Plebiotic: tecnología punta para descubrir el fármaco perfecto

Puede resultar alarmante, pero los laboratorios farmacéuticos trabajan en cierto modo a ciegas cuando se trata de diseñar nuevos medicamentos. No significa que no sepan lo que hacen, sino que las combinaciones de compuestos se realizan de forma azarosa. Es decir: probando, hasta que algo funciona.

Sin apenas hacer ruido, una pequeña startup madrileña, Plebiotic, no sólo está demostrando que los ordenadores pueden hacer ese trabajo, sino que lo pueden hacer bien, algo que hasta ahora no estaba ni mucho menos claro. Además, la firma española ha verificado que pueden diseñar fármacos potenciales en tiempos récord. Hasta ahora, los ordenadores eran capaces de diseñar medicamentos, pero a la hora de la verdad sus mezclas no siempre funcionaban.

En colaboración con la británica Pharmacellion Ltd, la firma biotecnológica española acaba de completar con éxito un proyecto científico basado en técnicas de dinámica molecular por ordenador que ha dado como resultado la combinación de distintos compuestos para inhibir la proteína Na K ATPasa, un objetivo en la lucha contra el cáncer.

"En general, la dinámica molecular consiste en técnicas de modelado y simulación de compuestos a nivel atómico. Lo importante es que nuestro diseño se ha visto contrastado en la pruebas de probeta. Desde hace varios años se vienen utilizando los ordenadores para diseñar potenciales medicamentos, lo que ocurre es que ha habido casos de éxito y casos de fracaso, además de muchos falsos positivos. Pero estas técnicas son el futuro y este estudio nos lo demuestra", explica a Teknautas el CEO de Plebiotic, Álvaro López Medrano.

Medicamentos que funcionan de verdad

Desde hace alrededor de una década las compañías del sector, sobre todo las grandes firmas farmacéuticas, han ido incorporando paulatinamente la informática a los procesos de diseño de nuevos fármacos. Lo han hecho por una cuestión de tiempo y eficacia, para evitar los múltiples ensayos erróneos de los científicos. Evidentemente, también por dinero.

"Para crear un nuevo medicamento lo que hacen las compañías es coger una base de datos de compuestos. Entonces, tienen que probar cuál es el que realmente funciona bien con una determinada proteína o una enfermedad. Eso se hace en el laboratorio y es una tarea larga y costosa. Por ejemplo, las pruebas in vitro se puede prolongar meses o años hasta encontrar un candidato que pueda ser bueno", señala el responsable de Plebiotic.

Los resultados de estas técnicas, en general, no habían sido buenos. En efecto, era posible reducir los tiempos y los costes a la hora de combinar compuestos de potenciales medicamentos. Sin embargo, en los laboratorios los ordenadores terminaban perdiendo la razón. 

Plebiotic está cambiando las cosas, por dos motivos. En primer lugar, porque han desarrollado una tecnología capaz de crear modelos virtuales de fármacos con una potencia computacional veinte veces mayor que la usada hasta ahora. "Las simulaciones por ordenador que podrían durar años, nosotros podemos hacerlas en una semana. Muchos proyectos considerados infactibles, que podrían prolongarse hasta un siglo, ahora podrán llevarse a cabo", apunta López Medrano.

Además, los equipos informáticos utilizados por la empresa española -unos ordenadores que logran reducir a 1 mes lo que para otros significarían 400 semanas de computación- no son complejos. "Es una máquina standard de sobremesa", dice el CEO de la compañía.

El segundo motivo, mucho más importante, tiene que ver con la efectividad real de los medicamentos que el sistema informático de Plebiotic es capaz de diseñar. En ese sentido, el reto de la simulación dinámica que han conseguido completar con éxito en el caso del fármaco contra el cáncer ha sido muy exigente, al tener que modelar proteínas de gran tamaño en muy poco tiempo.

Actualmente, estos compuestos están en fase preclínica para el tratamiento de cáncer de próstata y cáncer de pulmón.

La importancia de los avances tecnológicos que está llevando a cabo la startup española podría significar una revolución global en el sector farmacéutico. No sólo por las infinitas posibilidades que se abren para la fabricación de nuevos medicamentos en tiempos antes inconcebibles, sino porque realmente pueden diseñarse con una exactitud milimétrica, lo que se traduciría inmediatamente en efectividad auténtica para los pacientes.

"Cuando se construyen medicamentos en los laboratorios, los científicos pueden saber si funcionan o si no funcionan, y en este caso nunca pueden saber por qué no lo hacen. Pueden saber si funcionan bien, mal o regular, pero no conocen exactamente cómo funcionan. Con nuestra tecnología sí lo sabes y además puedes fabricar el mejor compuesto", explica Álvaro López Medrano.

Aún no pueden dar detalles, pero la compañía madrileña ya está en contacto con grandes laboratorios, trabajando en el rediseño de fármacos ya existentes. El objetivo es usar su tecnología para corregir los medicamentos del mercado.