La conmovedora relación de este árbol de Nueva York con el 11-S que sorprende a las redes

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Desde 2001, cada 11 de septiembre se conmemora a las víctimas que fallecieron a causa del ataque terrorista que conmocionó al mundo. El terrible atentado a las Torres Gemelas que sigue en el recuerdo de los estadounidenses marcó un antes y un después en el país. Desde que el primer avión impactó en uno de los edificios, toda la población quedó paralizada ante las graves consecuencias de la colisión que acabó con la vida de miles de personas.

Además de las víctimas mortales, el World Trade Center de Nueva York quedó devastado por el derrumbamiento de las Torres Gemelas. El complejo de edificios en Manhattan repleto de oficinas y comercios, que ya está totalmente recuperado, quedó destruido. Allí ahora permanece el recuerdo de lo sucedido también gracias a la conmovedora historia que esconde uno de sus árboles.

El árbol superviviente

A través de TikTok, un viajero ha contado que si visitas Nueva York en octubre, noviembre y diciembre podrás ver el único árbol que sobrevivió al atentado del 11-S. El peral está ubicado en la zona que se ha convertido en el memorial del atentado. Sobre este sorprendente suceso y el trabajo de construcción del memorial trata el documental The Trees.

Cuando se realizaron los trabajos para quitar los escombros de la zona, descubrieron que este árbol mantenía sus hojas. El llamado árbol superviviente, convertido en un símbolo del ataque terrorista, pasó de ser un tocón quemado de no más de un metro de altura a una belleza de nueve metros.

En el documental se graba cómo los expertos consiguen revivirlo y su traslado desde un vivero del Bronx a su nuevo hogar en el Memorial. The Trees muestra el viaje de más de 400 árboles desde el que fue su hogar temporalmente en Nueva Jersey hasta la plaza del World Trade Center. Con el testimonio de quienes diseñaron, planificaron y construyeron el Memorial conocemos la evolución de uno de los jardines más innovadores del mundo.

El trabajo para recuperar la naturaleza en la zona fue duro, pero quienes formaron parte del proyecto se aferraron a la idea de un día los visitantes, los supervivientes y las familias de las víctimas se reunirán bajo las ramas de la plaza conmemorativa para recordar, llorar y sanar.