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España mantiene el ritmo de vacunación y ya ha puesto más primeras dosis que EEUU
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Un ritmo rápido y constante

España mantiene el ritmo de vacunación y ya ha puesto más primeras dosis que EEUU

Aunque Estados Unidos tuvo un comienzo espectacular en la campaña de vacunación, actualmente tiene dificultades para inmunizar a los sectores más escépticos de su población

Foto: Un agente de la Policía Nacional recibe una dosis de la vacuna contra el covid-19 en el Hospital Son Espases, en Mallorca. (EFE)
Un agente de la Policía Nacional recibe una dosis de la vacuna contra el covid-19 en el Hospital Son Espases, en Mallorca. (EFE)

Cuando las campañas de vacunación comenzaron en Occidente a finales de diciembre de 2020, Estados Unidos sorprendió al mundo por la rapidez con la que conseguía inmunizar a su población mientras España, limitada por el lento goteo de dosis negociadas conjuntamente con el resto de la Unión Europea, apenas lograba arrancar. Siete meses después, se ha logrado dar la vuelta a la tortilla. De acuerdo con datos de Our World in Data, España superó el pasado martes 29 de junio al país norteamericano en porcentaje de población vacunada con una sola dosis: 54,16% frente al 54,02% estadounidense. El ritmo español de vacunación es también, desde hace un mes, significativamente más rápido que la media de la Unión Europea, que apenas acaba de superar el umbral del 50% de la población con una dosis.

El espectacular inicio de la llamada operación Warp Speed en Estados Unidos, con jornadas de vacunación en las que se llegaron a administrar más de cuatro millones de dosis en 24 horas, ha ido perdiendo fuelle conforme el país intenta inmunizar a los sectores de población más escépticos sobre las vacunas, especialmente la gente joven. La propia Casa Blanca ya ha reconocido que la promesa del presidente Joe Biden de vacunar a un 70% de la población adulta estadounidense para el próximo 4 de julio, cuando EEUU celebra el Día de la Independencia, va a fracasar.

Mientras tanto, el drástico aumento del número de vacunas disponibles en la Unión Europea supuso un punto de inflexión, eliminando el cuello de botella que impedía suministrar dosis a un ritmo similar al de Estados Unidos o Reino Unido. A partir de entonces, como explicó El Confidencial a mediados de abril, el tiempo estaba de su lado. En medio de una oleada de críticas a principios de año por el lento arranque de la campaña de vacunación europea, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, insistía: "La lucha contra el coronavirus no es un esprint; es una maratón en la que Europa se encuentra bien posicionada para liderar".

Estados Unidos todavía lidera las cifras de pauta completa de vacunación, un 46,1% de su población se encuentra totalmente inmunizada frente al 37,5% de España. No obstante, la distancia se está reduciendo a pasos agigantados. Al comenzar el mes de junio, estas cifras eran del 40,6% y 20,7%, respectivamente, lo que supone un recorte de más de 11 puntos en un mes.

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No es una cuestión de capacidad

La ralentización del ritmo de vacunación en Estados Unidos no tiene nada que ver con la cantidad de dosis disponibles o con la capacidad de administrarlas, sino con el rechazo o la apatía entre los ciudadanos más jóvenes, la mayoría de los cuales todavía no se ha inmunizado a pesar de que no hay lista de espera y de que pueden hacerlo en cualquier momento. Poco más de un tercio de los adultos de entre 18 y 39 años informaron haber sido vacunados, según un informe publicado la semana pasada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

La renuencia también es especialmente fuerte entre los ciudadanos de ideología conservadora, quienes alegan un amplio abanico de preocupaciones que incluyen la desconfianza en cualquier proyecto procedente del Gobierno federal, las creencias religiosas o incluso la convicción de que la crisis del coronavirus es una gran mentira. Este es el factor más problemático, porque, si bien convencer a la población joven de la necesidad de vacunarse es una tarea ardua que llevará tiempo, superar niveles tan altos de escepticismo puede resultar directamente imposible. En una encuesta reciente realizada por YouGov y 'The Economist', alrededor del 17% de los estadounidenses encuestados indicaron que nunca se vacunarían contra el covid.

Foto: Fuente: iStock

Por ello, la semana pasada, tanto el presidente como la primera dama imploraron a los ciudadanos de su país que hagan todo lo posible (hasta tocar puerta a puerta si es necesario) para persuadir a amigos y vecinos de la necesidad de inmunizarse. "Háganlo por su salud; háganlo por sus hijos; háganlo por sus abuelos y sus vecinos. Y así podremos celebrar esta festividad (el 4 de julio) como debe ser: juntos y seguros", dijo Jill Biden durante un acto en Phoenix, Arizona, donde apenas un 40% de la población está vacunada con pauta completa.

Cuando las campañas de vacunación comenzaron en Occidente a finales de diciembre de 2020, Estados Unidos sorprendió al mundo por la rapidez con la que conseguía inmunizar a su población mientras España, limitada por el lento goteo de dosis negociadas conjuntamente con el resto de la Unión Europea, apenas lograba arrancar. Siete meses después, se ha logrado dar la vuelta a la tortilla. De acuerdo con datos de Our World in Data, España superó el pasado martes 29 de junio al país norteamericano en porcentaje de población vacunada con una sola dosis: 54,16% frente al 54,02% estadounidense. El ritmo español de vacunación es también, desde hace un mes, significativamente más rápido que la media de la Unión Europea, que apenas acaba de superar el umbral del 50% de la población con una dosis.

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