Un fallido dedazo de Von der Leyen marca el inicio de su campaña para la reelección

Bruselas es una ciudad con cierta tendencia al drama innecesario. Pequeños asuntos se convierten en grandes escándalos que poco o nada importan fuera de la conocida como burbuja europea. Un ejemplo se ha vivido en los últimos días con el conocido como Piepergate, el criticado nombramiento orquestado por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, para que un eurodiputado de su partido, la CDU alemana, Markus Pieper, se convirtiera en el enviado especial para las pequeñas y medianas empresas (PYME), un puesto remunerado con unos 20.000 euros al mes.

Aunque Von der Leyen sigue siendo la favorita indiscutible para ser nominada presidenta de la Comisión para la próxima legislatura, sus críticos señalan que este escándalo muestra la poca fiabilidad de la alemana para el cargo. Recientemente, la alemana ha lanzado en Atenas su campaña como candidata principal o spitzenkandidat del Partido Popular Europeo.

Desde que se anunció la elección de Pieper, Von der Leyen ha estado bajo una gran presión por parte de medios de comunicación y, sobre todo, del Parlamento Europeo y de su propia casa, la Comisión Europea. La Eurocámara incluso votó una resolución pidiéndole repetir el proceso que quedó aprobada por una amplia mayoría. Algunos comisarios criticaron el procedimiento por el que se nombró a Pieper, y a la cabeza de esa revuelta interna estaba Thierry Breton, comisario de Mercado Interior. La alemana no había cedido a las críticas, pero, horas antes de su primera jornada como enviado especial para las PYME, Pieper anunció que renunciaba al puesto.

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El eurodiputado alemán de la CDU, con la que Von der Leyen debe cuidar su relación después de años de distanciamiento, culpa precisamente al comisario Breton, aunque no ha estado solo. El español Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad; Paolo Gentiloni, comisario de Economía, y Nicolas Schmit, comisario de Empleo y Asuntos Sociales, además de spitzenkandidat de los socialistas europeos, se unieron a las críticas internas. Pero, en un artículo en el periódico alemán Handelsblatt, Pieper señala específicamente al francés.

El eurodiputado de la CDU asegura que Breton “boicoteó” su nombramiento y que eso hace difícil que pueda hacer su trabajo, ya que su función como enviado para las PYME quedaría bajo la cartera del comisario francés, al que tendría que reportar. “La presidenta respeta y lamenta a la vez la decisión de Markus Pieper de no tomar posesión de su cargo de enviado para las PYME el 16 de abril, como estaba previsto”, señaló este lunes por la noche el portavoz de la Comisión Europea. Además, el Ejecutivo comunitario ha anunciado que no relanzará el procedimiento hasta después de las elecciones europeas, que se celebran del próximo 6 al 9 de junio.

Este nuevo incidente no ayudará a mejorar la relación entre Breton, un personaje con muchísima ambición y que ha sabido labrarse un espacio propio en una Comisión enormemente centralizada y presidencialista, y Von der Leyen. El francés ha llegado a atacar de manera directa y pública a su jefa, cuestionando su reelección al frente de la Comisión Europea por la baja participación de los delegados del Partido Popular Europeo (PPE) en el Congreso Electoral de Bucarest en el que le eligieron como spitzenkandidat de los populares.