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Lucía Figar: “Teníamos que elegir entre contratar interinos o pagar las becas”
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AGUIRRE MANTIENE EL PULSO CON LOS PROFESORES

Lucía Figar: “Teníamos que elegir entre contratar interinos o pagar las becas”

La chispa saltó el pasado 4 de julio. Ese día, Alicia Delibes, viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid, envió a todos los institutos públicos

Foto: Lucía Figar: “Teníamos que elegir entre contratar interinos o pagar las becas”
Lucía Figar: “Teníamos que elegir entre contratar interinos o pagar las becas”

La chispa saltó el pasado 4 de julio. Ese día, Alicia Delibes, viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid, envió a todos los institutos públicos de la región una circular con las instrucciones de funcionamiento del curso 2011/2012. No era una circular de trámite, como la de años anteriores. Entre otras cosas, obligaba a los profesores de secundaria a trabajar dos horas lectivas más a la semana, 20 en lugar de las habituales 18 horas. Los docentes pusieron el grito en el cielo, han pasado todo el verano articulando la protesta y hace dos días anunciaron que el próximo 14 de septiembre, primer día de curso, irán a la huelga.

Sin embargo, Esperanza Aguirre no va a dar marcha atrás. Ni ella ni su consejera de Educación. “Con la crisis económica que tenemos no puedo estar contratando interinos mientras los funcionarios trabajan menos horas de las que recomienda la ley estatal. No hay justificación posible. Tenía que elegir entre los interinos o las becas, los colegios bilingües, las extraescolares, las pizarras digitales… y creo que ésta es la fórmula que menos daña la educación madrileña. La huelga se convocará, pero será un fracaso. Porque son muchos los profesores que comparten nuestro punto de vista”, declaró ayer a El Confidencial Lucía Figar, consejera de Educación y Empleo de la Comunidad de Madrid.

En un contexto económico como el que vive España, es difícil entender que un colectivo de 20.000 trabajadores con empleo fijo y jornada de mañana decida hacer paros selectivos porque el jefe exige trabajar 20 horas semanales. Aguirre lo sabe, y por eso, los mensajes que ha lanzado a la sociedad no han hecho otra cosa que ridiculizar el descontento de estos profesionales.

 Es cierto que sus salarios son bajos -“entre 1.400 y 1.800 euros, sin antigüedad: en la escala más baja, los docentes rasos; en la más alta, los directores de instituto”, explica Gabriel Montes, de CCOO y profesor de Lengua Española en el IES Juan Ruiz, de Móstoles- pero, como contrapartidas, tienen garantizado el empleo, el horario de mañana, los dos meses de vacaciones de verano, todas las fiestas del año y días en Navidad y Semana Santa. Entonces, ¿por qué se quejan?, ¿por 20 horas semanales?

“No. Los docentes protestamos porque los recortes impuestos por Aguirre no sólo nos perjudican laboralmente, también merman la calidad de la enseñanza que ofrecemos a nuestros alumnos”, advierte José Antonio Martínez, responsable del instituto Pío Baroja, de Usera, y presidente de Adimad, la asociación de directores de instituto de la región.

“Hacemos la misma jornada que cualquier empleado público”

“Obviamente, los profesores no trabajan sólo 20 horas semanales. Estas son las horas lectivas. Los profesores trabajamos, como mínimo, 30 horas a la semana, que son las de permanencia obligatoria en el centro. Este año, 20 serán para dar clase, el resto, como en años anteriores, se emplearán en atender a los padres, hacer guardias, tener reuniones con los jefes de estudio y con los compañeros de departamento… La preparación de las asignaturas y la corrección de exámenes se suele hacer fuera de este horario, en casa. Al final, hacemos la misma jornada que cualquier empleado público”, explica Martínez.

En realidad, a los profesores de secundaria dar dos horas lectivas más les da igual, porque la consejería no ha modificado las horas complementarias, esas 30 obligatorias, el problema es que esta decisión deja fuera del circuito a un montón de compañeros y resta tiempo para organizar las actividades académicas y educativas del centro.

El colectivo docente madrileño está integrado por tres tipos de profesionales: los profesores interinos (aprobaron el examen de acceso, pero su nota no fue lo suficientemente alta como para obtener plaza en la función pública), los profesores en expectativa de destino (rotan cada año de centro a la espera de que su antigüedad les permita obtener una plaza fija) y los profesores con destino fijo. Este último colectivo y el de los interinos son los más afectados con los cambios decretados por la comunidad.

La mayoría de los interinos van este curso a la calle. Alrededor de 3.000, según datos facilitados por CCOO. Menos de 1.700, según la consejería de Educación, que se niega a dar la cifra exacta “hasta que no tengamos todas las plantillas cerradas”. Estos licenciados no saldrán de la ‘bolsa de trabajo’, pero en 2011/2012 se quedan colegio y, por tanto, no cobrarán salario alguno. También se verán perjudicados los docentes con destino fijo. Casi 1.300, según Adimad (Asociación de Directivos de Centros Educativos Públicos), “una minoría, como todos los años”, según Figar. Estos profesionales cobrarán su sueldo íntegramente, pero verán dañada la calidad de su empleo: como no hay trabajo para ellos, harán sustituciones, o rotarán por varios institutos durante el curso, o… Es el precio de elevar de 18 a 20 el número de horas lectivas.

Pero no se trata sólo de una cuestión laboral. Las instrucciones de Lucía Figar atentan directamente contra la línea de flotación del sistema, “uno de los pocos logros de la Logse”, en palabras de muchos profesores de secundaria. La consejera de Educación niega la mayor: “Si los horarios se elaboran correctamente, la calidad de la enseñanza no sufrirá perjuicio alguno. Además, yo he adquirido el compromiso de enviar a los inspectores a todos los institutos para conocer los problemas que vayan surgiendo y poder paliar cualquier desajuste que dañe las clases de apoyo”.

Paliar las desigualdades

La ley socialista diseñó tres herramientas para paliar las desigualdades educativas, diferencias que tienen que ver con el nivel socioeconómico de las familias, pero también con las capacidades intelectuales de los escolares.

Estos mecanismos son los llamados ‘desdobles’, para asignaturas como matemáticas, lengua e inglés, que requieren para su aprendizaje menos alumnos por aula, las clases de ‘compensatoria’, aulas de refuerzo para adolescentes con alguna carencia, como el idioma en el caso de los inmigrantes, y la ‘diversificación’, cursos especiales de secundaria “para los chicos que quieren y no pueden”. En este caso, se trata de una ESO adaptada. Y así queda señalado en el expediente de los escolares.

Durante 2011/2012 las aulas de desdoble tendrán más alumnos y serán menos eficaces y se tendrán que reducirse drásticamente las clases compensatorias, según han anunciado profesores y directores de instituto. “Yo tengo más de un centenar de chinos en el centro y me han quitado una clase de compensatoria… No tengo traductores, no tengo nada. Así es muy difícil hablar de calidad”, explica el director del IES Pío Baroja.

En cuanto a las tutorías, uno de los cambios más polémicos, la consejería de Educación ha dado marcha atrás. A principios de julio, anunció que las tutorías tradicionales, en clase, serían sustituidas por reuniones tutor/alumno, y estarían fuera del horario lectivo, para que los profesores dedicaran ese tiempo, una hora semanal, a impartir lengua, matemáticas o inglés. A juicio de los afectados, este cambio debilitaba sus fines pedagógicos, fundamentales en esta etapa escolar. Los últimos días de julio, la consejería optó por dejar en manos de los centros la decisión final: tutorías colectivas o individuales. O las dos.

Los tutores que opten por reunirse una vez al trimestre con cada uno de sus alumnos recibirán un complemento salarial, que inicialmente iba a ser de 25 euros mensuales, y que sujeto a negociación, se duplicará en la oferta que hoy presentará la consejería a los sindicatos. También los jefes de departamento y los coordinadores de nuevas tecnologías cobrarán más por asumir su responsabilidad. La cantidad debe ser negociada, pero rondará los 30 euros. “Antes les quitábamos horas lectivas, ahora les compensaremos económicamente”, anuncia Lucía Figar.

La chispa saltó el pasado 4 de julio. Ese día, Alicia Delibes, viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid, envió a todos los institutos públicos de la región una circular con las instrucciones de funcionamiento del curso 2011/2012. No era una circular de trámite, como la de años anteriores. Entre otras cosas, obligaba a los profesores de secundaria a trabajar dos horas lectivas más a la semana, 20 en lugar de las habituales 18 horas. Los docentes pusieron el grito en el cielo, han pasado todo el verano articulando la protesta y hace dos días anunciaron que el próximo 14 de septiembre, primer día de curso, irán a la huelga.