Unos gratis, otros de pago: ¿a qué está jugando WhatsApp?

WhatsApp ha metido la marcha atrás en su intención de cobrar. Tras haber enviado desde la semana pasada a los usuarios de Android notificaciones masivas donde se les informaba de la obligación de pagar una licencia anual de 0,89 € si querían renovar la aplicación, la compañía ha comenzado ahora a actualizar gratuitamente -y de forma arbitraria- las licencias de uso del servicio de los usuarios que aún permanecían si pagar. Eso sí, después de que muchos hubiesen emitido ya el pago para evitar la cancelación de la 'app'.

De esta manera, los usuarios que no habían pagado por el servicio y ven ahora cómo éste se actualiza en su móvil de forma automática y gratuita están celebrando en las redes sociales su nueva licencia, que en algunos casos se ha extendido sólo por unos meses y en otros incluso por un año entero. Por contra, los usuarios de WhatsApp que ya habían pagado la licencia se sienten, tal como expresan algunos 'tuits' lanzados estos días, "un poco tontos".

Fuga de usuarios

El temor a una fuga masiva de usuarios españoles a la competencia podría ser la razón principal por la que la compañía ha decidido renovar las licencias de los rezagados en el pago, al menos hasta nuevo aviso. No existe una versión oficial, pero en la práctica WhatsApp está reculando. Desde que se conoció el anuncio del pago obligatorio, una gran mayoría de internautas había puesto el grito en el cielo ante esta exigencia. En paralelo, a través de internet se ha creado un flujo constante de información sobre las alternativas gratuitas al servicio de mensajería móvil más popular del mundo.

De hecho -y coincidiendo con el anuncio de Whatsapp-, su competidor más aventajado hasta el momento, la compañía japonesa Line, anunció la semana pasada una campaña publicitaria -sin precedentes en el ámbito de las 'apps' gratuitas- dirigida a la televisión española. Se trata de un 'spot' dirigido por el cineasta Juan Carlos Fresnadillo y protagonizado por los actores Hugo Silva y Michelle Jenner. Su lema: “La vida es más divertida con Line”. Los japoneses también han insistido en un mensaje que hace mucho daño a WhatsApp: "Seremos siempre gratuitos".

Nuevo incendio en las redes sociales

Tras la indignación generada en la red a raíz del anuncio que ponía fin a años de gratuidad y de rumores, muchos usuarios del servicio se declararon en rebeldía contra el pago de 0,89 euros, animando a los demás a marcharse a la competencia.

La contrarréplica a este movimiento de indignación viral fue la de aquellos usuarios que criticaban la racanería de los españoles que se negaban a pagar una cantidad tan pequeña al año por una aplicación tan útil. Aunque existen decenas de alternativas a este servicio de mensajería móvil, lo cierto es que para una gran mayoría de usuarios WhatsApp se ha convertido en imprescindible, por lo que ante la exigencia del pago siguieron el camino más sencillo: pagar para renovar la licencia.

Sin embargo, después del incendio no ha llegado la calma, sino un incendio nuevo. Los usuarios han comenzado a recibir mensajes donde la aplicación Whatsapp les informa de la actualización gratuita del servicio.

Y una vez más, las redes sociales han vuelto a hacerse eco de la noticia con la polarización de opiniones habitual. De un lado, los usuarios que se habían negado a pagar, y que ahora se felicitan por haber conseguido una actualización de forma gratuita. Del otro, los usuarios que habían pagado ya y que ahora se sienten engañados por haber contratado un servicio que para otros usuarios sigue siendo gratis. La polémica está servida.

A WhatsApp la jugada le ha debido de salir redonda. Por una parte, ha generado ingresos a costa de los usuarios que se han decidido a renovar la licencia. Por otra, mantiene a su masa de usuarios críticos con el servicio de pago a través de esta nueva ola de renovaciones automáticas y gratuitas. Al menos, hasta la próxima jugada.