Trump desvela su plan para reabrir EEUU de forma progresiva: "Lo haremos paso a paso"

El presidente de Estados Unidos Donald Trump ha comparecido ante la prensa para presentar las recomendaciones de su Administración con el objetivo de volver a la normalidad. "Los expertos tienen claro que podemos pasar a la siguiente fase: abrir nuestro país. [...] Aunque no lo haremos de una, sino paso a paso. Algunos Estados se abrirán antes que otros. Los estados son muy distintos. Si necesitan seguir cerrados, les ayudaremos. Si quieren abrir, también", ha dicho ante los periodistas.

En la práctica, esto significa dejar en manos de los gobernadores de los estados cómo y cuándo reabrir sus economías, días después de que se arrogara el poder "total" de abrir el país cuando quisiera. Trump ha presentado unas "directrices federales" para que los estados decidan cómo actuar ante los confinamientos y reiniciar sus economías. Al final, la autoridad competente para levantar las medidas de confinamiento recae en los distintos estados.

En un inicio de discurso muy patriótico, Trump ha declarado que el país está inmerso en "una batalla" contra un enemigo invisible que está acabando con la vida de miles de estadounidenses. "Vuestro dolor es nuestro dolor, nunca serán olvidados". Trump aseguró que 29 de los 50 estados en EEUU están ya en condiciones de iniciar la reapertura mañana en la primera fase, a la que se puede acceder si los casos de coronavirus han decrecido en un periodo de 14 días y los hospitales operan en situación de normalidad.

Las nuevas pautas no incluyen fechas exactas de reapertura, aunque Trump ha sugerido a los distintos gobernadores que podrían iniciar el proceso a partir del 1 de mayo, lo que implicaría que a mediados de junio volverían a la normalidad. El documento, titulado oficialmente como "Abriendo América de nuevo", está dividido en tres fases. En la primera, se recomienda a los ciudadanos que sigan confinados en casa, especialmente a aquellos más vulnerables, mientras que se debe fomentar el teletrabajo siempre que sea posible y volver a las tareas productivas en fases. Por otro lado, si se sale de casa se deben evitar las aglomeraciones de más de 10 personas.

"Estáis al mando vosotros"

En la segunda fase, los colegios podrán reabrir y se podrán realizar viajes no esenciales. Además, los restaurantes y bares podrán volver a su actividad siempre y cuando tomen medidas especiales de precaución. La tercera y última fase consistiría en una vuelta a la normalidad manteniendo el distanciamiento social. "Estamos comenzando de nuevo nuestras vidas. Estamos comenzando a reactivar nuestra economía de una manera segura, estructurada y muy responsable", dijo el mandatario.

"Estáis al mando vosotros", le ha dicho Trump a los gobernadores, según informan diversos medios americanos. En esa misma llamada, el presidente les ha asegurado que estará a su lado para "abrir el país". El Gobierno Federal, ha afirmado el magnate estadounidense, estará a su lado para proveer el material médico necesario. Este tono es radicalmente diferente al de hace un par de días, cuando Trump sugirió que el Gobierno federal tenía el poder de sobreponerse a las decisiones de los gobernadores y usó la misma expresión que ha empleado hoy pero en sentido inverso: "El presidente de EEUU es quien está al mando", afirmó.

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"Esto podría haberse parado en su origen. Podría haber sido parado y debería haber sido parado. Y nosotros trabajamos mucho para lograrlo, por cierto. Pero tenemos que superarlo. Es lo que es", le ha dicho Trump a los gobernadores, en referencia al encubrimiento del virus por parte de las autoridades chinas en las primeras semanas de enero.

Al mismo tiempo, las protestas se están multiplicando en distintas partes de EEUU para presionar al presidente del país, Donald Trump, y a los gobernadores de los estados para que levanten las medidas de confinamiento por la pandemia del coronavirus, que están causando estragos en la economía.

La mayor parte de las movilizaciones, celebradas hasta ahora en Kentucky, Ohio, Utah y Michigan, esta última una de las más numerosas, han sido organizadas por seguidores de Trump y han supuesto un pulso a gobernadores demócratas, aunque hay casos como el de Ohio, en que el dirigente estatal es republicano.