Los bancos solo suponen un 10% de las deudas universitarias

Pocos alumnos que cursaron hasta 2006 en la Universidad Miguel Hernández de Elche reconocerían el campus actual. Un préstamo de 70 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) levantó la mayoría de facultades, aularios, departamentos y edificios administrativos del centro. Hasta hace dos años, más de tres cuartas partes de la deuda total de la Miguel Hernández era con el BEI.

Las 33 universidades públicas con cuentas disponibles en 2015 cerraron el curso con una deuda de 178,8 millones de euros a bancos y otras entidades de crédito, lo que supone una décima parte del déficit total. Los centros logran reducir en 25 puntos el dinero a pagar a corto y largo plazo. En 2008, más de un tercio de lo que las universidades debían era a entidades de crédito. La porción se redujo progresivamente hasta 2014, cuando alcanzó un mínimo del 9,6%.

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Según las cuentas publicadas sobre el último año, al menos el 10% de lo que deben nueve universidades corresponde a los bancos, destacando la Universidad Miguel Hernández de Elche, seguida por los campus de Zaragoza, con casi la mitad de su deuda (45,2%), y la Universidad Complutense, con un 42,5%.

La Universidad de Elche debe 31 millones de euros a entidades de crédito y otros 12 a acreedores. Pero desde el campus alicantino ya advierten de que sus cuentas “destacan por el activo y no por el pasivo”. La frase es de Juan José Bolufer, que, además de enseñar sobre contabilidad financiera y auditorías, es vicegerente de Asuntos Económicos. Bolufer explica que la deuda con el Banco Europeo de Inversiones es fruto de un mecanismo de financiación que ingenió una ahogada Generalitat valenciana.

“El Govern no se podía endeudar porque estaba en el límite. Nos propusieron que fuese la universidad quien firmase el préstamo con el Banco Europeo”, apunta el economista. El juego a tres se completa con la Generalitat abonando las amortizaciones del préstamo a la universidad. “Ellos pagan, indirectamente, toda la inversión que se ha hecho en el campus”, concluye. El préstamo firmado a largo plazo en 2006 estará liquidado en cinco años. “Es pacífico para nosotros. Ojalá todas las operaciones fuesen así”, mantiene el vicegerente.

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La Universidad de Zaragoza acordó aumentar la deuda con entidades de crédito para amortizar el pasivo con acreedores, argumentan desde la institución aragonesa. Además, tras años de litigio por impagos con la Junta de Aragón, ambos organismos acordaron en noviembre que el Gobierno autonómico asumiese los 14 millones de deuda a largo plazo de la universidad.

Más complejo es el caso de la Universidad Complutense de Madrid, donde la deuda a entidades de crédito se multiplicó entre 2014 y 2015, pasando de 18,2 a 66,5 millones de euros. Casi dos cuartas partes de su deuda total corresponde a bancos, a diferencia de las dos siguientes universidades más endeudadas, la Politécnica y la General de Valencia, que apenas acumulan pasivo con ellos.

El vicerrector de Planificación Económica y Gestión de Recursos de la Complutense, Javier Sevillano, expone que la deuda con entidades de crédito se dispara en 2015 porque es entonces cuando se activa el plan de pago a proveedores. “El año pasado empezó a amortizar, ya que hasta 2014 solo se pagaron intereses”, indica Sevillano. En ese curso, la deuda con entidades bancarias apenas representaba un 1% del total.

El campus madrileño es el más endeudado de España, después de cerrar el balance económico de 2015 con más de 156 millones de euros de deuda el año pasado. El pasivo de la Complutense supone cerca del 10% de la deuda contraída por las 33 universidades españolas que hicieron públicas sus cuentas el último curso. Entre ellas suman 1.599,4 millones de euros, un 15,8% más que en 2008.

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