Un niño muere de una reacción alérgica porque un compañero le tiró queso encima

Karanbir Singh Cheema tenía 13 años y acudía cada día a un colegio de Greenford, un pequeño pueblo del oeste de Londres. Karan, como le llamaban sus amigos, estaba tranquilamente en clase cuando uno de sus compañeros le lanzó un trozo de queso “del tamaño de medio post it”, dándole en el cuello. Esa acción le provocó una reacción anafiláctica contra la que los médicos no pudieron hacer nada. Murió diez días después en el hospital.

Era junio de 2017 y ahora, casi dos años después, el niño que le lanzó el queso se ha disculpado: "No quise hacer daño. Lo siento. Lo siento, siento lo que hice". Mientras, otro compañero de Karan que también estuvo involucrado en el incidente explicó que "no sabía que el queso era un lácteo". Karanbir Singh Cheema era alérgico a los lácteos, al trigo, al gluten, a los huevos y a las nueces.

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Ana Durá

Ahora, en un tribunal forense, el primer niño ha admitido que "arrojó" el queso a Karanbir, aunque se disculpa asegurando que no sabía que tenía alergia a los lácteos. Es más, explica que "pensé que tal vez le daría fiebre o una erupción y faltaría a la escuela por un tiempo... No sabía que eso podría llevar a la muerte".

Versiones contradictorias

El segundo niño involucrado en los hechos, que fue el que pasó el queso al niño que lo lanzó, ha reconocido que sabía que Karan era alérgico a los lácteos. El problema es que, según él, no sabía que el queso era un lácteo: “En ese momento no sabía que el queso era un lácteo. Leche y yogur, para mí eso eran lácteos".

En ese momento no sabía que el queso era un lácteo. Leche y yogur, para mí eso eran lácteos

Sin embargo, eso no coincide con las declaraciones de un tercer menor, que presenció el incidente. Este testigo dijo a la policía que el niño que había pasado el queso a su compañero de clase mencionó que Karanbir era alérgico a él, según el tribunal. LadBible recoge las preguntas del abogado de la familia de Karanbir durante la vista: "El testigo dijo que le oyó decirle que Karan era alérgico al queso. ¿Se lo dijo?" El niño lo negó.

La mala suerte se cebó con Karanbir ya que en el colegio existía una jeringuilla inyectable que se debería usar para combatir sus posibles reacciones alérgicas. Sin embargo, un error en una hoja de cálculo del centro escolar provocó que esa jeringuilla estuviera caducada desde hacía un año, por lo que no hizo su efecto.