¿Cómo demonios elijo la mejor tarifa para mi móvil?
En el mundo de la telefonía móvil tenemos un grave problema, al menos como clientes: la dificultad para encontrar la mejor tarifa móvil del mercado es
En el mundo de la telefonía móvil tenemos un grave problema, al menos como clientes: la dificultad para encontrar la mejor tarifa móvil del mercado es altísima. Es mucho más difícil que saber qué conexión de ADSL nos conviene más, cosa que también tiene miga y podemos comentar otro día, pero que realmente no junta tantas variables como lo puede hacer una tarifa telefónica. Elegir una tarifa móvil adecuada, hoy en día, es una tarea de titanes.
La primera dificultad, enorme según el caso, es tener bien claro qué significa la mejor tarifa móvil. ¿Significa la más barata? ¿Implica que siendo barata podemos hablar, pero poco? ¿Necesitamos navegar mucho o poco? Una tarifa de móvil no es nada si no se compara con los hábitos de consumo del cliente. Es decir, si nosotros mismos no tenemos ni idea de cuánto consumimos, si no conocemos nuestro histórico de llamadas, SMS, datos descargados… no podemos plantearnos pagar menos y ahorrar más.
Así que el primer paso es, sencillamente, coger lápiz y papel (o Excel para los que lo manejen) y comenzar a anotar una serie de datos en columnas, diferenciados por meses. Todos nosotros disponemos de esos datos: no hace falta nada más que recopilar las cinco o seis últimas facturas (cuantas más, mejor), y comenzar a copiar a nuestra hoja de papel algo tan sencillo como el número de llamadas que hemos hecho cada mes, la duración media de cada llamada (sumando los minutos hablados y dividiendo por el número de llamadas mensuales), el número de SMS enviados y cuántos megas hemos consumido cada uno de esos meses.
Con los datos que anotamos sobre nuestros consumos, tenemos una buena tarea por delante. La realidad es que calcular la mejor tarifa móvil para voz es sencillísimo porque basta con cruzar nuestros datos de consumo con los costes básicos de una línea de voz: establecimiento de la llamada, precio por minuto (aunque se tarifica por segundos), precio del SMS. Si nos olvidamos de cuotas o consumos mínimos, podemos saber exactamente cuánto cuestan las llamadas que hacemos, si las hiciésemos en cualquier operadora. En caso de existir cuota mensual tenemos que sumarla al coste de las llamadas para poder comparar. Pero, insisto, eso es muy sencillo.
Lo realmente complicado es cuando entra en juego el apartado de datos: ¿consumimos mucho o poco? ¿Podríamos consumir más? ¿Podríamos prescindir de la conexión de datos? ¿Cómo encajamos el mejor bono de datos con la mejor tarifa de voz? Es ahí cuando nos encontramos pillados. El uso de los datos en el móvil es muy variable y podemos consumir megas por temas de ocio, trabajo,… y en realidad esas dos son las categorías principales. En el apartado de ocio consumiremos megas a un ritmo muy importante si lo que nos gusta es el vídeo o el streaming; por temas de trabajo el gasto que hagamos será, seguramente, muy rentable.
En la mayoría de las ocasiones, el consumo de datos en el móvil puede controlarse muy bien si optamos por la conexión vía WiFi siempre que sea posible. En casa o, sin ir más lejos, o en la oficina siempre que no esté capada esa posibilidad. Sea como sea, cuando consumimos gran cantidad de datos corremos el riesgo de aceptar una tarifa que no nos es ventajosa en el terreno de la voz, solo para poder disfrutar del resumen de nuestro programa favorito en YouTube mientras viajamos en metro.
Hoy en día tenemos voz, datos, ADSL, y muchas veces todo junto en una misma tarifa. Se llevan las tarifas combinadas, o al menos es eso lo que quieren las compañías que se ponga de moda. Todos los servicios en una única factura… y claro, con un único proveedor. Ahora que los contratos de permanencia viven horas bajas, pues los clientes ya no están por la labor de permanecer fieles a su tarifa durante 12, 18 o 24 meses, las compañías operadoras se devanan los sesos para mantener fieles a los clientes, y ofrecer “el paquete completo” es lo mejor que han ideado.
Sin embargo, hay que tener prudencia. Un producto combinado es claramente una ventaja para quien haga muchas llamadas mensuales, se conecte mucho a los datos (por necesidad más que por ocio), y le saque partido a la conexión ADSL que instale en su casa. Para el resto de personas, el combinado puede significar más una comodidad o el lujo de no tener que preocuparse por el consumo mensual, que una ventaja económica. Llegados a este punto creo que queda suficientemente demostrado que elegir la mejor tarifa móvil es tan complicado como conocer al dedillo nuestros consumos y nuestros vicios, y por eso lo mejor es tomarse un tiempo de reflexión, y consultar a familiares, amigos y expertos en la materia para encontrar la mejor solución al problema.
* Esteban Viso es experto en el portal de análisis iAhorro.
En el mundo de la telefonía móvil tenemos un grave problema, al menos como clientes: la dificultad para encontrar la mejor tarifa móvil del mercado es altísima. Es mucho más difícil que saber qué conexión de ADSL nos conviene más, cosa que también tiene miga y podemos comentar otro día, pero que realmente no junta tantas variables como lo puede hacer una tarifa telefónica. Elegir una tarifa móvil adecuada, hoy en día, es una tarea de titanes.