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Google invierte 9,68 millones de dólares en 'lobbys' para protegerse de la ley SOPA
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ES LA TECNOLÓGICA QUE MÁS GASTA SEGUIDA DE MICROSOFT

Google invierte 9,68 millones de dólares en 'lobbys' para protegerse de la ley SOPA

Google gastó en 2011 un 88% más de lo que destinó en 2010 al lobby, según Lobbying Disclosure Act. Es decir, lo que vienen a ser

Foto: Google invierte 9,68 millones de dólares en 'lobbys' para protegerse de la ley SOPA
Google invierte 9,68 millones de dólares en 'lobbys' para protegerse de la ley SOPA

Google gastó en 2011 un 88% más de lo que destinó en 2010 al lobby, según Lobbying Disclosure Act. Es decir, lo que vienen a ser  9,68 millones de dólares frente a los 5,16 millones del pasado ejercicio. El gigante de Montain View se convierte de esta forma, en la compañía tecnológica que más invierte en esta actividad por delante de Microsoft, que era la que ostentaba este dudoso privilegio. ¿Las razones? Pueden ser varias, pero de lo que no cabe duda es que se producen en un año en el que se han debatido diferentes temas legales que afectan a algunos de sus negocios como el posible abuso de poder en el sector de las búsquedas online o los ‘problemas’ con los anuncios ilegales en su red de publicidad, sin hablar claro está, del tema estrella: la ley SOPA y PIPA.

Hacer lobby es una actividad que consiste en influir sobre el Congreso a favor de ciertas leyes. Es legal siempre que la realicen las personas y las empresas que están registradas para ese propósito, y aunque tienen muy mala fama es bastante común en EEUU. Sencillamente, nadie llega a la presidencia sin obligaciones hacia las personas físicas o jurídicas que han financiado su campaña. El sitio en Internet Center for Responsive Politics sin ir más lejos, desveló el incremento de las donaciones por parte de los distintos lobbys a los miembros del Congreso para, entre otras cosas, 'blindar' a la Cámara frente a posibles reformas o modificar otras. Entre los grupos de presión más influyentes según la revista Forbes destaca el de las farmacéuticas, las aseguradoras, la Asociación Nacional del Rifle o el del los propios sindicatos. Hasta la comunidad judía estadounidense cuenta con grupos como la AIPAC, ZOA, la Conferencia de Presidentes, el Fórum de Política Israelí, el Congreso Judioestadounidense, la ADL, Estadounidenses por un Israel Seguro o Amigos Estadounidenses del Likud. Así hasta más de ochenta organizaciones de ámbito nacional, sin contar los think tanks y Comités de Acción Política (CAPs) dedicados a un objetivo común: financiar y promover única y exclusivamente a los candidatos al Congreso y presidentes más afines con el movimiento sionista. Y como no podía ser de otra forma, las tecnológicas no son menos. 

Mientras que muchas compañías en EEUU se han tomado un respiro a la hora de invertir más dinero en los distintos grupos de presión como consecuencia de la crisis, el sector tecnológico ha sacado músculo y se ha desmarcado del resto. Según un análisis realizado por el sitio Center for Responsive Politics, las tecnológicas se gastaron más de 130 millones de dólares en el último año en distintos grupos de presión, convirtiéndose este sector en uno de los que más gasta. No en vano, en la palestra han estado en juego temas como la reforma de patentes de software, la nueva legislación sobre la banda ancha y ahora la ley SOPA.

Las empresas que gastaron más dinero este año fueron Apple, Cisco, Expedia, Facebook, Intuit, SAP, Yahoo, Texas Instruments y Verisign, según documentos del Senado. Pero no son las únicas en invertir dinero para presionar en el Congreso. Otras como Comcast. AT&T, HP, Oracle, Entertainment Software Association, Intel, IBM, Amazon o Dell también están entre la lista de los que más gastan cada trimestre. Según Ray Bjorklund, vicepresidente de Deltek Inc. 's FedSources, una firma de investigación, y en declaraciones a la cadena estadounidense CNN, la razón se debe a la fuerte competencia.

Y el caso es que parece que les está funcionando. El pasado año Barack Obama se reunió con distintos líderes de las empresas tecnológicas  en la llamada ‘Cumbre de Silicon Valley’, y llegó a declarar (copa en mano, sentado entre Mark Zuckerberg y Steve Jobs), que EEUU era el país de Google y Facebook en una fiesta privada, en la casa de John Doerr, socio de Kleiner Perkins Caufield & Byers, en Woodside, California, en la que además se encontraban personalidades tales como el CEO de Cisco Systems, John Chambers, el de Oracle, Larry Ellison, de Netflix, Reed Hastings, el presidente de Yahoo! Carol Bartz, el CEO de Twitter Dick Costolo y por descontado, Eric Schmidt, entre otros. Algo que resumió muy bien el portavoz de Google, Dan Martin: "En los últimos años, Internet se ha convertido en una gran parte de nuestra vida, así que naturalmente se ha convertido en una gran parte de la atención en Washington DC".

Google, crónica de un lobby anunciado

Tras la fuerte inversión de Google, Microsoft, que en 2011 destinó 7,34 millones de dólares a estas tareas, ha quedado relegado al segundo puesto. Algo que por otra parte, ya se esperaba. Al margen de los avisos vía los expertos citados por Politico.com que anticiparon que esta inversión iría hasta final de año por eso de que el Capitolio tenía que tomar “decisiones importantes” en los próximos meses, lo cierto es que e n 2010 ya se vio cómo la compañía de Montain View superaba a Yahoo!, (2,2 millones), Facebook (351.390) y Apple (1,6 millones) juntos. 

No fue la única pista. Por aquel entonces la Comisión Federal de Comercio presentó  un documento en donde señalaba que la compañía había invertido más de 2 millones de dólares en grupos de presión en los meses de abril a junio, lo que significaba el aumento de un 54% en relación a los  1.34 millones gastados el año anterior.

Google gastó en 2011 un 88% más de lo que destinó en 2010 al lobby, según Lobbying Disclosure Act. Es decir, lo que vienen a ser  9,68 millones de dólares frente a los 5,16 millones del pasado ejercicio. El gigante de Montain View se convierte de esta forma, en la compañía tecnológica que más invierte en esta actividad por delante de Microsoft, que era la que ostentaba este dudoso privilegio. ¿Las razones? Pueden ser varias, pero de lo que no cabe duda es que se producen en un año en el que se han debatido diferentes temas legales que afectan a algunos de sus negocios como el posible abuso de poder en el sector de las búsquedas online o los ‘problemas’ con los anuncios ilegales en su red de publicidad, sin hablar claro está, del tema estrella: la ley SOPA y PIPA.