La obsesión por el 'fitness' de las embarazadas que quieren lucir abdominales

Quedarse embarazada y no coger ni un gramo de más. Aunque parezca imposible, Sarah Stage lo ha conseguido. A esta modelo de 30 años le queda menos de un mes para dar a luz, pero su figura luce igual de tonificada que antes de engendrar al bebé que está esperando. Si bien es cierto que su cintura ha aumentado de volumen debido al crecimiento del feto, el resto de su silueta se mantiene igual que atractiva que siempre.

Sarah, que tiene más de 1,3 millones de seguidores en Instagram, presume en sus perfiles de redes sociales de una espléndida forma física que mantiene gracias al ejercicio moderado. La estadounidense ha reconocido en declaraciones al ‘Huffington Post’ haber seguido una exhaustiva “formación prenatal” y no ha faltado a sus clases de Pilates. Pero no todo son buenas palabras hacia la figura de Stage.

Sus marcados abdominales han levantado la polémica entre quienes afirman que el deporte en embarazadas no debe ser tan estricto como para definir de manera tan clara los músculos ventrales. El motivo de que deba evitarse el ejercicio extremo es que la sangre debe concentrarse en la musculatura y puede llegar a afectar negativamente en el desarrollo del feto. “Mi médico dice que el bebé está sano, y eso es todo lo que importa”, afirma la futura mamá del pequeño.

El caso de Sarah Stage, que sólo ha ganado 9 kilos durante el embarazo, recuerda al que retrató ‘El Confidencial’ el pasado mes de enero informando sobre la atleta Meghan Uphres. Esta mujer se hizo famosa después de que, embarazada de 9 meses y con una dilatación vaginal de un centímetro, continuara con su rutina deportiva levantando pesas de hasta 100 kilos.