Diplomáticos rusos abandonan Corea del Norte empujando carritos por vías de tren

Más de 34 horas. Eso es lo que han tardado en abandonar Corea del Norte un grupo de diplomáticos rusos y sus respectivas familias por las difíciles condiciones que se están viviendo en el país más hermético del mundo. Porque si las fronteras ya están normalmente bloqueadas por el régimen de Kim Jong-un, con la pandemia esas medidas de confinamiento nacional se han extremado.

Normalmente, la aerolínea nacional coreana Air Koryo hace el trayecto entre Pyongyang y Vladivostok, pero esa ruta lleva meses cerrada por el coronavirus. Por eso, los diplomáticos y sus familias tuvieron que hacer un camino agotador: primero, viajando 32 horas en un tren famoso por su lentitud; después, dos horas de autobús hasta la frontera; y, una vez allí, caminando a través de las vías del tren.

Tal y como ha explicado la propia embajada rusa en Corea del Norte, ese último tramo ha de realizarse colocando las maletas en un carrito que va sobre las vías del tren y que hay que empujar a mano. Y como se puede ver en las fotografías que han colgado en su página de Facebook, los diplomáticos y sus familias tuvieron que pasar por este trance.

De vuelta a casa

El hombre que aparece en las imágenes es Vladislav Sorokin, tercer secretario de la embajada, que lleva a su familia de vuelta a su país. Las autoridades coreanas le proporcionaron el carro, pero él se tuvo que encargar del resto. Después de colocar las maletas y a los niños, tuvo que empujar el trolley por las vías del tren durante más de un kilómetro hasta cruzar el puente sobre el río Tumen, que marca la frontera natural entre ambos países.

La situación en Corea del Norte es alarmante: apenas hay alimentos en las tiendas

Al otro lado les estaban esperando las autoridades rusas, que embarcaron rápidamente a los diplomáticos y a sus familias en un vuelo con destino a Vladivostok. Con su marcha, se reduce la ya de por sí escasa presencia extranjera en Corea del Norte y que eran una de las pocas maneras de saber lo que está ocurriendo dentro de este hermético país.

Tal y como publica la CNN, tanto diplomáticos como personal de ONG han decidido salir del país por la mala situación que se vive dentro. De hecho, el propio embajador ruso en Corea del Norte, Alexander Matsegora, ha descrito una situación dantesca en Pyongyang, con tiendas vacías de alimentos y cada vez más personas que pierden sus empleos.