¿Qué es Qi Xi? El día de los enamorados en China que se celebra en agosto

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Las culturas orientales tienen sus propias leyendas y festividades. En el caso de China, cada año se celebra en verano el Día de los Enamorados o Festival de Qi Xi. Dependiendo del calendario lunar vigente, este día cae en un mes o en otro, pero siempre coincidirá con el séptimo día del séptimo mes lunar, de ahí que este festival también tenga por nombre Festival del doble siete.

Este año, Qi Xi tiene lugar el martes 22 de agosto. En China es una celebración muy esperada, y hay muchas leyendas en torno a esta festividad. La más importante implica, como era de esperar, una historia de amor imposible, la leyenda 'del Pastor y la Tejedora' o 'La Princesa Tejedora y el Pastor de Bueyes'. Esta coincide con la presencia de las estrellas Altair y Vega, juntas, por esta época del año, y todo está relacionado.

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Cuenta la historia que había un joven pastor de bueyes llamado Niulang (la estrella Altair). Un día, se encuentra en su camino con siete hadas, que se estaban bañando, desnudas, en un lago. En un arrebato travieso, roba sus ropas y se esconde para ver cómo reaccionan las hadas.

Los enamorados que no podían estar juntos

Aquí aparece el hada más bella, la menor de todas las hermanas hadas, Zhinü, la tejedora (la estrella Vega), que es la elegida para recuperar las ropas robadas. La joven hada recupera los ropajes, pero el pastor la ha visto desnuda, y no tiene más remedio que casarse con él. Sin embargo, el matrimonio sale bien y ambos son felices juntos.

La Diosa del Cielo entró en cólera porque un humano y un hada no podían casarse

Esto no le gustó a la Diosa del Cielo, a veces representada como la propia madre de Zhinü, que ve como una aberración que un mortal se case con un hada. La Diosa, presa de la ira, toma un alfiler mágico y divide el cielo en dos, creando un gran río que separa a los dos amantes para siempre. Este río vendría a ser la Vía Láctea, que separa a las estrellas Altair y Vega.

Así, la joven hada Zhinü se queda sola a un lado del río, tejiendo nubes, mientras que Niulang y los dos hijos de la pareja (las estrellas Alshain y Tarsazed) quedan al otro lado. Sin embargo, una vez al año ocurre un milagro. Todas las urracas del mundo, tristes por la separación de la pareja, se unen para formar un puente, el llamado puente de las urracas, y juntar de nuevo a los enamorados durante una sola noche. La séptima noche de la séptima luna. De ahí que a Qi Xi también se le pueda llamar Festival de la Urraca.

Y esta vendría a ser la leyenda de Qi Xi. Tiene varias versiones, con una Diosa más o menos benevolente y un destino más o menos cruel para la pareja, pero la esencia siempre es la misma: Qi Xi es el día en el que los enamorados se reúnen y se profesan amor eterno. El equivalente a nuestro San Valentín.

Actualmente, en China se celebra Qi Xi por todo lo alto, con festivales por todo el país. Las parejas intercambian regalos, como dulces, flores o peluches, en señal de su amor y cariño. También es costumbre visitar los templos y pedir amor y felicidad para la relación. Otras actividades culturales también tienen lugar durante esta celebración, como festivales callejeros de poesía, bailes, actuaciones o concursos de escritura.

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Esta festividad tiene su equivalente en otros países asiáticos que celebran sus propias fiestas lunares, como Chilseok en Corea del Sur o el Festival Tanabata en Japón. En ambos, el amor es el tema principal, sin olvidar la importancia de los dioses y los astros en el destino de las personas.