Es noticia
Españoles sin complejos, sólo durante el Mundial
  1. Sociedad
¿LA ROJA O LA ESPAÑOLA?

Españoles sin complejos, sólo durante el Mundial

En contadas ocasiones se palpa en las calles la presencia de enormes banderas de España desplegadas en balcones, terrazas, ventanas, áticos, bares, bancos, cafeterías… Cuando el

Foto: Españoles sin complejos, sólo durante el Mundial
Españoles sin complejos, sólo durante el Mundial

En contadas ocasiones se palpa en las calles la presencia de enormes banderas de España desplegadas en balcones, terrazas, ventanas, áticos, bares, bancos, cafeterías… Cuando el Mundial está de por medio el sentimiento patrio parece que se transforma y los españoles muestran sin complejos su enseña nacional. La Selección es, a día de hoy, la única capaz de provocar el baño rojigualda de las calles: ¿hipocresía?, ¿complejo?, ¿ilusión?, ¿orgullo?

 

Los sociólogos creen que estamos ante un Mundial sin precedentes por dos motivos: uno el sentimental y otro el logístico. Amando de Miguel, sociólogo, considera que se trata de “un fenómeno nuevo”. Antes –explica- “con Franco, la gente ponía las banderas de España por orden del régimen, ahora se sacan también en las procesiones, pero esta vez la novedad es que ha sido de forma espontánea, por contagio o porque en el fondo todos llevamos la nación de España dentro y se mantiene inhibida. Tenemos cercenado algo tan natural como la nación a la que pertenecemos”.

El segundo motivo es el logístico, “si alguien compra una bandera fuera del Mundial puede costarle entre 15 y 30 euros, sin embargo, ahora se hacen auténticas superproducciones y en los chinos pueden comprarse banderas por precios de poco más de 1 o 2 euros”. Sin ir más lejos, en la principal fábrica del sector que dirige José Luis Sosa, sólo con motivo del Mundial han vendido cerca de 50.000 banderas. La web también amplía las posibilidades de venta, hay páginas en las que se pueden adquirir banderas en todas sus modalidades: por metros, con escudo, sin escudo, por anchura, con palo, en forma de guirnalda y hasta impresas en pulseras, zapatillas, abanicos o toallas.

Sin complejos con España

Si la misma bandera, pulsera de España o toalla de la playa que estos días lucen muchos españoles, se sacara de forma descontextualizada dentro de unos meses, al margen del Mundial y una vez sofocada la furia española  ¿qué opinaríamos al respecto? ¿qué diríamos del vecino que lleva la pegatina pegada en su coche?, ¿del estudiante que la luce en su muñeca? ¿o del que calza en la playa las chanclas con la enseña?, ¿llevar la bandera es ser de derechas?

La ideología se desdibuja con motivo del Mundial. Para Benigno Pendás, Profesor de Teoría Política en la Universidad Complutense de Madrid, esto puede deberse a que “los españoles tenemos cuestiones importantes pendientes con nosotros mismos. La naturalidad del uso de la bandera debería ser lo normal y efectivamente quienes hoy llevan la bandera al partido no sólo no la llevarán meses después sino que, además, no verán con buenos ojos que la lleven otros. Indudablemente, todos los aspectos tienen una connotación, aunque sí sería bueno que, aprovechando el tirón empezásemos a utilizarla con la mayor naturalidad, como hacen otros países”.

César Vidal, historiador, está convencido de que el fútbol es “una de las pocas cosas que todavía une a los españoles” y tras la decisión de lucir, ahora sí, ahora no, la bandera de España ve un doble y “triste motivo. Por un lado una cierta alergia de la izquierda hacia los signos patrios, y por otro, el complejo de la derecha a que la llamen facha”.

El debate está abierto: Roja o Española

El primero en utilizar el nombre de “La Roja” fue Luis Aragonés. Lo lanzó como quien lanza un deseo, la bautizó así tras regresar y asumir el fracaso de la Eurocopa en 2004. Me gustaría que la conocieran como la Roja confesó, y lo hizo por el color de la camiseta. Fue Cuatro, del grupo Prisa, el canal de televisión que decidió utilizarlo en sus campañas de publicidad para anunciar la retransmisión de los partidos. El marketing o quién sabe qué estrategia acabó eliminando el término de Selección Nacional. De ahí que surja el debate. Hay medios que han llegado a vetar el uso de la Roja y hablan o escriben única y exclusivamente sobre la Selección Nacional, la Española o la Rojigualda y otros que, sin embargo, destierran estos términos y aplican el de la Roja.

Que exista o no tras el vocablo una connotación ideológica provoca opiniones de lo más dispares. Para César Vidal “es una creación del grupo Prisa que elimina así cualquier referencia a España, lo suyo es hablar de la Selección o Selección Nacional que es lo que hacen en países como Alemania, Francia o Reino Unido. Claro que veo también una ridiculez hacer lo contrario, hay medios que hablan ahora de la rojigualda, como si existiera una especie de alternativa. Me parece, insisto, una ridiculez lo de la roja, y otra, buscar alternativa. Es aceptar jugar en el terreno de la manipulación de la izquierda”.

Hay quienes detrás de la Roja no ven más que una forma popular de llamar a una selección donde el amarillo es insignificante en la camiseta, Benigno Pendás prefiere pensar “que no hay connotación alguna. Prefiero creer que no pasa nada porque el nombre popular sea la Roja. Es más, quiero ser bien pensado, aquí  lo que importa no es que la conozcamos con un nombre u otro sino que ganemos”.

La historia del fútbol a la única Roja que conocía era a la de Chile. A la selección holandesa se le llamaba la naranja, a la de Uruguay la celeste y a la francesa la azul “le bleus”. Hay, por tanto, versiones para argumentar las dos opciones.  

Ni hipócritas, ni acomplejados, más bien apasionados 

La realidad ya sea Nacional, Española, Roja o Rojigualda, es que el poder de la furia tiene la suficiente fuerza como para estar por encima de cualquier ideología. Miguel Ángel Mateo relata en su libro Historia del fútbol que la camiseta de la selección llegó a ser de color azul. Fue tras la Guerra Civil española hasta que el General Moscardó la devolvió su color original y la liberó de ideologías en 1947. Hoy, en el 2010, La Roja es la única que ha conseguido unir a los españoles, fotografiar sonrientes a los políticos y ver banderas de España hasta en Cataluña y el País Vasco.

Amando de Miguel tiene claro su veredicto “ni hipócritas, ni acomplejados, más bien apasionados. Es de lo poco que une a España como nación. Es una desgracia porque es episódico y poco profundo pero es así. El sentimiento nacional se excita por el fútbol. Somos apasionados”.

En contadas ocasiones se palpa en las calles la presencia de enormes banderas de España desplegadas en balcones, terrazas, ventanas, áticos, bares, bancos, cafeterías… Cuando el Mundial está de por medio el sentimiento patrio parece que se transforma y los españoles muestran sin complejos su enseña nacional. La Selección es, a día de hoy, la única capaz de provocar el baño rojigualda de las calles: ¿hipocresía?, ¿complejo?, ¿ilusión?, ¿orgullo?

Selección Española de Baloncesto