La Justicia prohíbe a Trump bloquear en Twitter porque viola la Constitución

Como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump tiene a el poder de hacer muchas cosas. Puede provocar una guerra comercial con China, provocar al régimen de Corea del Norte o llamar "estúpido" al embajador británico en su país. Pero también hay cosas que no puede hacer, como por ejemplo, bloquear en Twitter.

Así lo ha dictaminado la Corte de Apelaciones de Nueva York, que considera que Trump viola artículos de la Constitución norteamericana al silenciar los mensajes de usuarios de la famosa red social.

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María Igartua

"La Primera Enmienda no permite que los cargos públicos que utilizan las redes sociales para toda clase de mensajes exluyan a personas de lo que debería ser un diálogo abierto, en el que se expresen opiniones contrarias", reza la nota redactada por la Corte de Apelaciones y firmada por el juez Barrington D. Parker, en lo que ha sido una decisión anónima tal y como recoge 'The Washinton Post'.

El conflicto surgió en el año 2017, cuando siete usuarios de Twitter decidieron presentar una denuncia contra el presidente por impedirles mandarle mensajes y leer los que él publica en @realDonaldTrump, su perfil personal con trinos que de su puño y tecla.

Fue en mayo de 2018 cuando un juzgado federal determinó que Trump estaba incumpliendo la Constitución, una decisión que fue recurrida y ahora ratificada. En un escrito de 75 páginas, sabedores de que la decisión sería mediática, la Corte del Distrito Sur de Nueva York, con la jueza Naomi Buchwald a la cabeza, confirmó que la Primera Enmienda no estaba siendo respetada. "Ningún cargo, incluido el presidente, está por encima de la ley", decía la sentencia.

En cualquier caso, la Justicia no obligó a Trump a retirar el bloqueo a los usuarios, aunque dejó la puerta abierta a que fuera la propia Twitter la que se encargara de hacerlo si el comandante en jefe continuaba violando la Constitución.

Los mensajes de Twitter del 45º presidente de Estados Unidos llegan a casi 62 millones de seguidores -la red social tiene alrededor de 340 millones de usuarios mensuales activos- y suelen ser un medio con el que Trump es capaz de impactar tanto la política internacional como los nervios de su equipo de prensa.