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La magia de las Polaroid vuelve... con otro nombre
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La magia de las Polaroid vuelve... con otro nombre

La cámara Polaroid ha sido uno de los iconos del siglo XX: sus instantáneas con marco blanco han sido un fetiche de artistas y aficionados a

Foto: La magia de las Polaroid vuelve... con otro nombre
La magia de las Polaroid vuelve... con otro nombre

La cámara Polaroid ha sido uno de los iconos del siglo XX: sus instantáneas con marco blanco han sido un fetiche de artistas y aficionados a la fotografía, y todo parecía acabado con la revolución digital, pero un grupo de irreductibles tiene un proyecto para devolverla a la vida.

En junio de 2008 las películas de la legendaria máquina de fotos dejaron de fabricarse. Muchos aficionados han peregrinado de tienda en tienda a la caza de alguno que quedase en un inventario olvidado. Pronto no tendrán que hacerlo, a principios del año que viene podrán comprar nuevos carretes para sus Polaroid. "La idea es que no haya ningún espacio vacío entre el fin de los stocks a principios del año 2010 y la nueva película para las cámaras", indica en Viena  Florian Kaps, impulsor de The Impossible Project (El proyecto imposible), un nombre en clave que revela las incertidumbres iniciales.

El lema también es un homenaje al inventor de la película Polaroid, Edwin Land, y a una de sus célebres frases que preside la nueva aventura: "no emprendas un proyecto hasta que sea manifiestamente importante y casi imposible".

La idea surgió el mismo día del cierre de la fábrica de películas de la marca en Enschede (Holanda). Kaps, de 39 años, era uno de los invitados a la clausura porque gestionaba polanoid.net, la mayor comunidad virtual de aficionados a ese tipo de fotografía. Allí coincidió por casualidad con André Bosman, hasta entonces uno de los ejecutivos de la empresa, y pronto otra decena de trabajadores de Polaroid se embarcaron en el desafío de inventar un producto que tuviera las mismas características de la Polaroid.

La nueva película aún no tiene nombre ya que el de la marca estadounidense no lo pueden utilizar por razones de derechos, pero mantendrá sus señas de identidad: su definitorio marco blanco, el característico olor químico, los colores desteñidos y el minuto de espera hasta que las imágenes se revelen poco a poco.

La cámara Polaroid ha sido uno de los iconos del siglo XX: sus instantáneas con marco blanco han sido un fetiche de artistas y aficionados a la fotografía, y todo parecía acabado con la revolución digital, pero un grupo de irreductibles tiene un proyecto para devolverla a la vida.

En junio de 2008 las películas de la legendaria máquina de fotos dejaron de fabricarse. Muchos aficionados han peregrinado de tienda en tienda a la caza de alguno que quedase en un inventario olvidado. Pronto no tendrán que hacerlo, a principios del año que viene podrán comprar nuevos carretes para sus Polaroid. "La idea es que no haya ningún espacio vacío entre el fin de los stocks a principios del año 2010 y la nueva película para las cámaras", indica en Viena  Florian Kaps, impulsor de The Impossible Project (El proyecto imposible), un nombre en clave que revela las incertidumbres iniciales.

El lema también es un homenaje al inventor de la película Polaroid, Edwin Land, y a una de sus célebres frases que preside la nueva aventura: "no emprendas un proyecto hasta que sea manifiestamente importante y casi imposible".

La idea surgió el mismo día del cierre de la fábrica de películas de la marca en Enschede (Holanda). Kaps, de 39 años, era uno de los invitados a la clausura porque gestionaba polanoid.net, la mayor comunidad virtual de aficionados a ese tipo de fotografía. Allí coincidió por casualidad con André Bosman, hasta entonces uno de los ejecutivos de la empresa, y pronto otra decena de trabajadores de Polaroid se embarcaron en el desafío de inventar un producto que tuviera las mismas características de la Polaroid.

La nueva película aún no tiene nombre ya que el de la marca estadounidense no lo pueden utilizar por razones de derechos, pero mantendrá sus señas de identidad: su definitorio marco blanco, el característico olor químico, los colores desteñidos y el minuto de espera hasta que las imágenes se revelen poco a poco.

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