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La expansión del halcón peregrino regula la presencia de topos en los campos de Teruel
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La expansión del halcón peregrino regula la presencia de topos en los campos de Teruel

La expansión del halcón peregrino y otras rapaces regula la presencia de los topillos en los campos de Teruel a pesar de las quejas de muchos

Foto: La expansión del halcón peregrino regula la presencia de topos en los campos de Teruel
La expansión del halcón peregrino regula la presencia de topos en los campos de Teruel

La expansión del halcón peregrino y otras rapaces regula la presencia de los topillos en los campos de Teruel a pesar de las quejas de muchos agricultores por la presencia de estos roedores. El halcón peregrino y otras pequeñas rapaces que anidan en zonas arboladas del Sistema Ibérico y entornos como la laguna de Villarquemado o zonas del Jiloca acuden diariamente a cazar en los campos de cultivo que se extienden a lo largo del antiguo trazado de la N-234 (Sagunto-Burgos), paralelo a la actual autovía, desde zonas de la provincia de Castellón hasta la de Zaragoza.

También es zona de caza la zona de huertas de la vega del río Turia que rodea la ciudad de Teruel y aguardan escondidos bien en los postes, bien en árboles cualquier movimiento de topillos y ratones. El director provincial del departamento de Medio Ambiente en Teruel, José Antonio Gómez, señaló que actualmente los topos no representan problemas para la actividad agrícola y que fundamentalmente su expansión se ve frenada por ser objeto de caza por las rapaces. La presencia de topillos es endémica en zonas como las huertas que rodean la ciudad de Teruel, de la vega del Turia así como del río Jiloca desde Cella hasta entrar en la provincia de Zaragoza.

Fuentes de la organización agraria ASAJA expresaron su preocupación por la presencia endémica de topillos y la dificultad de combatirlos ya que desde la Comunidad Autónoma no se realizan campañas de exterminio ni se permite que sean combatidos con sistemas tradicionales ni con venenos. Los topillos eran tradicionalmente muy dañinos de cultivos valiosos como el azafrán ya que destruían los bulbos. Hoy este cultivo en proceso de recuperación por su alta calidad sigue teniendo a estos roedores a su principal enemigo.

La preocupación por las plagas de pequeños roedores es real entre los agricultores y llevó a que en 2002 se celebraran en esta capital unas jornadas técnicas con representantes de varias Comunidades Autónomas para debatir formas de control. ASAJA expresó su queja ante la imposibilidad de combatir la presencia de los topillos en los campos y recordaron que agricultores han sido multados por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil por utilizar sistemas tradicionales para matarlos. El más habitual, además de las trampas hechas con alambre, es el de "darles zahumeque", que consiste en echar humo en el agujero de la topera para hacerlos salir y matarlos. El uso de este sistema, muy utilizado en los campos cultivados de azafrán y en huertas, ha sido abandonado después de que varios agricultores hayan recibido sanciones del SEPRONA por denuncias de la Guardia Civil.

Precisamente hay agricultores convencidos de que los topos son arrojados a los campos por los técnicos del departamento de Medio Ambiente para favorecer la expansión de las pequeñas rapaces.

La expansión del halcón peregrino y otras rapaces regula la presencia de los topillos en los campos de Teruel a pesar de las quejas de muchos agricultores por la presencia de estos roedores. El halcón peregrino y otras pequeñas rapaces que anidan en zonas arboladas del Sistema Ibérico y entornos como la laguna de Villarquemado o zonas del Jiloca acuden diariamente a cazar en los campos de cultivo que se extienden a lo largo del antiguo trazado de la N-234 (Sagunto-Burgos), paralelo a la actual autovía, desde zonas de la provincia de Castellón hasta la de Zaragoza.