El presidente del Europarlamento responde a Vox: "No cabe la glorificación de dictaduras"

El presidente de la Eurocámara, David Sassoli, advirtió hoy de que en este organismo "no cabe la glorificación de ninguna dictadura" después de que varios eurodiputados españoles le pidieran que se pronunciase sobre un mensaje del ultraderechista Vox en el que criticaba duramente la nueva ley española de memoria democrática.

El mensaje original remitido a todos los miembros del Parlamento Europeo, del eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, afirmaba que la propuesta del Gobierno español para esta legislación tenía como objetivo "extender una versión ideológica reconstruida de la historia de España", la de un "gobierno liderado por comunistas que perdió una guerra civil tras secuestrar y destruir la democracia".

El grupo de memoria histórica del Parlamento Europeo, del que forman parte eurodiputados del PSOE, Unidas Podemos, PNV, BNG, Bildu y ERC, envió entonces una carta abierta a Sassoli pidiéndole su rechazo a estas declaraciones.

En su respuesta a esta carta, divulgada por la eurodiputada Izaskun Bilbao en su blog, el presidente de la Eurocámara aseguró que quiere "abstenerse de entrar en un debate interno de un país miembro", pero recalcó que el Gobierno de la Segunda República "fue legítimo, constitucional y democráticamente elegido", y posteriormente "derribado por un golpe de Estado".

"Quien dirigió aquel alzamiento, el general Franco, fue un dictador y su régimen practicó la persecución y eliminación sistemáticas de sus adversarios políticos. Achacar a los partidos que apoyaron aquel gobierno de 'destruir la democracia' (...) no es opinable, es una falsificación de la historia", señaló Sassoli en referencia al mensaje de Vox.

El político socialista italiano transmitió al grupo de memoria histórica que cuenten "con la seguridad de que en el ejercicio de la libertad de expresión no cabe la glorificación de ninguna dictadura".

Sassoli recordó además que una resolución aprobada el año pasado en el Parlamento Europeo ya condenaba el llamado "revisionismo histórico".