Una gran tormenta en Zaragoza obliga a actuar a los buceadores para rescatar a gente atrapada en sus vehículos

Una fuerte tromba de agua —54,2 litros por metro cuadrado en menos de una hora en algunos puntos de la capital— ha afectado desde el jueves por la tarde a la provincia de Zaragoza y a su capital, dejando a numerosas personas atrapadas en sus vehículos. En esta situación los bomberos, equipos de buceadores, Policía Local y operarios de limpieza han tenido que intervenir a lo largo de la tarde y la noche, aunque no ha habido ningún herido. Así, más de 200 personas están trabajando en las zonas afectadas.

Las afecciones, que se han extendido por toda la ciudad, aunque especialmente en el Bajo Aragón y la capital, han obligado a interrumpir el servicio del tranvía y a desviar numerosas líneas de autobús, según ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza. La situación más grave se ha producido en el Tercer Cinturón, a la altura del Barranco de la Muerte, donde numerosas personas han quedado atrapadas en sus vehículos y se han vivido "momentos verdaderamente muy complicados", que han forzado a rescatar a más de una decena de personas que o bien estaban en el interior de sus vehículos, o bien se encontraban agarradas al arbolado de la calle.

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Los nueve equipos del servicio de la sociedad Ecociudad, encargada de las infraestructuras de saneamiento y abastecimiento, han estado a pleno rendimiento, así como la Policía Local para controlar cruces aquellos lugares donde los semáforos se habían quedado sin suministro eléctrico, como la avenida Ciudad de Soria o Caminos del Norte, o que se encontraban anegados por la obstrucción del alcantarillado a consecuencia de las hojas que ha arrastrado el granizo, el agua y las rachas de viento que han acompañado a la tormenta, alcanzando los 92 km/h.

Para ello, según diversas fuentes, se han tenido que utilizar distintas técnicas, de cuerdas a rescates verticales desde la autoescala, y un camión todoterreno de los de incendios forestales para poder llegar a puntos donde había personas atrapadas. También se ha tenido que rescatar a personas de coches en el entorno de Los Enlaces. El inspector jefe de Bomberos, Eduardo Sánchez, ha afirmado que la lluvia "ha colapsado viales", y "lo que nos preocupaba era rescatar a la gente que ha quedado atrapabda en los vehículos, encima de los árboles, y esto es lo hemos priorizado".

Han sido decenas las calles de Zaragoza que se han visto afectadas y numerosas líneas de autobús las que han tenido que ser desviadas.Además, la célula de la tormenta también ha causado afecciones a viviendas, locales y bajos en Cuarte de Huerva y en el Burgo de Ebro, municipio donde se han evacuado a ocho personas, cuatro de ellos menores, de dos viviendas de manera preventiva debido a la entrada de agua en el edificio en el que viven.

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Del mismo modo, se ha tenido que cortar la autovía A23 a la altura del kilómetro 274, sentido Teruel, ha informado la Guardia Civil, que ha desplazado a las zonas afectadas efectivos de Seguridad Ciudadana y de la Agrupación de Tráfico.

Debido a esta circunstancia, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha solicitado a la Delegación del gobierno una reunión de una Junta Local de Seguridad lo antes posible para poder reclamar ayudas con las que hacer frente a los daños provocados, ya que prevé a que nivel económico los costes ascienden a "millones de euros".

En Vitoria, una granizada deja un herido y muchos daños

La intensa granizada que ha caído este jueves en Vitoria ha causado al menos un herido y daños materiales en el mobiliario urbano, árboles y vehículos. Sobre las 20:15 horas un frente ha cruzado la ciudad de norte a sur y ha descargado una importante cantidad de granizo, con hielo del tamaño de pelotas golf.

Garajes, puentes y aparcamientos subterráneos han sido los refugios de los vitorianos que se han visto sorprendidos en sus vehículos y han tenido que cobijarse donde han podido por la intensidad de la granizada.

Varias calles han quedado anegadas debido a que las ramas y hojas de los árboles han obstaculizado los desagües, lo que ha provocado dificultades en el tráfico de la capital vasca que no vivía una tormenta de este calado desde el 1 de julio de 2009.