtió en un supergurú de la seguridad", recuerda Casal: "Nos ayudó muchísimo con la parte tecnológica y en Silicon Valley está muy reconocido. Es una de esas personas que marcan la diferencia y te cambian la empresa". De hecho, con el tiempo, Blasco llegó a ser vicepresidente y Chief Scientist Officer de AlienVault, un puesto que a día de hoy, a sus 32 años, aún conserva.

Con el paso del tiempo, la trayectoria de AlienVault y el interés de los grandes fondos por la 'startup' española se ha disparado: en 2012 hicieron una ronda de 22 millones de dólares, en 2013 otra de 26,5 millones, en 2015 otra de 52 millones... así hasta completar cerca de nueve rondas de financiación y más de 100 millones de dólares en inversión.

Las principales rondas de financiación de AlienVault

La venta: AT&T y los 800 millones

Por razones evidentes, Julio Casal no puede contarnos nada de la operación con AT&T, ya que será cerrada en el tercer trimestre de 2018. Sin embargo, por las fuentes a las que ha podido acceder este diario, la operación no ha pillado demasiado por sorpresa a nadie.

Y es que AT&T no ha sido la única interesada. Desde hace años, varias grandes compañías tecnológicas a nivel mundial se han interesado por la 'startup' de origen español, pero las ofertas no eran tan atractivas como deseaban parte de los inversores de AlienVault, que buscaban un buen múltiplo a la hora de desinvertir.

Varias grandes compañías tecnológicas a nivel mundial se han interesado por Alienvault, pero las ofertas no eran tan atractivas

La oportunidad ha llegado con AT&T. Con un precio que rondaría los 800 millones de dólares, la compañía ha permitido a los inversores de AlienVault hacer una operación que, a nivel financiero, era más que golosa. Por su parte, Julio Casal, que ahora comanda la 'startup' 4iQ, también ha recibido una más que jugosa desinversión, mientras que Jaime Blasco, que en su momento obtuvo parte de las acciones de la compañía, también se ha llevado su parte.

Además, en principio AT&T no tiene previsto hacer modificaciones en la plantilla. Los casi 400 empleados de AlienVault, incluidos los cerca de 50 ingenieros que tiene en España, pasarán a formar parte del gigante de telecomunicaciones.

Y todo ello tras 'nada menos' que 11 años de trabajo. En este tiempo, lo que nació en 2007 como un proyecto minúsculo y con apenas 40.000 euros de capital se ha convertido en un gigante con negocio en todo el mundo y clientes que incluyen a varios gobiernos y conglomerados empresariales de todo el planeta. Y detrás de todo ello, un grupo de españoles que han hecho historia empresarial.

En 11 años pueden pasar muchas cosas. Demasiadas. Contradiciendo el mito de que las empresas tecnológicas pueden vender su compañía por decenas de millones sin haber facturado un solo euro, la 'startup' de origen español AlienVault ha recorrido un larguísimo camino, de más de una década, hasta alcanzar el éxito total. Porque se fundó con dos trabajadores y ahora tiene casi 400 empleados en todo el mundo y, sobre todo, porque nació con apenas 40.000 euros y acaba de ser vendida por cerca de 800 millones de dólares al gigante AT&T.

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