Wave, la fruta prohibida de Google

El futuro en Internet se escribe en seis letras: "social"'. Y todo lo que esté lejos de herramientas en las que los usuarios interactúen unos con otros estará abocado al fracaso. Google lo sabe bien y se niega en redondo a perder su parte de parcela en este jugoso mercado. Lo intentó sin éxito con Orkut, pero ahora parece decidida a la victoria con un nuevo y misterioso servicio que ha sido bautizado como Wave (ola) y del que por el momento únicamente disponemos de un vídeo explicativo. Wave es algo diferente y Google ha querido dejarlo claro desde el inicio. Para empezar, la forma de presentarlo: un par de desaliñados australianos y con aspecto campechano saltaron al estrado en el congreso de desarrolladores de la casa bautizado como Google I/O. Google rompe moldes pero sobre todo huye de formalismos estéticos y quiere dejar claro que su única preocupación es el producto. Así, el jefe de desarrollo de producto de Wave, Lars Rasmussen, comenzó a desgranar el que posiblemente sea uno de los productos con mayor peso en la copiosa cartera de los californianos.

Por resumirlo brevemente, Wave es la evolución lógica del correo electrónico en el que se conjugan las redes sociales, el propio e-mail, las fotos, vídeos... en definitiva, recoge lo mejor de cada servicio (ya sea el e-mail, Faceboo, Twitter), lo criba y agrupa de forma que nos aparezca de forma coherente y legible en la pantalla de nuestros navegadores. Porque Wave -y esta puede ser una de las claves de su éxito- se basa en los navegadores de Internet convencionales y no es necesario instalar ningún programa adicional. De hecho, la propia denominación del servicio explica de forma muy gráfica lo que hace: un usuario crea una 'Wave' (ola) con un determinado contenido, por ejemplo, "mis vacaciones" a la que invita a una serie de amigos y familiares. Los invitados podrán participar en la conversación bien en tiempo real o cuando se conecten y podrán enriquecerla con fotos, vídeos y demás contenido multimedia.

Wave es la consecuencia de uno de los grupos de desarrollo más autónomos que ha existido en Google, tal y como reconoció el mismísimo Sergey Brin. Desarrollado por los hermanos Rasmussen, prácticamente se encerraron sin ver a nadie hasta que pudieron enseñar algo provechoso a la dirección de la compañía, y así sucedió cuando tras años de desarrollo, Lars Rasmussen afirmó que el e-mail y los programas de chat quedarían obsoletos tal y como le ha sucedido al teléfono y a la carta convencional. El nuevo pupilo de Google no se encasilla en su parcela como lo hacen Twitter y Facebook: hay conversaciones que pueden ser privadas y otras públicas y el usuario lo puede determinar en cada momento. No tendrá publicidad directa como suele ser habitual en Google y tendrá una capacidad ilimitada.

Wave sigue los cánones de la casa al estar hecho en una plataforma abierta, y aunque se lanzará oficialmente este mismo año, ha sido presentado con antelación a los desarrolladores para que vayan dotándolo de aplicaciones y servicios de forma que no esté 'cojo' en su puesta de largo. Con esta nueva herramient, Google deja claro que quiere seguir liderando Internet, y por muchos años, y la única forma de hacerlo es siempre ir un paso por delante de la competencia -por descontado-, pero también de los propios usuarios a los que va adoctrinando, eso sí, a cambio de obligarles a entregar lo más valioso de cada uno: su privacidad. Como dijo un usuario de un foro hablando del asunto y jugando con las palabras: 'Wave goodbye to Facebook and Twitter" (Adiós a Facebook y Twitter).