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Diane, la pasajera fantasma del asiento 7A que embaucó a Twitter
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EL PRODUCTOR ELAN GATE INVENTÓ SU HISTORIA

Diane, la pasajera fantasma del asiento 7A que embaucó a Twitter

Un productor de la cadena 'ABC' se inventó una historia en tiempo real sobre la pasajera enfurecida de un vuelo, pero la narración se le fue de las manos

Foto: El irreverente Elan Gale, productor de la serie 'The Bachelor'
El irreverente Elan Gale, productor de la serie 'The Bachelor'

No se sabía a ciencia cierta el destino del vuelo, pero Elan Gale, productor de la serie The Bachelor que emite la cadena de televisión estadounidense ABC, ocupó su asiento. Era uno de los días de más tráfico del año y una de las celebraciones más sentidas en aquel país: Acción de Gracias. Su vuelo, al igual que la mayoría aquel día, iba atestado.

Los pasajeros iban ocupando sus asientos y cerrando los ojos uno podía entretenerse con aquel ambiente tan característico que precede al despegue: conversaciones que se pierden, un “perdón” de cuando en cuando de algún pasajero que hace levantarse a otro, el chasquido de los cinturones al abrocharse….

El productor corrió a Twitter a narrar la secuencia, y para su desgracia el despegue no calmó los ánimos de esta señora que luego identificaría como Diane. Aquel vuelo prometía

Nuestro Gale estaba ya preparado para el despegue. Al igual que la mayoría, le esperaban los suyos para ese encuentro tan especial. Pero esa tensa paz que es preludio del despegue se vio pronto rota: el comandante anunció por megafonía que el vuelo se retrasaría debido al intenso tráfico. Suspiros de fastidio y caras largas, pero la atestada cabina recobró su rutina. Por poco tiempo: de repente, la voz enfurecida de una mujer varios asientos más allá dirigiéndose al personal de vuelo despertó a todos de su letargo: “¡Es Día de Acción de Gracias y quiero cenar con mi familia!”. El productor corrió a Twitter a narrar la secuencia, y para su desgracia el despegue no calmó los ánimos de esta señora que luego identificaría como Diane. Aquel vuelo prometía.

'Tuiteando' los acontecimientos

Nuestro protagonista procedió, a partir de ese punto, a pormenorizar los acontecimientos a través de su cuenta de Twitter. Con una mezcla de humor, condescendencia y mucha mala leche, el de Los Ángeles repartía estopa en dosis de 140 caracteres dibujando un carácter histérico para la tal Diane. Sus lectores bebían cada letra apasionados: qué mejor manera que pasar la tarde atendiendo a esta tragicómica historia que estaba sucediendo en un avión en una fecha tan señalada. Los retweets y los favs caían por decenas alentando a el productor y estimulando su ego.

placeholder Fotografía del cuaderno de Elan Gale en Twitter

Quién no quiere ser el centro de atención de la red por un día. Tal vez esto último le hizo pasar a la acción e ir más allá de la cobertura periodística del comportamiento de esta mujer al borde de un ataque de nervios.

Twitter ardía y el relato ascendió a otra liga. Se sucedió el intercambio de mensajes escritos entre Diane y el tuitero en los que el tono del enfrentamiento tomó un aspecto muy feo

Gale pidió una copa de vino a la azafata y solicitó que le fuera entregada, junto con una nota, a Diane, que a esas alturas del relato, todos sabían que ocupaba el asiento 7A. Foto a la nota para que sus followers se dieran por enterados: en un relato que rebosaba el sarcasmo, nuestro hombre invitaba a Diane a un trago de vino “y así mientras bebes por lo menos no hablas”. Aquello era la guerra.

Twitter ardía y el relato ascendió a otra liga. Se sucedió el intercambio de mensajes escritos entre Diane y el tuitero en los que el tono del enfrentamiento tomó un aspecto muy feo. El instigador de este incendiohabía logrado sacar de sus casillas -más, si cabe- a la pobre Diane, que lo único que quería era ver a los suyos. Un “a la salida te espero” y una respuesta soez de Gale terminaron con un bofetón a este último en la terminal y las autoridades deteniendo a la tal Diane.

Todo era mentira

La historia había llegado a su clímax en tiempo real pero todavía tendría muchísimo más recorrido por la red. Se hizo viral, más todavía, y de pronto, todo el mundo tenía una opinión al respecto. Algunas webs llegaron a sondear a los lectores en una encuesta por saber quién había salido derrotado y quién vencedor de esta guerra 2.0 que rozaba lo grotesco. Hubo una corriente de internautas que entendió una actitud sexista por el vulgar lenguaje con el que terminó dirigiéndose a Diane, pero un inesperado suceso viró la historia de una forma definitiva.

placeholder El 'tuit' que puso fin a la historia de Diane

Un presunto primo de Diane escribió a un blog explicando que la protagonista del suceso viral padecía un cáncer en un estadio terminal y de ahí sus prisas por volver a casa. Bum. Gale pasó de héroe a villano en tiempo récord y llegó incluso a recibir amenazas de muerte. Ya se sabe lo que pasa cuando alguien alimenta a la bestia, y más a esta de las redes sociales.

El californiano se vio obligado a replegar velas y lo hizo de la misma manera que había provocado esta tormenta: mediante un tuit. El mensaje contenía una foto de una silla vacía y el texto: “Aquí está Diane sentada en la silla”. Todo había sido mentira. ¿Hubiéramos conocido la verdad algún día de no haberse puesto turbio el asunto? Nunca lo sabremos, pero Gale tiene ya lo que buscaba: protagonismo, un porrón de nuevos seguidores y que todos hablemos de él. Munición pesada para el ego, ese extraño compañero de viaje de nuestros perfiles sociales...

No se sabía a ciencia cierta el destino del vuelo, pero Elan Gale, productor de la serie The Bachelor que emite la cadena de televisión estadounidense ABC, ocupó su asiento. Era uno de los días de más tráfico del año y una de las celebraciones más sentidas en aquel país: Acción de Gracias. Su vuelo, al igual que la mayoría aquel día, iba atestado.

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