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¿Por qué los (mejores) relojes vienen de Suiza?
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la revolución mecánica

¿Por qué los (mejores) relojes vienen de Suiza?

Si la puntualidad siempre ha estado ligada a los británicos, la precisión y la calidad relojera sólo tienen una cuna, el país alpino

Foto: Uno de los nuevos relojes SISTEM51 Irony
Uno de los nuevos relojes SISTEM51 Irony

Suiza es sinónimo de chocolate, de montañas esquiables y de navajas, pero, sobre todo, el país helvético es conocido mundialmentedesde hace cinco siglospor sus relojes. Calidad, excelencia y tradición son tres adjetivos que van de la mano de la relojería que lleva grabado ‘swiss made’.

Tal denominación es la garantía de que un reloj cumple con los requisitos que lo hace 100% suizo: primero, debe tenerun movimiento (mecanismo) hecho en Suiza; en segundo lugar, ese movimiento del reloj tiene que estarintroducidoen la caja en el país alpino; y por último, el fabricante debe realizar las pruebas finales del reloj en Suiza. La leyenda ‘swiss made’ estáprotegida por las leyes suizas y tratados internacionales, al igual que las denominaciones de los vinos o el tequila mexicano.

Pero, ¿por qué Suiza? Históricamente este había sido el país en el que más se había desarrollado el arte de la relojería. Sin embargo, en los años 70 del siglo XX llegaron los japoneses y los chinos a este mercado; los primeros con los relojes de cuarzo y, los segundos, ofreciendo réplicas casi exactas a un precio inferior. El empresario suizo Nicolas Hayek fue el encargado de revitalizar la industria relojera, reinventando el concepto de reloj, dándole un matiz que hasta ahora ni se contemplaba,el reloj como accesorio de moda. Bajo esta idea nació Swatch, en el año 1983, cuando las dos principales relojeras de la época, ASUAG y SSIH, se fusionaron.

La primera seña de identidad de la nueva empresa fue el número de piezas de sus relojes:de 90 se pasó a 51, lo que redujo en un 80% el coste de producción en comparación con otras gamas.

Si bien Swatch llegó al ‘mundillo’ de los relojes para mejorar la relación calidad-precio, fue másla creación de un concepto novedoso y diferentepor lo que se consolidó y destacó frente a su competencia. Esto hizo de Swatch una marca única capaz de crear colecciones con motivos diferentes, que de hecho podían ir dirigidas a distintos tipos de personas y no sólo a los jóvenes.

El éxito de la firma fue inmediato, en su segundo año de comercializaciónse superaron las expectativas de ventas, 2,5 millones de unidades. Las muñecas europeas y mundiales comenzaban a lucir otro tipo de reloj, con color, con un precio más asequible, y lo más importante, la mentalidad de los compradores cambió:empezabana pensar cuál seríael próximo modelo que lucirían.

Swatch estableció tiendas propias y se asoció con distintos artistas, de tal modo quecada estación del año contaba con una nueva colección, única, irrepetible y con una campaña de publicidad detrás muy potente, otra de las señas de la compañía.

La revolución mecánica ya está aquí

La marca reina de la relojería nunca ha dejado de innovar. Esta vez ha creadouna gama más formal, orientada a aquellos clientes que no deciden cambiar de reloj hasta que el suyo deja de funcionar. Con esa idea nacen losSISTEM51 Irony, relojes mecánicos a un precio asequible y sin desligarse de la moda.

Los SISTEM51 Irony son relojes automáticos, compuestos de tan sólo 51 componentes, un tornillo único y 90 horas de reserva de marcha. Fue tal el éxito de su antecesor, los relojes SISTEM51, que Swatch abriótiendas inspiradas en este modelo, con una columna central en honor al tornillo único de la que partían las vitrinas.

Relojes de colores, de plástico, metálicos o automáticos. Swatch, sin duda, sigue siendo un buen ejemplo de industria capaz de desafiar el statuquo… y triunfar.

Suiza es sinónimo de chocolate, de montañas esquiables y de navajas, pero, sobre todo, el país helvético es conocido mundialmentedesde hace cinco siglospor sus relojes. Calidad, excelencia y tradición son tres adjetivos que van de la mano de la relojería que lleva grabado ‘swiss made’.