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Usar el panel táctil del coche es una de las distracciones más peligrosas al volante
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atender a los niños o maquillarse, de las que menos

Usar el panel táctil del coche es una de las distracciones más peligrosas al volante

Las distracciones son un riesgo al conducir, pero no todas los son en el mismo grado. Las pantallas táctiles de los coches suponen un importante y nuevo factor de riesgo

Foto:  Un vehículo Tesla con su pantalla táctil, como la que ya incluyen muchos otros fabricantes.
Un vehículo Tesla con su pantalla táctil, como la que ya incluyen muchos otros fabricantes.

Utilizar el móvil, encenderse un cigarro, rebuscar en los bolsillos de los pantalones, entretener a los críos que van en el asiento trasero o fijar la temperatura en el panel del coche. Si bien las distracciones al volante siguen siendo uno de los principales factores de riesgo a la hora de sufrir un accidente, no todas las distracciones son igual de peligrosas, según un estudio realizado por investigadores del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia que hoy se publica en la revista PNAS.

“El error humano, la incapacidad y la distracción contribuyen enormemente a aumentar el riesgo de accidente. De hecho, al menos uno de esos factores están presentes en el 90% de los accidentes registrados en el estudio”, explica Tom Dingus, director del Instituto de Transportes del Virginia Tech y director del estudio.

Un estudio realizado a partir de los datos de 3.500 participantes en seis bases de datos recopiladas en Estados Unidos. Una enorme cantidad de datos que recoge más de 1.600 accidentes de coche, que van desde los más leves, como el reventón de una rueda, hasta los más graves que requirieron de intervención policial.

Según sus resultados, no todas las distracciones afectan igual: utilizar el móvil, leer o escribir algo o manejar la pantalla táctil con la que muchos coches ya están equipados y sirve para manejar diversos controles son actividades que aumentan significativamente el riesgo. “Los fabricantes de coches y sus proveedores buscan crear interfaces bien diseñadas, es decir, que no distraigan al conductor. Este estudio aporta un conjunto de datos que pueden ayudarles en el proceso de integración de estos componentes en sus vehículos”, explica a Teknautas Mindy Buchanan-King, coautora de la investigación".

El límite de los dos segundos

También es importante de cara a las nuevas generaciones de conductores, que están aprendiendo a conducir en coches que llevan integradas muchas de esas distracciones. "Si no damos pasos en un futuro cercano para limitar el número de actividades que nos despistan al volante, las próximas generaciones se encontrarán con cada vez más riesgo de sufrir un accidente", añade Dingus.

Si no limitamos el número de cosas que nos despistan al volante, las próximas generaciones se encontrarán con cada vez más riesgo de sufrir un accidente

Por parte de los conductores, los investigadores trazan la línea en aquellas actividades que mantienen nuestros ojos apartados de la carretera menos de dos segundos, frente a las que nos distraen más de dos segundos. “Si los conductores desarrollan alarmas en su mente que les hagan mirar a la carretera en menos de dos segundos, no importa qué estén haciendo: el riesgo de accidente se reduce a la mitad en comparación con aquellos que apartan la mirada durante más de dos segundos”, asegura Buchanan-King.

Los científicos también advierten de que quitar la vista de la carretera varias veces por una actividad ajena a la conducción aumenta el riesgo, mayor cuantas más veces desviamos la mirada y con ello la atención. “El trabajo que hemos realizado demuestra continuamente que los conductores que dejan de mirar hacia la carretera, incluso aunque sea en varios vistazos, un total de seis segundos, comienzan a aumentar significativamente el riesgo de accidente”, añade Buchanan-King.

Los niños, un factor "protector"

En cambio, otros comportamientos que se consideran habitualmente peligrosos si los realizamos mientras conducimos tienen un impacto menor de lo que creemos, según los investigadores. Mencionan, por ejemplo, la interacción con niños que viajan en el asiento de atrás como algo que no solo no aumenta el riesgo de accidente, sino que incluso lo reduce. “Vimos un cierto efecto protector”, explica Dingus, que atribuye a que los padres, de forma generalizada, conducen de forma más segura cuando llevan niños a bordo. “Tienden a adecuar su conducción cuando interactúan con sus hijos, aumentando la distancia de seguridad y reduciendo la velocidad”.

Tienden a adecuar su conducción cuando interactúan con sus hijos, aumentando la distancia de seguridad y reduciendo la velocidad

Como curiosidad, según los datos estadísticos que manejan los científicos, maquillarse al volante no supone un riesgo ya que ningún accidente de la base de datos con la que trabajaron se produjo mientras se realizaba esta actividad, “seguramente debido a una muy baja prevalencia”.

¿Es la llegada del coche autónomo la solución a los accidentes causados por las distracciones, el cansancio y otros factores humanos? Sí y no, según Dingus. Por un lado, explica, eliminar el factor humano de la conducción podría reducir en un 90-95%. Pero por otro, recuerda que un conductor hábil y responsable puede hacer millones de maniobras exitosas durante décadas y cometer solo un fallo, lo que supone un porcentaje de éxito notable. Para estar a la altura o mejorar incluso la seguridad “esos sistemas tendrán que estar diseñados de forma increíblemente robusta”.

Utilizar el móvil, encenderse un cigarro, rebuscar en los bolsillos de los pantalones, entretener a los críos que van en el asiento trasero o fijar la temperatura en el panel del coche. Si bien las distracciones al volante siguen siendo uno de los principales factores de riesgo a la hora de sufrir un accidente, no todas las distracciones son igual de peligrosas, según un estudio realizado por investigadores del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia que hoy se publica en la revista PNAS.

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