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Este exmilitar con un oscuro pasado está a punto de controlar la nueva pieza clave de Asia
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Populista, tenaz y... ¿criminal?

Este exmilitar con un oscuro pasado está a punto de controlar la nueva pieza clave de Asia

Prabowo Subianto, el ministro de Defensa que puede convertirse este miércoles en el presidente electo de Indonesia, es acusado de crímenes de guerra en su país y en Timor Oriental

Foto: El ministro de defensa y candidato presidencial Prabowo Subianto ofrece un mitin en Yakarta, la capital de Indonesia. (Reuters/Kim Kyung-Hoon)
El ministro de defensa y candidato presidencial Prabowo Subianto ofrece un mitin en Yakarta, la capital de Indonesia. (Reuters/Kim Kyung-Hoon)
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La etiqueta de casta le encaja a la perfección a Prabowo Subianto, el ministro de Defensa que puede convertirse este miércoles en el presidente electo de Indonesia. El de político populista, tenaz y capaz de reinventarse, también. La pregunta es: ¿le encaja, además, la de criminal de guerra en Timor Oriental y culpable de la desaparición de opositores durante la dictadura en su país?

Así lo afirma a El Confidencial Naldo Rei, niño ex guerrillero de Timor Oriental y autor del libro Resistance: A childhood fighting for East Timor (Resistencia: una infancia luchando por Timor Oriental). “Prabowo estuvo involucrado directamente en la masacre de Kraras, en la que cometió una serie de asesinatos en masa entre agosto y septiembre de 1983 en los que perdieron la vida 200 personas, en su mayoría hombres, y donde aún más de 300 personas permanecen hoy desaparecidas. El pueblo en sí ha cambiado su nombre a ‘Kampung Janda’ (Pueblo de viudas)", indica a este periódico.

Pero vamos por partes para intentar explicar quién parece destinado a dirigir una de las naciones emergentes con mayor peso demográfico, militar y económico en el panorama internacional. Indonesia reúne muchas de las condiciones necesarias para convertirse en una nueva pieza clave en el tablero asiático: ocupa una posición estratégica en el entorno del Indo Pacífico, es la actual 16º mayor economía del mundo por PIB sus fuerzas armadas están entre las 15 más poderosas del globo y son las más importantes del sudeste asiático y, además, es el cuarto país más poblado del planeta y el mayor de población musulmana.

Indonesia importa mucho y por lo tanto Prabowo, al que las encuestas le otorgan en torno al 50% de apoyos, también. ¿Quién es este hombre de 72 años y con un oscuro pasado?

Foto: Banderas de España en Barcelona. (Europa Press/Lorena Sopêna)

El exmilitar, empresario y actual ministro de Indonesia, que celebra este 14 de febrero las segundas elecciones más concurridas del planeta (la mayor, si se tiene en cuenta las celebradas en un solo día), estuvo casado entre 1983 y 1998 con Titiek Suharto, la que fuera hija del eterno dictador indonesio, Haji Mohammad Suharto. Su matrimonio se acabó a la vez que su controvertido suegro dejaba el poder tras 32 años. Desde entonces, Prabowo, que incluso estuvo exiliado en Jordania por estar relacionado con la desaparición de opositores al Gobierno de su padre político, ha ido dando palos de ciego hasta regresar a esa cima en la que siempre estuvo. Con botas militares, primero, y traje y corbata, después.

En 2008, formó parte de un nuevo partido político, el Movimiento Gran Indonesia con el que se presentó a los comicios en 2009 como vicepresidente y ya como candidato principal en 2014 y 2019. Esas dos últimas veces, el exmilitar perdió ante el popular Joko Widodo (Jokowi), con el que mantuvo constantes enfrentamientos personales y políticos. La imagen que daba Prabowo era la de un populista extremista con rasgos xenófobos, especialmente ante la comunidad chino-indonesia a la que acusaba de saquear el país. En 2019, de hecho, difundió el rumor de que Jokowi era un chino-cristiano que estaba vendiendo el país a Pekín.

Pero Prabowo ha demostrado ser un hábil superviviente y, finalmente, en el mismo 2019 limó asperezas con su poderoso rival, lo que le sirvió para obtener el puesto de ministro de Defensa. Desde entonces, ha suavizado su faceta de exmilitar radical y en la actualidad proyecta una imagen de estadista veterano y patriota dispuesto a servir a su pueblo. Se ha alejado también de los grupos islamistas radicales a los que antaño dio su apoyo y ahora se relaciona con los musulmanes moderados.

El lavado de cara parece haber funcionado. Su éxito en las redes sociales, donde se ha convertido en un fenómeno entre los más jóvenes, le ha terminado de catapultar a la cima. Algunos analistas, incluso, señalan que podría obtener el triunfo en la primera vuelta, algo impensable hace unos meses y que tiene que ver con la última y más inteligente de sus decisiones.

Prabowo ha sabido elegir muy bien a su compañero de candidatura. Lleva como vicepresidente al hijo mayor de Jokowi, Gibran Rakabuming Raka, de 36 años. El audaz movimiento provocó un sismo político en Indonesia y le ha garantizado el apoyo del popular padre, que ha bendecido esa candidatura por encima de la de su propia formación, el Partido Democrático Indonesio de la Lucha. Y Jokowi tiene más poder hoy que su formación política, cuyo candidato, Ganjar Pranowo, tiene en las encuestas alrededor de un 30% de apoyos.

La masacre de Kraras

Hasta ahí, el proceso y candidato no suponen nada nuevo en el juego global de la democracia, donde en ocasiones partidos y élites pactan lo que sea y con quien sea para aferrarse a la poltrona. La peculiaridad en este caso es que el previsible nuevo presidente está acusado de crímenes de guerra y guerra sucia durante la dictadura. “Por alguna razón, los indonesios no quieren hablar de Timor Oriental, lo que le conviene a Prabowo, ya que ese es el punto que más le puede dañar. El problema es que él nunca ha sido acusado formalmente y, por supuesto, puede decir que estaba simplemente haciendo su trabajo”, explica el australiano Patrick Walsh a El Confidencial.

Foto: Turistas en la playa en Sanur, Bali. (EFE/Made Nagi)

Walsh, un abogado y activista por los derechos humanos que ha investigado los hechos ocurridos durante la ocupación indonesia de Timor Oriental (1975-1999), elaboró en 2023 un informe sobre esos sucesos y la implicación del entonces militar. “Las huellas dactilares de Prabowo Subianto están por todo Timor Oriental, desde el principio hasta el fin de la ocupación. Incluso, gracias a la milicia timorense que co-creó, cuando ya no estaba allí y utilizando la función de especialista de las Fuerzas Especiales y su conexión familiar con Suharto, Prabowo podría operar independientemente de los comandantes locales indonesios. Su movimientos en la sombra también han dificultado implicarle en determinadas violaciones y eventos que ocurrieron”, dice en las conclusiones de su informe el australiano.

“Prabowo no niega que libró la guerra contra Timor Oriental, ni que estuvo de acuerdo con la anexión ilegal de Indonesia en 1976 que la ONU rechazó. Él niega, sin embargo, que esto lo hace responsable de los crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos durante sus períodos de combate que han sido documentados por dos comisiones de la verdad, varias investigaciones independientes y estudios académicos”, concluye Walsh.

El principal evento que relaciona al posible futuro presidente de Indonesia con esos crímenes es la mencionada masacre de Kraras de 1983. Un artículo de investigación de Aboeprijadi Santoso publicado en 2013 por el periódico indonesio Jakarta Post dice sobre esos hechos lo siguiente: “Tres décadas después, conocí a la mayoría de los supervivientes de 1983. Todos habían oído hablar de Prabowo, pero ninguno dijo haberlo visto en la zona durante los horribles acontecimientos. Pero testigos anteriores, incluidos los entrevistados por miembros de la ONU a principios de la década de 2000, afirmaron que él sí comandó la operación”.

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De vuelta a Naldo Rei, el autor considera que Prabowo también estuvo involucrado en el asesinato del segundo presidente de Timor Oriental, Nicolau Lobato, el 31 de diciembre de 1978 en Turiscai. "No solo eso, sino que también participó indirectamente en la masacre de Dili el 12 de noviembre de 1991, en la que murieron más de 270 personas en el cementerio de Santa Cruz, a través de su agencia de inteligencia Kopassus. El mundo sabe que estuvo involucrado en la matanza de timorenses orientales y en la matanza de su pueblo en Indonesia”, explica

Organizaciones como Amnistía Internacional también acusan a Prabowo de estar involucrado en violaciones de derechos humanos dentro de Indonesia, incluidos los secuestros de activistas a favor de la democracia en los meses previos al fin del gobierno de Suharto. Rei coincide. “He seguido de cerca la política indonesia durante muchos años y creo que esto es una pesadilla para todo el pueblo indonesio que acaba de liberarse de un régimen dictatorial que durante 32 años fue considerado como uno de los más brutales y corruptos del siglo XX. Prabowo es un criminal que secuestró y mató a muchos activistas indonesios que lucharon por la democracia bajo el régimen de Suharto. Organizó el secuestro de trece actividades pro-democracia que permanecieron desaparecidos en 1997 y 1998. Prabowo está respaldado por ex generales que tienen las manos manchadas de sangre”, afirma Rei.

Foto: Vehículos y motoristas permanecen atascados en una calle congestionada en Yakarta (Indonesia). (EFE)

No parece que ningún gobierno extranjero vaya a criticar que el posible presidente de Indonesia tenga un pasado oscuro del que nunca ha dado cuentas. A sus votantes, muchos jóvenes que no vivieron la dictadura, es evidente que no les importa o lo desconocen, y en política internacional nadie se va a granjear una incómoda enemistad por hechos sucedidos en las décadas de los 80 y 90 en Indonesia y Timor Oriental. Pero algunas voces dentro y fuera del país creen que es una vergüenza y un retroceso su nombramiento. La memoria es frágil y la democracia, también. “Lo que sucederá es la muerte de la democracia”, señala el Instituto Setara para la Democracia y la Paz de Indonesia.

“Si el general Prabowo gana las elecciones del 14 de febrero de 2024, significará que el país está regresando a la vieja historia en la que el pueblo indonesio volverá a sufrir bajo su régimen”, asegura Rei. “Hasta que no sea absuelto de las acusaciones de irregularidades, Prabowo no es apto ni apropiado para servir como presidente de esta gran nación. Seguramente un país de 280 millones tiene otras opciones. Si Prabowo resulta elegido, una nube oscura se posará sobre Indonesia”, concluye Walsh.

Pero la democracia, guste o no el resultado, se basa en respetar el voto del pueblo, y el pueblo indonesio será el que decida este miércoles si absuelve los negros nubarrones del pasado de Prabowo Subianto

La etiqueta de casta le encaja a la perfección a Prabowo Subianto, el ministro de Defensa que puede convertirse este miércoles en el presidente electo de Indonesia. El de político populista, tenaz y capaz de reinventarse, también. La pregunta es: ¿le encaja, además, la de criminal de guerra en Timor Oriental y culpable de la desaparición de opositores durante la dictadura en su país?

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