El español que vivió el terremoto a 70 kilómetros de la zona cero: "Ha sido como si las paredes caminasen"

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"Sentimos un golpe cuando estaba en la cama. Luego varios golpes simultáneos. Las paredes se movían de un lado a otro. Ha sido como si las paredes caminasen". Así relata a El Confidencial Germán Aranda los angustiosos momentos vividos en Marrakech durante el terremoto de 7,2 grados en la escala Ritcher que ha sacudido Marruecos dejando, por el momento, más de 2.000 muertos.

Aranda, periodista de elnacional.cat, acababa de llegar a la ciudad marroquí para disfrutar de unos días de vacaciones en el país vecino. "Es un miedo que tiene mucho de incertidumbre", insiste, dado que el riesgo de réplica ha estado presente durante toda la noche, que ha pasado junto a decenas en personas en la calle. "Los propios marroquís nos han dado mantas y té, nos hemos sentido muy bien acogidos", incide el español.

Durante esta mañana, Marrakech, a 70 kilómetros del epicentro del sismo, comenzaba a volver a una extraña normalidad. "Hay escombros cada 300 metros, pero los bares están abiertos. Igual que ves a gente marchándose hacia el norte del país, te encuentras con turistas cogiendo las furgonetas para hacer los tours, muchos de los cuales son en las zonas más afectadas", explica Germán Aranda.

Aranda asegura que, "lejos de cualquier prejuicio", la población local ha sido especialmente atenta con ellos, así como con el resto de españoles y extranjeros presentes en su hotel. "Hay otra pareja de asturianos. La mujer está más afectada, pero aquí siguen llegando turistas para hacer el check-in. El recepcionista ha pasado toda la noche con nosotros, pese a que su madre estaba durmiendo en un parque de la ciudad", asegura.

No son los únicos españoles que han pasado la noche a la intemperie en el centro de la ciudad. Ha sido el caso del también español Pablo Segarra, de 21 años. "De repente empezó a temblar todo y comenzó a salir humo del centro de riad (hotel), así que nos tocó bajar corriendo. Entonces vimos una escena muy dura, con muchos edificios medio derrumbados y gente en el suelo que no sabías en qué estado estaba".

Allí han pasado la noche junto a otra pareja de españoles oriundos de Bilbao, Gorka Pagani y su padre, que confirma a EFE que se encontraban en "shock" durante el temblor. "No sabía si estaba en una película, había gente tirada por el suelo".

Según ha indicado el ministro de Exteriores José Manuel Albares a su llegada a la cumbre del G-20, por el momento las autoridades españolas no tienen constancia de que haya ninguna víctima española por el terremoto. De igual forma, España ha ofrecido a Marruecos apoyo para las labores de rescate. Unas tareas que se están viendo dificultadas por la orografía montañosa de la zona cero.

Este terremoto supera al otro gran sismo vivido por el país alauí en este siglo: el de 2004 en Alhucemas, en la región del Rif, en la cornisa norte de Marruecos. Entonces, la fuerza del temblor alcanzó los 6,3 grados en la escala Ritcher y dejó 628 víctimas mortales.