Es noticia
Dimite de su empleo para montar una 'startup'... en directo durante la Super Bowl
  1. Tecnología
"He dejado mi trabajo por vivir un sueño"

Dimite de su empleo para montar una 'startup'... en directo durante la Super Bowl

Un minuto en televisión en medio del programa más visto del año para dejar tu empleo y montar tu propia empresa. ¿Quién podría resistirse a tal oportunidad?

Foto:

"He dejado mi trabajo por vivir un sueño", Gwen abre fuego con una franqueza demoledora, y no se trata de una frase robada en alguna entrevista a un personaje célebre, sino del texto extraído de la web con la que esta inesperada protagonista piensa ganarse la vida desde ya. Nos estamos refiriendo a Gwen Dean, una neoyorquina de 36 años que ha saltado súbitamente a la fama en una extraña coincidencia de circunstancias.

Ya se sabe, cuando los astros se juntan fruto del azar y le facilitan la vida a uno con un regalo caído del cielo. Y no exageramos. En esta curiosa historia tenemos tres protagonistas, de los que uno sale perdiendo amargamente. Pero para conocer bien todo el entramado, que sin duda será recordado entre los profesionales del marketing, hay que trasladarse al pasado.

La estrella de esta atípica historia pasó 18 años de su vida a los mandos de una máquina con la que manipulaba litros y litros de líquido. Un trabajo digno como otro cualquiera que le ayudaba a pagar las facturas, pero que no parecía llenar las inquietudes vitales de Gwen. La vida es corta y no se pueden dejar escapar los sueños. La neoyorquina había ahorrado lo suficiente para dar el paso y vivir de lo ganado con su propio proyecto, aquel que le llenaba realmente.

Llegó el momento más temido. Ese doble mortal sin red al que todos los emprendedores se enfrentan cuando deciden decir adiós al calor de la nómina por cuenta ajena. Y no tenía una idea realmente revolucionaria, pero era la que codiciaba: un servicio de entretenimiento basado en marionetas. ¿Recuerdan los teleñecos? Pues algo así pero por encargo.

Una fiesta de cumpleaños, un aniversario... cualquier motivo era bueno para contratar sus servicios y en su futuro trabajo se presentaría nuestra Gwen, la operaria de maquinaria convertida en artista. Y emprendedora, porque aquello no dejaba de ser un negocio que tenía que comenzar a dar sus frutos y del que obtener un rendimiento económico.

Una idea feliz, una determinación absoluta por sacar aquello adelante y muchas granas de trabajar. Su idea no podía fallar con todos estos ingredientes, pero había que darla a conocer a sus potenciales clientes, máxime cuando se trataba de algo totalmente nuevo. Con las estrecheces de los comienzo, muchos apenas pueden aspirar a una campaña en AdWords o encomendarse a los "me gusta" de amigos y familiares en Facebook, pero Gwen iba a lograr la mayor difusión de su proyecto que se puede contratar en la tierra. Y gratis.

La Super Bowl como plataforma

Vamos a por el segundo protagonista de esta historia: GoDaddy, la irreverente firma de registros de dominios que se había propuesto promocionar a bombo y platillo su producto Dream Design Team, una especie de plataforma online que incluye la web y tienda en internet bajo un sugerente nombre. Llegados a este punto, el azar tocó en el hombro de Gwen.

Nuestra protagonista procedió a registrar su dominio, PuppetsByGwen.com en el conocido servicio, pero pese a ser uno más entre miles, el departamento de marketing de GoDaddy se fijó en él. Llevaban tiempo ya tramando el anuncio de la Super Bowl, el momento de más audiencia del globo, un minuto de oro planetario que cuenta con más de cien millones de espectadores en rabioso directo. Y decidieron seleccionar a alguno de sus clientes que optara decir adiós a sus jefes para emprender con uno de sus productos.

Se trata de una joya al alcance de muy pocos por la que se paga una auténtica millonada. De hecho, la Super Bowl, además de enfrentar a los mejores equipos de fútbol americano, es como una especie de ceremonia de los Óscar de los anuncios en la que siempre se escoge un ganador. Los anunciantes lo dan todo porque siempre se elige "el mejor anuncio de la Super Bowl", y se sigue la estela de spots legendarios como "1984" de Apple.

Pues bien, GoDaddy lo maquinó todo: se pusieron en contacto con la incipiente emprendedora y le propusieron la idea maquiavélica. "Te grabamos anunciando tu dimisión mientras presentas tu nuevo proyecto alojado con nosotros. El anuncio se emitirá en la Super Bowl". Como para decir que no. Sus teleñecos pasarían de cero al infinito en menos de 30 segundos y sin invertir un solo euro. Adelante con ello.

La maniobra era tan hábil como retorcida: el pobre jefe de Gwen, ya mundialmente conocido como “Ted”, era un fiel seguidor del partido y estaría pegado a la pantalla, la misma que luego serviría para su escarnio público. Y ahí estaba: una Gwen radiante anunciando de viva voz "lo dejo, Ted", con una mirada que parecía descargar la presión de 18 años de resentimiento acumulado.

El presentador del spot hurgaba sin piedad en la herida: "¡acaba de dimitir en público y ante más de cien millones de personas!". Pobre Ted. Su humillación pública exprés había costado 4 millones de dólares a las arcas de GoDaddy que ya es perro viejo en estas lides. Entre tanto, nuestra protagonista se queda al timón de su vida con sus peluches y la intención de mandar un e-mail de despedida a su jefe. Por si no hubiera visto el anuncio...

"He dejado mi trabajo por vivir un sueño", Gwen abre fuego con una franqueza demoledora, y no se trata de una frase robada en alguna entrevista a un personaje célebre, sino del texto extraído de la web con la que esta inesperada protagonista piensa ganarse la vida desde ya. Nos estamos refiriendo a Gwen Dean, una neoyorquina de 36 años que ha saltado súbitamente a la fama en una extraña coincidencia de circunstancias.

El redactor recomienda