Las imágenes del satélite que desmontan la versión sobre la masacre en Bucha de Rusia
Las fotografías de civiles muertos en las calles de la ciudad de Bucha han conmocionado al mundo. El equipo de Investigaciones Visuales del 'Times' las ha analizado y verificado
Una hilera de tanques quemados se ve a la entrada de Bucha, símbolo de la derrota rusa a las puertas de Kiev, pero también escenario de supuestos crímenes de guerra viendo el reguero de cadáveres de civiles encontrados en sus calles y en fosas comunes.
Cuerpos sin vida con las manos atadas a la espalda y con heridas de bala en la cabeza son algunas de las pruebas de la masacre que hallaron los ucranianos en la ciudad tras la retirada de las fuerzas rusas el 30 de marzo. El Kremlin negó cualquier responsabilidad por parte de Rusia y pidió abordar el asunto "a nivel internacional", incluida una petición para que se reúna el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
"Nuestros diplomáticos continuarán con esfuerzos activos para meter este tema en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU. El asunto es muy grave", dijo. "Especialistas del Ministerio de Defensa ruso identificaron signos de falsificación en los vídeos", y añadió que las fechas no coinciden.
Satellite images show bodies lay in #Bucha, #Ukraine, for weeks...
— Andrew Stroehlein (@astroehlein) April 4, 2022
This, and the fact that reports of killings there have been circulating for weeks, obliterate the Kremlin’s desperate conspiracy-theory denials.
Solid reporting here: https://t.co/gZdeyOrzrX pic.twitter.com/bIITnNFrcW
Sin embargo, el 'New York Times' publica un análisis de imágenes vía satélite que refutan la hipótesis de las autoridades rusas, que defienden que el asesinato de civiles en Bucha ocurrió después de que los soldados rusos abandonasen el lugar.
Un análisis de vídeos e imágenes captadas por satélite del periódico muestra que muchas de las personas fueron asesinadas hace más de tres semanas, cuando el ejército de Putin controlaba la localidad. El 2 de abril, un vídeo filmado por un concejal local muestra varios cuerpos tendidos a lo largo de la calle Yablonska, en Bucha. El satélite de Maxar Technologies que la tecnológica brindó al 'New York Times' muestra con sus imágenes que al menos 11 de esos cadáveres habían estado en la calle desde el 11 de marzo, cuando la localidad seguía ocupada por Rusia.
Para realizar el análisis visual, el equipo de Investigaciones Visuales del 'NYT' comparó el antes y el después de las imágenes del satélite, que muestran que entre el 9 y el 11 de marzo aparecieron en la calle Yablonska objetos oscuros con forma de cuerpo humano. Estos cuerpos aparecen en las mismas posiciones en las que se encuentran en los vídeos del 2 de abril, cuando las fuerzas ucranianas recuperaron Bucha.
Se desconocen las causas exactas de las muertes. Algunos cuerpos se encontraban junto a lo que parece ser restos del impacto de un misil. Otros se encontraban junto a coches abandonados o bicicletas. Todos ellos dispersos a lo largo de más de 800 metros de la calle Yablonska.
Otro vídeo que fue grabado en la misma calle muestra tres cuerpos más. Las imágenes del satélite recogen que los coches abandonados y el cuerpo que aparece junto a ellos aparecieron entre el 20 y el 21 de marzo. Associated Press publicó también imágenes en las que aparecen los cuerpos sin vida de al menos seis hombres tras un edificio de oficinas, con las manos atadas a la espalda. El edificio en cuestión se ubica a un kilómetro y medio al oeste de otras víctimas que fueron encontradas a lo largo de la calle Yablonska. A más de un kilómetro y medio de ahí, un fotógrafo del 'Times' descubrió el cuerpo de un hombre con un disparo en la cabeza, junto a una bicicleta.
El domingo, el Ministerio de Defensa ruso desmentía que sus fuerzas hubieran cometido crímenes de guerra durante su ocupación de la ciudad de Bucha. En un comunicado recogido por la agencia TASS, Defensa asegura que, durante el tiempo que la ciudad estuvo bajo el asedio de las Fuerzas Armadas rusas, "ni un solo residente local sufrió acciones violentas". El estudio visual de las imágenes por satélite demuestra lo contrario.