Bruselas propone empezar a atacar la energía rusa y prohibir la importación de carbón

La Comisión Europea propondrá a los Veintisiete aplicar un embargo completo a las importaciones de carbón a la Unión Europea procedentes de Rusia como parte del quinto paquete de sanciones. Aunque Bruselas ya trabajaba en las nuevas medidas desde hace días las imágenes de la masacre de Bucha, a las afueras de Kiev, ha acelerado los trabajos y también ha llevado a una reflexión sobre la necesidad de ir más allá. Aunque un grupo de Estados miembros liderados por Alemania se siguen negando a cortar las importaciones de gas ruso, que representaron un 40% del consumo de gas importado en la Unión en 2021, Francia, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión, abrió este lunes la puerta a que se pudieran aplicar sanciones al petróleo y el carbón.

Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, ha anunciado la decisión en una rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE, en la que los Veintisiete valoraron nuevas medidas económicas como respuesta. El Ejecutivo comunitario lo ha confirmado minutos después en un comunicado de la presidenta, Ursula von der Leyen. "Impondremos una prohibición de importación de carbón de Rusia, por un valor de 4 000 millones de euros al año. Esto reducirá otra importante fuente de ingresos para Rusia", ha asegurado la alemana. La cuestión se presentará a los embajadores permanentes de los Veintisiete ante la UE en una reunión esta semana.

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Dombrovskis ha explicado en la rueda de prensa, celebrada en Luxemburgo, que "no se trata solo de energía, es un paquete amplio de sanciones que cubre diferentes sectores, más sanciones individuales, más sanciones comerciales, del transporte, pero también sanciones energéticas, principalmente carbón". En su comunicado posterior, Von der Leyen ha señalado que el quinto paquete propondrá prohibir exportaciones a Rusia de material importante para su economía, y la prohibición de transacciones con cuatro nuevos bancos, que representan el 23% de la cuota de mercado, entre ellos VTB, el segundo banco más importante del país.

También se propondrá la prohibición de que barcos rusos o operados por Rusia accedan a puertos europeos salvo para algunas excepciones para artículos esenciales, además de una prohibición para los operadores rusos y bielorrusos de transporte por carretera. "Esta prohibición limitará drásticamente las opciones de la industria rusa para obtener bienes clave", ha señalado la Comisión Europea en su comunicado.

Sanciones energéticas

Pero el asunto más sensible del quinto paquete de sanciones es sin lugar a dudas el carbón. Es el primer paso para empezar a aplicar sanciones en el pilar que sostiene toda la economía rusa, que es la energía. Para aprobar estas sanciones se requiere unanimidad, y aunque el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, se ha mostrado abierto a aprobar sanciones "más estrictas", todavía habrá que ver si recibe el apoyo de todos los Estados miembros, ya que hay otros, como Hungría, que aseguran que para ellos la cuestión energética es una línea roja.

De aprobarse estas sanciones se aplicarán siguiendo un calendario "aún por definir", ha detallado el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, si bien a manifestado la disposición de la presidencia francesa de la UE de aumentar las sanciones contra Rusia "que son las más severas que la UE haya puesto jamás". Dombrovskis ha apuntado que, según los datos de 2021, el 62% de las exportaciones rusas a la UE eran hidrocarburos, por lo que ha apelado a poner en marcha sanciones de forma unánime para "hacer daño" a Rusia.

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La necesidad de unanimidad es ahora ya una cuestión clave. Hasta ahora los Estados miembros han cerrado filas y han hecho una muestra de unidad continua, pero en Bruselas temen que al llegar al punto de la energía esta unidad salte por los aires. Le Maire ha insistido por ello en la necesidad de que esa unidad sea el "principio clave y de base". Polonia se encuentra en el lado contrario de Alemania en el debate de las sanciones y su primer ministro, Mateusz Morawiecki, lidera el grupo de los que piden más mano dura con Kiev y comenzar a tomar medidas en el ámbito de la energía.

Lindner ha admitido este martes en luxemburgo que "fue un error de parte de Alemania convertirse en tan dependiente de las importaciones energía de Rusia", admitiendo que la reducción de la dependencia alemana del carbón y del petróleo es más sencilla de gestionar que la del gas. En todo caso el ministro alemán ha advertido de la dureza de estas medidas, señalando que se trata de renunciar "no solo durante días o semanas", sino durante mucho tiempo.

En su comunidado Von der Leyen ha abierto la puerta a otras sanciones en el campo de la energía. "Esto no es todo. Estamos trabajando en sanciones adicionales, incluso sobre las importaciones de petróleo, y estamos reflexionando sobre algunas de las ideas presentadas por los Estados miembros, como impuestos o canales de pago específicos, como una cuenta de depósito en garantía", ha asegurado la alemana.