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Por qué las 11 de la mañana del domingo es una de las horas más peligrosas de la semana en Estados Unidos
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4 DE CADA 10 AMERICANOS VAN A MISA

Por qué las 11 de la mañana del domingo es una de las horas más peligrosas de la semana en Estados Unidos

La seguridad en las puertas de las iglesias se ha multiplicado en los últimos años para proteger a los fieles de posibles ataques al término de los servicios religiosos

Foto: la iglesia presbiteriana de Covenant, en Nashville, donde murieron seis personas en marzo 2023
la iglesia presbiteriana de Covenant, en Nashville, donde murieron seis personas en marzo 2023

Cada domingo por la mañana, millones de norteamericanos peregrinan hasta sus respectivas iglesias para asistir a los servicios religiosos semanales. Una realidad que, aunque no es multitudinaria en las grandes ciudades, sí se repite a lo largo y ancho del país, sobre todo en algunos estados. Se estima que 4 de cada 10 estadounidenses acuden a la iglesia cada semana, lo que supone más de 130 millones de personas.

Los servicios religiosos suelen comenzar entre las 9 y las 10 de la mañana, terminando alrededor de las 11. Y esa hora, las 11 de la mañana del domingo, se ha convertido en un auténtico problema de seguridad en todo el país. Precisamente a esa hora, cuando millones de norteamericanos salen de los diferentes servicios religiosos, se producen multitud de actos violentos con armas de fuego.

Foto: El arzobispo Onufry posa para una fotografía con miembros del Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú. (EFE/Maxim Marusenko)

Uno de los más famosos es el que tuvo lugar en el año 2007 en Arvada, en el estado de Colorado. Allí, un joven de 24 años mató a dos personas e hirió a otras dos a las puertas de la New Life Church, una iglesia cristiana evangélica. Y la tragedia no fue a peor porque una policía fuera de servicio llamada Jeanne Assam se jugó la vida para defender la de los demás.

La cosa va a peor

Aquel ataque de 2007 hizo que muchas iglesias de todo el país tomaran la decisión de contratar personal de seguridad que protegiera a los fieles… y que estuvieran bien armados. Pero los líderes religiosos coinciden al señalar que la pandemia ha empeorado y mucho la situación, ampliándose las amenazas de todo tipo por una sociedad que está llevando a las personas al límite. Desde el exceso de armas legales a problemas domésticos que se resuelven con violencia o las enfermedades mentales que no dejan de crecer. Y todo se nota los domingos a la salida de la iglesia.

placeholder La Iglesia Africana Metodista Episcopal de Charleston, en Carolina del Sur, fue atacada en 2015 (EFE/John Taggart)
La Iglesia Africana Metodista Episcopal de Charleston, en Carolina del Sur, fue atacada en 2015 (EFE/John Taggart)

El reverendo Brady Boyd, pastor principal de la iglesia New Life Church, reconoce a la CNN que "todo lo que está sucediendo en la cultura tiene consecuencias en la iglesia. La iglesia debe ser un lugar donde veamos manifestarse los problemas culturales. No debería sorprendernos que estemos viendo familias rotas en nuestro edificio, estamos viendo problemas de salud mental y personas que luchan con la ansiedad post-covid".

Los problemas se han multiplicado en los últimos años: en 2015, un supremacista blanco mató a 9 personas en Charleston, en Carolina del sur; en 2017, otro hombre armado mató a 26 trabajadores de una iglesia de Texas; en 2019, otras dos personas murieron en el mismo estado a manos de otro tirador; y en 2022, una iglesia presbiteriana de California fue el escenario de otro tiroteo en el que murió una persona e hirió a otras 5.

Ver policías armados en la entrada de iglesias o institutos es una realidad en Estados Unidos

Pero las iglesias, por su propia idiosincrasia, son templos en los que se da la bienvenida al extraño y se le acoge en su seno, lo que dificulta aún más la tarea de proteger a los fieles cuando se sufre un ataque. Además, ese creciente número de tiroteos ya no solo se suceden en iglesias cristianas, sino que se ha extendido también a sinagogas y mezquitas repartidas por todo el país.

En Estados Unidos ya no sorprende ver hombres armados en la puerta de las iglesias, como también ha pasado a ser normal que las fiestas de graduación de los institutos estén custodiadas por policías parapetados con chalecos antibalas y rifles de asalto. Hay que proteger a los demás y las 11 de la mañana del domingo se ha convertido en una hora clave para todos.

Cada domingo por la mañana, millones de norteamericanos peregrinan hasta sus respectivas iglesias para asistir a los servicios religiosos semanales. Una realidad que, aunque no es multitudinaria en las grandes ciudades, sí se repite a lo largo y ancho del país, sobre todo en algunos estados. Se estima que 4 de cada 10 estadounidenses acuden a la iglesia cada semana, lo que supone más de 130 millones de personas.

Iglesia Armas de fuego Estados Unidos (EEUU)
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