Kiev denuncia la "deportación en masa" de miles de ucranianos hacia Rusia

Kiev ha denunciado la deportación en masa de “miles” de ucranianos organizada por las tropas enemigas hacia el interior y de Rusia, una maniobra de un alcance que “Ucrania no había vivido desde la Segunda Guerra Mundial”. Según han denunciado este jueves las autoridades ucranianas, al menos 6.000 personas habrían sido ya desplazadas forzosamente a Rusia desde la asediada Mariúpol (sur), donde las tropas ucranianas todavía luchan en los barrios del centro de la ciudad.

Según Ucrania, las tropas rusas estarían forzando a los vecinos de los barrios ya ocupados, especialmente en los barrios de la orilla izquierda del río, a montar en autobuses para llevarlos después a “campos de filtraje”, tras los que estarían siendo trasladados a ciudades del interior de Rusia "económicamente deprimidas" u otras localizaciones desconocidas. A algunos de los desplazados se les habría confiscado pasaporte y otros documentos de identidad ucranianos.

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“Hasta el momento, se conoce que 6.000 residentes de Mariúpol han sido ya deportados forzosamente” a Rusia, según un comunicado este jueves de la Autoridad Regional de Mariúpol. “Ucrania experimentó esto solo durante la Segunda Guerra Mundial. Desgraciadamente, la historia se repite, solo que ahora, en lugar de nazis, ‘rashists’ [fascistas rusos]. Estamos elaborando una base de datos de todos los residentes de Mariúpol deportados y trabajaremos para que regresen a Ucrania”, ha declarado el alcalde de Mariúpol, Vadim Boychenko.

Campos de 'filtraje'

"Nuestros ciudadanos están siendo secuestrados", ha denunciado en rueda de prensa posterior la defensora del pueblo de Ucrania, Lyudmyla Denisova, de la Comisión de Derechos Humanos de la Rada (Parlamento). "[Se trata de] un arma de propaganda para causar temor [a que les suceda lo mismo] en otras regiones y poner así presión política sobre Ucrania [en las negociaciones]", ha asegurado Denisova,

La diputada ha desarrollado el caso de una familia de Mariúpol de la zona ya ocupada por las tropas rusas, que fue obligada a tomar un autobús de evacuación el 12 de marzo, pero, en lugar de hacia los corredores humanitarios al resto del país, hacia las zonas controladas por los rebeldes prorrusos en el Donbás. Uno de los campos de 'filtración' identificados por las autoridades ucranianas se habría levantado en Dokuchaevks, en la región del Donetsk. Desde allí, fueron trasladados en tren hacia la frontera rusa y las autoridades locales ucranianas perdieron finalmente el contacto el 21 de marzo. "Es algo que está pasando todos los días", ha dicho. La organización de 'corredores humanitarios' hacia zonas controladas por Rusia desde las ciudades asediadas de Kiev, Mariúpol, Járkov o Sumy fue ya denunciada por Kiev al inicio de las negociaciones.

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EFE

La situación en el terreno, donde todavía se libran violentos combates por el control de la ciudad, puerto estratégico en sur de Ucrania y el mar de Azov, impide corroborar independientemente las denuncias de Ucrania. Sin embargo, según cartas filtradas de disidentes del Federal Security Service (FBS) de Rusia, Moscú habría organizado ya planes para expulsar y deportar a miles de ciudadanos contrarios a la ocupación de las ciudades ucranianas por las tropas rusas, en un intento tanto de modificar la demografía de las localidades como de facilitar su control.

En los 28 días de invasión, las tropas rusas han logrado ocupar varios pueblos (especialmente en el sur) y al menos una ciudad importante, Jersón. Sin embargo, las protestas ciudadanas, a veces pacíficas, a veces duramente reprimidas por las tropas rusas, se han repetido, dificultando el control de la retaguardia del avance ruso. Estas protestas hacen añicos también las expectativas militares rusas de ser recibidos como libertadores —al estilo de lo que sucedió en algunas localidades en 2014—, incluso en las zonas más rusófonas del país.