La ‘X’ de la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta, suma y sigue

Situación económica compleja en toda España; gastos familiares contenidos y política de ‘ajuste de cinturones’; desempleo persistente; mercado laboral agarrotado… Son las grandes cifras económicas de nuestro país, que aunque con indicios de mejora y buenas expectativas en el horizonte, siguen en cuarentena, en vigilancia intensiva.

En este escenario de dificultades, las aportaciones a través del Impuesto sobre la Rentade las Personas Físicas (IRPF) a la Iglesia Católica no sólo no han descendido sino que han repuntado en tiempos de crisis. Concretamente, nueve millones de contribuyentes españoles -unos 900.000 más que en 2006- marcaron la ‘X’ de la casilla de la Iglesia Católica en el IRPF de 2012 (Campaña de la Renta de 2013); así, el importe recaudado y asignado por este concepto fue de 249.051.689 euros, casi dos millones más que en el ejercicio precedente. Un motivo para felicitarse, en opinión de la Conferencia Episcopal.

Según la Conferencia Episcopal, “la valoración es positiva”, aunque “los datos nos muestran cómo la crisis sigue afectando al sistema, ya que la Iglesia percibirá 3,6 millones de euros menos que hace cuatro años, a pesar de disponer de 150.000 declaraciones más con asignación".

Enel mapa autonómico, Madrid, Andalucía y Cataluña son las comunidades que más recursos aportan a la Iglesia Católica, mientras que Castilla-La Mancha, Murcia y Extremadura son las regiones en las que más se marca la casilla de asignación a la Iglesia en el IRPF.

La Conferencia Episcopal ha remarcado el interés que tiene en que se conozca el destino de cada euro que llega por la vía de la recaudación de Hacienda dentro de su campaña XTantos. Partidas económicas para educación, atención a la infancia, ancianos, discapacitados, inmigrantes…

El secretario general de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, indica que detrás de las cifras "está la decisión de ciudadanos libres, contribuyentes, que ven cada año, mediante la 'X', una manera de ayudar a la construcción social. Ayudar a los fines de la Iglesia, que son fundamentalmente espirituales y evangelizadores, pero que tienen tras de sí una labor asistencial, de promoción humana, cultural, educativa y de presencia en el mundo de la misión, y también de la ayuda y de la opción por los más pobres".