Uber, una 'startup' de 40.000 millones que medio planeta considera ilegal

Si nada lo impide, en un plazo de un mes Uber dejará de estar operativo en España. Nuestro país se ha sumado, sorprendentemente a través de un juez de lo mercantil de Madrid, a la lista de las naciones que restringen el popular servicio de transporte en su territorio. Una de las mayores startups del mundo, invertida por Google, valorada en más de 40.000 millones de dólares y con presencia en 52 países, está tropezando con la ley en todos los continentes que conquista. Esta es su situación en estos momentos:

España. Teóricamente es legal, aunque Madrid está multando a sus conductores constantemente por conductas que en otras regiones no acarrean sanción. Ayer el Juzgado de lo Mercantil número 2 de la capital ordenaba el cierre del servicio, de forma cautelar, debido a una demanda interpuesta por la Asociación Madrileña del Taxi por causas de competencia desleal.

El cierre de la aplicación no se hará efectivo hasta dentro de veinte días: ese es el plazo que tiene Uber para presentar una oposición, que no recurso, y los taxistas para depositar una fianza de 10.000 euros en concepto de daños y perfjuicios si finalmente se diese la razón a Uber. La empresa norteamericana ha adelantado a Teknautas que lucharán contra el auto como viene haciendo con los demás casos.

Hay que recordar que la orden de cese de actividad incluye a Barcelona y Valencia, las otras ciudades donde Uber está activo. El gobierno catalán, por su parte, ya se había pronunciado en contra del servicio y sancionado a sus conductores.

Quince claves para entender el cerrojazo a Uber España

Bélgica. Es una situación similar a la de España solo que en fase avanzada. El abril Bruselas prohibió el uso de Uber, pero la compañía americana ha respondido judicialmente y sigue operando en el país.

Se trata de un centro neurálgico para la aplicación, que cuenta a Bruselas como una de sus plazas con mayor crecimiento. El Gobierno ha amenazado con multas de hasta 10.000 euros a los conductores que no cumplan con la ley mientras ultima un texto legal que permita a Uber funcionar con garantías.

El fallo legal belga fue pionero en Europa y levantó llagas en diversos ámbitos, entre ellos el político. Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea, le dedicó un puñado de frases lacerantes en su blog: "Estoy indignada por la decisión de hoy por un tribunal de Bruselas al prohibir Uber, la aplicación de servicio de taxi. (...) El tribunal dice que los conductores de Uber tendrán multas de 10.000€ por cada intento de recogida de pasajeros. ¿Están hablando en serio? ¿Qué tipo de sistema legal es este? (...) Esta decisión no se trata de proteger o ayudar a los pasajeros, se trata de la protección de un cártel de taxi".

Estados Unidos (Las Vegas). Suena divertido, pero en el estado de Nevada, en el que son legales la prostitución, el juego y las armas, Uber no lo es. La ciudad del vicio registra una actividad taxista febril, de nada menos que 26 millones de desplazamientos por año, con un lobby poderoso, duro de roer, que además tiene a los medios de comunicación locales de su parte.

Las Vegas mantiene el servicio suspendido debido a que considera que los coches de Uber no gozan de la "misma seguridad, garantías y licencias" que los taxis comunes. Uber mantiene conversaciones con las distintas asociaciones de taxistas y conductores de limusina, toda vez que asegura que no abandonará la ciudad.

En el sureste del país, concretamente en Miami, Uber también está teniendo problemas. Los taxistas les acusan de circunvalar la legislación referente al transporte al aeropuerto, si bien la aplicación es todavía accesible.

Holanda. El lunes a primera hora un tribunal de La Haya prohibía Uber en terreno holandés. De aplicación inmediata, el servicio no solo no está disponible en las tiendas de aplicaciones, sino que se observan multas de hasta 100.000 euros para quien se salte la norma. Uber ha anunciado que se encuentra "al principio de una larga batalla legal" pero, hasta que un juez diga lo contrario, sus servicios están expresamente prohibidos.

India (Nueva Delhi). El detonante de esta ilegalización ha sido un hecho luctuoso: la violación de una pasajera en la capital Nueva Delhi. Resultó que el conductor -y presunto violador- había pasado dos años en prisión, mientras que la legislación hindú obliga a una revisión policial de los antecedentes de cualquier conductor privado. El Gobierno decidió prohibir el servicio al no cumplirse las normas. La medida afecta, por el momento, solo a Nueva Delhi, pero no a las otras ocho ciudades hindúes en las que Uber tiene mercado.

En estos momentos la Policía se está centrando en concretar la relación que existe entre Uber y el conductor para articular una demanda contra la empresa norteamericana.

Tailandia. Rápido y mortal. Casi sincronizado con el caso español, Tailandia prohibió ayer la actividad de Uber de forma súbita. Alegan, como también sucede en India, que está vulnerando su normativa acerca de las transacciones electrónicas, esto es, con la tarjeta de crédito, mucho más restrictivas que las que se estilan en Occidente.

"Tienen que parar inmediatamente", explicó el director del área de transporte terrestre tailandés, para después advertir que las multas por desacato ascenderán a... 61 dólares.

Alemania. Es el mayor mercado de Uber en Europa, y también el más cambiante. A comienzos de septiembre un tribunal declaraba ilegal el uso de la aplicación en la ciudad de Frankfurt, pero dos semanas después los mismos magistrados se desdijeron. No obstante, por lo visto hasta el momento, la justicia da la razón a los taxistas en su demanda por competencia desleal, pero necesita más tiempo para alcanzar una resolución.

En Berlín y Hamburgo la aplicación está reorganizando su modelo de negocio hacia el beneficio cero del conductor, de modo que puedan operar como un servicio de consumo colaborativo. Los californianos incluso han iniciado una campaña de recolección de firmas para modificar el marco legal alemán.

Francia. Pasado mañana Francia decide sobre Uber. En realidad ya existe una legislación sobre aplicaciones de transporte compartido, un texto que Uber considera inconstitucional y contra el que ha recurrido legalmente. Toman como ejemplo a BlaBlaCar, la startup gala de consumo colaborativo, para ilustrar en distancias más largas la naturaleza de su servicio.

Las recientes resoluciones comunitarias, como España, Holanda o Alemnia, sumados a la necesidad de validar una ley de reciente creación, conducen a pensar que el viernes Francia será la próxima en acotarle el negocio a Uber.

Canadá. Problemas en las dos principales ciudades del país. Aunque no ha habido un pronunciamiento legal, el alcalde de Montreal anunció, nada más ver la luz, que la app UberX, versión low cost de UberPop, es ilegal. "Hasta que no respete nuestras reglas es ilegal, por supuesto que lo es", declaró Coderre. Siguiendo su política habitual, Uber ha hecho oídos sordos y continua operando.

Donde podría no hacerlo es en Toronto. El gobierno de la ciudad está decidido a echarlos: "Uber ha operado desde 2012 sin la necesaria licencia de gestión de taxis, y desde septiembre de este año viene ofreciendo servicios de taxi con conductores sin licencia en vehículos sin licencia", explica el director de Licencias y Estándares de la ciudad. El alcalde ha anunciado una regulación "propia del siglo XXI, que sea justa para todas las partes, y garantice la seguridad y el cumplimiento de la ley".