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EEUU teme que los europeos causen un agujero negro que destruya el mundo
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CON EL ACELERADOR DE PARTÍCULAS QUE ARRANCARÁ EL 10 DE SEPTIEMBRE EN GINEBRA

EEUU teme que los europeos causen un agujero negro que destruya el mundo

La valoración del riesgo no sólo se complica en el sector financiero. En el ámbito de la ciencia, los investigadores se ven superados a la hora

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EEUU teme que los europeos causen un agujero negro que destruya el mundo

La valoración del riesgo no sólo se complica en el sector financiero. En el ámbito de la ciencia, los investigadores se ven superados a la hora de estimar el riesgo asociado a los nuevos experimentos, y en muchas ocasiones dudan de si deberían o no darles continuidad. En el caso del exótico acelerador de partículas que está desarrollando desde hace años el Centro Europeo de Investigación Nuclear en Ginebra, los informes que garantizan la seguridad del proyecto han sido calificados como "propaganda" por dos norteamericanos, que aseguran que podría causar el final del mundo.

Walter Wagner y Luis Sancho son dos norteamericanos obsesionados con frenar proyectos científicos que consideran peligrosos para la humanidad. Sus teorías suelen ser conspiratorias y se sirven del sistema legal norteamericano para tratar de frustar las elevadas aspiraciones de investigadores, no sólo en Estados Unidos, sino también en el resto del mundo. Pero su aparente locura conecta con una creciente y razonable preocupación de la comunidad científica, que se topa cada vez con más dificultades a la hora de medir los riesgos que entrañan determinados proyectos de especial complejidad.

En el caso del acelerador de partículas, conocido también como LHC, o Large Hadron Collider, científicos del mundo entero a través del CERN en Ginebra llevan alrededor de 14 años construyendo el aparato, que ha costado unos 5.400 millones de euros (España ha aportado 55 millones de euros) y que pretende desvelar misterios sobre la estructura última de la materia y las leyes que gobiernan la evolución del universo. Para ello, se harán colisionar dentro de este gigantesco cilindro protones a velocidades próximas a la luz, replicando así las energías y condiciones que se dieron cuando estalló el Big Bang.

Wagner y Sancho no tienen ninguna duda de que este proyecto pone en grave riesgo al planeta entero, y por ello están inmersos en una campaña legal y mediática que pretende frenar su lanzamiento previsto para el próximo 10 de septiembre. En el plano legal, han presentado una demanda ante un juzgado federal en Hawaii para impedir el arranque del proyecto. La demanda acusa no sólo al CERN, sino también a un número de organismos norteamericanos, entre ellos el Departamento de Energía y la National Science Foundation, que forman parte del proyecto. En el mediático, han lanzado una esotérica página web que describe con el máximo detalle su teoría de por qué el LHC podría suponer el final del mundo.

En concreto, Wagner, que es físico y abogado, considera que los científicos detrás del LHC han menospreciado las probabilidades de que el LHC produzca, entre otras cosas, un agujero negro que podría tragarse al planeta. También especula con la posibilidad de que el acelerador pueda "escupir" algo que califica como "strangelet", que podría convertir a nuestro planeta en una encogida masa muerta llamada, "extraña materia". Estas teorias conspiratorias fueron recogidas en un artículo escrito por el New York Times en marzo de este año.

Desde el CERN, los científicos repiten que se han emitido tres informes confirmando la seguridad del proyecto. Pero Wagner aseguró al New York Times que dichos informes no son más que "mera propaganda" y que el proceso de revisión del CERN ha violado los estándares mínimos relacionados con el "principio de precaución" que exige la Comisión Europea.

El español José Manuel Fernández Labastida, el secretario general de Política Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia e Innovación, dijo el lunes a EFE que el arranque del LHC "podría producir sorpresas"...como dicen en algunos foros de Internet: ¿les has dado suficientes besos a tus seres queridos antes del 10 de septiembre?

La valoración del riesgo no sólo se complica en el sector financiero. En el ámbito de la ciencia, los investigadores se ven superados a la hora de estimar el riesgo asociado a los nuevos experimentos, y en muchas ocasiones dudan de si deberían o no darles continuidad. En el caso del exótico acelerador de partículas que está desarrollando desde hace años el Centro Europeo de Investigación Nuclear en Ginebra, los informes que garantizan la seguridad del proyecto han sido calificados como "propaganda" por dos norteamericanos, que aseguran que podría causar el final del mundo.