¿Qué le pasó a Mayte Cantarero? Los interrogantes tras el hallazgo del cuerpo de la joven desaparecida en Rivas Vaciamadrid

Había viajado desde Córdoba hasta Madrid en busca de trabajo, y llevaba desde finales de 2019 residiendo en la casa de unos familiares en Rivas Vaciamadrid, pero desde el pasado domingo, 6 de septiembre, nadie sabía nada de ella. Mayte Cantarero Parlón, una joven cordobesa de 27 años, abandonó la vivienda del municipio ubicado al sureste de Madrid sobre las 17:00 de la tarde de aquel día, sin apenas decir nada, contestó algún mensaje de WhatsApp, pero en torno a la medianoche su teléfono se desconectó y nunca más se supo de ella. Hasta el jueves de esta semana, cuando la Guardia Civil comunicó que había encontrado su cuerpo sin vida en una zona de la Laguna del Campillo, en el Parque Regional del Sureste.

Sobre las 11:00 de la mañana del jueves el equipo del Grupo de Montaña de la Guardia Civil, que sobrevolaba la zona con un helicóptero, logró visualizar algo que llamó la atención de los efectivos. Después de trasladarse hasta la zona los agentes localizaron un cadáver cuyas características, ya desde el inicio, coincidían con las de la joven desaparecida. ¿Qué se sabe hasta el momento de este caso? Fuentes de la investigación han señalado a la agencia Europa Press que la joven se precipitó desde una altura de entre diez y quince metros, y que todo apunta a que no fue víctima de ningún delito ni hecho violento.

"Se trata de una zona muy abrupta, cortados verticales, zonas con gran verticalizada. Hay mucha maleza y sin calzado adecuado es peligroso. Es una zona muy difícil con masa arbórea que dificulta la visión. Hay cuevas, pozos y ayer se batió la zona. Posiblemente está a varios kilómetros de la zona en la que vieron a la joven por última vez los testigos", dijo el jueves la portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, Mercedes Martín. Los agentes, junto a efectivos de Protección Civil y Policía Local de Rivas Vaciamadrid llevaban varios días rastreando el Parque del Sureste de Rivas. La búsqueda de esta joven de origen cordobés de 27 años se basaba en los testimonios de las últimas personas que la vieron en la zona de los Campamentos.

Sin golpes, disparos ni puñaladas

Los médicos que certificaron su muerte observaron que el cadáver tenía los golpes y magulladuras propios de una caída en un lugar como en el que ocurrió todo, y que aparentemente el cuerpo de Mayte Cantarero no presentaba ninguna puñalada, disparo o golpe intencionado. Partiendo de este punto, 'a priori' los investigadores descartan que se trate de un homicidio y se centran en un acto autolítico o una caída accidental como causa de la muerte. Por el estado del cuerpo, expuesto a las altas temperaturas de los últimos días, podría haber fallecido pocas horas después de la desaparición. La joven sufría depresión y algunos antecedentes médicos en este sentido, derivados de una situación de maltrato, por la que estaba recibiendo tratamiento farmacológico, según las mismas fuentes.

En declaraciones a Europa Press, la hermana de Mayte explicó que salió sin avisar de la casa de la urbanización, llevándose únicamente el móvil, unos auriculares y el tabaco. "Nunca se había fugado ni tenía motivos para ello. Además, siempre que iba a algún sitio le decía a su madre dónde iba a salir y siempre nos avisaba", señaló. La familia interpuso al día siguiente una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, que lleva la investigación de la desaparición y ha establecido un dispositivo de búsqueda. El teléfono de la joven perdida dio tono hasta la 1 de la madrugada del lunes, momento desde el cual comenzó a responder como apagado o fuera de cobertura.