El truco de las operadoras con la portabilidad sigue en uso tras años de quejas
Todos conocemos algún caso: inicias una portabilidad y, a las pocas horas, un SMS de tu compañía te pide que llames para confirmarla. El truco se considera ilegal pero se sigue utilizando
La práctica es habitual. Al iniciar una portabilidad, tu actual operador te envía un mensaje de texto en el que te urge a llamar para confirmar que quieres darte de baja. Sobre el papel, y con la ley en la mano, ese paso es innecesario: una vez grabada la primera llamada en la que el usuario se identifica y da su permiso para cambiar de compañía, el traspaso debe completarse en 48 horas. Pero las compañías continúan utilizando la triquiñuela para contraofertar a sus clientes y detener la hemorragia. "Es un caso de publicidad engañosa y de competencia desleal", explica a Teknautas Rubén Sánchez, de Facua. "Dependería de la interpretación del juez considerarlo ilegal", replica Sergio Carrasco, abogado y profesor de derecho.
Fue en 2012 cuando entró en vigor la normativa que urgía a las compañías a poner en marcha las llamadas 'portabilidades exprés', una práctica por la que las compañías debían tramitar los cambios en un plazo no superior a las 48 horas. Esa normativa es una adaptación a la legislación española de la Directiva 2009/136 y, en ella, se establece que es el usuario el que debe detener una portabilidad y, para hacerlo, debe ponerse en contacto con el operador que desea abandonar. ¿Cómo logran las operadoras que el cliente se ponga al teléfono? Con triquiñuelas como las que se encuentran bajo estas líneas.
Desde Orange se asegura que los mensajes sólo se envían a título informativo ya que la operadora no puede parar el proceso de portabilidad si no recibe autorización para ello: "Es imposible a efectos prácticos", aseguran. Por ello, insisten, los mensajes se envían con dos motivos: informar al usuario de que ese proceso está en marcha y que lo pueda detener si no ha pedido la portabilidad y que puede incurrir en una infracción de su periodo de permanencia con motivo de la solicitud de baja".
"Hacerte creer que necesitas llamar es competencia desleal o publicidad engañosa y se podría denunciar ante consumo o la Comisión Nacional de la Competencia", asegura Rubén Sánchez. Carrasco cree que la práctica está "bordeando" la competencia desleal y debería ser un magistrado quien interpretara la ley y dictara sentencia.
En lo que coinciden ambas fuentes consultadas es que el usuario que está tramitando una portabilidad no está obligado a hacer llamada alguna a su antiguo operador para confirmar el cambio de compañía. "Cuando un tercero hace una grabación con tus datos y confirma que eres tú, tienen 48 horas para ejecutar esa operación", dice Sánchez.
El portavoz de Facua va más allá al indicar que también podría tratarse de un caso de publicidad engañosa: "Estás provocando que un cliente entre en tu tienda con un reclamo que lleva a engaño. Te podrían mandar un mensaje en el que dijeran que si vas a cancelar, te regalan algo a cambio para que no lo hagas. Es un mensaje que pretende comerte el coco para que luego te puedan convencer".
Carrasco también apunta a que un posible caso de competencia desleal podría darse cuando un operador "retrasa de manera artificial" una portabilidad. Poco más pueden hacer las firmas para detener el proceso.
Una práctica habitual que sigue vigente
Los mensajes de texto que los operadores envían a los clientes que han puesto en marcha una portabilidad no son una novedad ya que se han sucedido durante los últimos años. Sin embargo, pese a tratarse de una práctica irregular, se siguen utilizando.
"Las compañías llevan mucho tiempo jugando con eso. ¿A quién han puesto freno las autoridades de consumo? A nadie, y así nos va, por desgracia", lamenta Sánchez.
La práctica es habitual. Al iniciar una portabilidad, tu actual operador te envía un mensaje de texto en el que te urge a llamar para confirmar que quieres darte de baja. Sobre el papel, y con la ley en la mano, ese paso es innecesario: una vez grabada la primera llamada en la que el usuario se identifica y da su permiso para cambiar de compañía, el traspaso debe completarse en 48 horas. Pero las compañías continúan utilizando la triquiñuela para contraofertar a sus clientes y detener la hemorragia. "Es un caso de publicidad engañosa y de competencia desleal", explica a Teknautas Rubén Sánchez, de Facua. "Dependería de la interpretación del juez considerarlo ilegal", replica Sergio Carrasco, abogado y profesor de derecho.