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El PSOE no entra a matar: sus líderes dudan sobre el toreo
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LOS TOREROS HABLAN DEL TRASPASO DE LA FIESTA NACIONAL

El PSOE no entra a matar: sus líderes dudan sobre el toreo

Se declaran laicos y hacen la comunión; apuestan por lo público y van al hospital privado; critican el lujo y viven en chalés independientes con vigilancia

Foto: El PSOE no entra a matar: sus líderes dudan sobre el toreo
El PSOE no entra a matar: sus líderes dudan sobre el toreo

Se declaran laicos y hacen la comunión; apuestan por lo público y van al hospital privado; critican el lujo y viven en chalés independientes con vigilancia privada; prohíben los chiringuitos y se construyen casas a pie de costa – un ejemplo Blanco en Galicia o Chacón en tierras internacionales –; vetan los toros pero acuden al tendido. He aquí el último caso que se pone sobre el tapete del Ejecutivo: Toros sí o toros no.

 

El Gobierno, y por ende el PSOE, no acaba de enfrentarse a los toros a puerta gayola, con pase de pecho o entrando directamente a matar. El Ejecutivo no termina de mostrar con claridad sus cartas y apostar nítidamente o a favor o en contra de  la fiesta. La ambigüedad reina a la hora de llevar la montera al patio de Moncloa o al de Ferraz. Surge entonces la pregunta: ¿Cómo se ha de interpretar ese doble juego taurino?

Hagamos memoria, en julio el parlamento catalán y con un presidente socialista al frente, José Montilla, se prohíben las corridas y en septiembre se blindan los correbous. El mismo mes, los toreros son recibidos por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde que no sale a recibirles y no consiente hacerse foto alguna con ellos. Durante el verano vimos a otro ministro, José Blanco, disfrutando junto a Rajoy y Feijóo en la plaza de toros de Pontevedra. Allí, no sólo se deja hacer la foto sino que, además, acepta que el diestro Miguel Abellán le brinde el segundo de la tarde. Al ministro se le vio realmente disfrutando con la fiesta.

No es el único caso, en el Senado el PSOE vota en contra de proteger la fiesta como Bien de Interés Cultural. El senador popular Pío Garía Escudero les lanza la pregunta abiertamente “¿A qué tienen miedo? Se les va la fuerza por la boca, porque en realidad no quieren proteger a la Fiesta”. El PSOE argumenta que su negativa se debe a que “las competencias son de las comunidades”. Una argumentación que echa por tierra la Ley 10/1991, de 4 de abril, sobre potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos en su artículo 4.1: “La Administración del Estado podrá adoptar medidas destinadas a fomentar y proteger las actividades a las que se refiere la presente Ley, en atención a la tradición y vigencia cultural de la fiesta de los toros”. Y el último capítulo se ha producido esta misma semana. Los toreros se reúnen con el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba y logran un principio de acuerdo para que pasen a ser competencia del Ministerio de Cultura.

Primer aviso y silencio

 

Como en los toros: primer aviso y silencio. El Confidencial les ha planteado a los toreros qué opinan sobre la posición ambigua del Ejecutivo y han optado por la prudencia. Lejos de entrar a matar Julián López El Juli y Enrique Ponce abogan por no pisar el territorio Zapatero, reconocen que están en un momento muy delicado y lo que menos quieren es mezclar política con toros. “La política a un lado y la fiesta de los toros a otro”, nuestra intención es “despolitizar y consensuar”.

José Miguel Arroyo Joselito nos atendió desde su finca y en la misma línea sólo nos lanzó un “a ver qué pasa”. Se evita el comentario comprometido. Al preguntarle si las graves cogidas que se están produciendo este año se deben a que los toreros se están exponiendo más su respuesta es breve: “Siempre nos exponemos” y termina con un tímido "se han excedido" y "a veces, los excesos pueden producir el efecto contrario”. La fiesta puede estar más viva que nunca.

Por su parte, Miguel Ángel Moncholi, periodista especializado en información taurina cree “que todo forma parte de una jugada estratégica y política. En el Senado el PSOE votó en contra no tanto porque esté contra la fiesta de los toros sino porque está en contra de todo lo que propone el PP. Eso además esconde que no quieren desairar a Montilla y sus socios de Gobierno en Cataluña”.

El último traspaso de Interior a Cultura es una forma de reconocer que la fiesta es un arte. “No lo hacen ni se mojan abiertamente pero, a largo plazo no podrán prohibir en un futuro una expresión artística y cultural”. Al final, de un modo u otro la ambigüedad les permite quedar bien “con unos y otros”.

Si nos descuidamos cambiarán hasta la metáfora de acoso y derribo

El sociólogo, Amando de Miguel, explica a El Confidencial que “intentar suprimir el arte del toro es como intentar suprimir los domingos, la Lotería Nacional o la Semana Santa. Imaginen que hay que quitar las cruces incluso de las tumbas. Es que es una locura. Es la ideología pseudoprogresista que va contra una tradición y eso no es progresar. Esto, además me extraña porque no ganan votos, es otra de tantas cosas absurdas, es como el desfile del pasado fin de semana; como sigan reduciéndolo el año que viene lo hacen en un salón y con un soldado como tropa, bueno es que si nos descuidamos cambiarán hasta las metáforas. "Igual llegará el día en el que no podremos utilizar lo de acoso y derribo o larga cambiada porque estará mal visto”, zanja.

 

Cristina García Moreno, portavoz taurina de la Coordinadora de los Verdes en Madrid no se anda con rodeos a la hora de evidenciar su malestar: “Están jugando a una total falta de compromiso con lo que es la ética y la inteligencia de los españoles para favorecer a grupos obsoletos. El rechazo social a este espectáculo es público y notorio. Esto es un muerto que mantiene vivo a base de tubos y dinero público. El Gobierno está jugando a ser ambiguo y poco comprometido. Deben posicionarse porque igual que hoy en día nadie defiende que se pueda agredir a una mujer o que se pueda contaminar no se debe admitir que se pueda permitir torturar a un animal. Meter las corridas de toros en cultura  es como comparar la melodía de Mozart con un eructo”.

Diferentes posturas ante una posición que es la más cómoda: mansedumbre y a chiqueros.

Se declaran laicos y hacen la comunión; apuestan por lo público y van al hospital privado; critican el lujo y viven en chalés independientes con vigilancia privada; prohíben los chiringuitos y se construyen casas a pie de costa – un ejemplo Blanco en Galicia o Chacón en tierras internacionales –; vetan los toros pero acuden al tendido. He aquí el último caso que se pone sobre el tapete del Ejecutivo: Toros sí o toros no.