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Trump desactiva el veto y la guerra contra Huawei: ¿cuál es el balance de daños?
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TRAS LA CUMBRE DEL G-20

Trump desactiva el veto y la guerra contra Huawei: ¿cuál es el balance de daños?

Un mes después de anunciar su inclusión en la lista negra de empresas del Departamento de Comercio, EEUU da marcha atrás y la compañía ve el futuro de sus móviles despejado

Foto: Trump estrecha la mano a Xi Jinping en la cumbre del G-20. (Reuters)
Trump estrecha la mano a Xi Jinping en la cumbre del G-20. (Reuters)

Donald Trump puso a final de mayo el bombazo sobre la mesa. El objetivo era China, con quien mantiene una relación muy tirante llamada guerra comercial. El explosivo con el que pretendía impactar en la línea de flotación de los intereses de la segunda economía china era el veto a Huawei. Se le incluyó en una lista negra del Departamento de Comercio. Las consecuencias eran mucho más negativas que la prohibición de vender sus productos en el mercado 'yankie'. Prohibía a cualquier empresa hacer negocios con el gigante chino. Daba tres meses para organizar la transición. Sin embargo, el mandatario ha cortado el cable rojo antes de que la cuenta atrás llegase a cero. En el marco del G-20 que se celebra en Osaka ha anunciado el fin del bloqueo.

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"Tuve una reunión muy buena, diría que excelecente, con el presidente Xi", afirmó Trump en la comparecencia posterior a su encuentro con su homólogo chino, una de las citas que se había señalado como clave para un acercamiento de las posturas entre ambos líderes. "Enviaremos y venderemos a Huawei una tremenda cantidad de productos que emplean en las cosas que hacen. Y dije que 'perfecto'. Seguiremos vendiéndoles estos productos", ha aseverado. El presidente, sin embargo, no ha hablado sobre la situación de la jefa financiera Meng Wanzhou, arrestada en Canadá a petición de las autoridades norteamericanas y sobre la que se ha especulado que Trump podría anular la orden de detención.

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Foto: Reuters.

El patrón se ha vuelto a repetir. En el último G-20 ambos países también enviaron al congelador las hostilidades y llegar a un 'acuerdo' para empezar a hablar de un acuerdo comercial. Sin embargo, estos contactos acabaron embarrando y todo acabó con cada bando en su trinchera. Habrá que ver a qué puerto llegan en esta ocasión. No hay que olvidar que Trump había asegurado que Huawei era un peligro para la seguridad nacional y arrojado acusaciones de espionaje que no han podido ser demostradas.

EEUU: proveedor más que mercado

Pero, ¿qué suponía el veto a Huawei? Como decimos, la prohibición iba mucho más allá de vender allí sus productos, cosa que no podrá hacer. EEUU no es una posición clave a defender por parte de la multinacional de Shenzen. Hace tiempo que les impidieron participar en el despliegue de la infraestructura 5G en el país. Sus móviles se vendían con cuentagotas en el mercado libre 'yankie'. La historia es que en aquel país, la mayoría de terminales se colocan a través de operadores. Y las presiones de Trump, basándose en los riesgos para la seguridad nacional con acusaciones infundadas de espionaje, tumbaron a principios de 2018 un acuerdo con AT&T, una de las mayores 'telecos' del país.

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Foto: Reuters.

Estados Unidos interesaba a Huawei como proveedor de tecnología. El veto les impediría utilizar, por ejemplo, el sistema operativo de Google en sus futuros terminales móviles así como otras aplicaciones como Maps o Gmail. Esto último era un obstáculo salvable (al fin y al cabo los servicios están 'online' y se trataba de crear una pasarela en forma de 'app') pero lo complicado era el mundo sin Android. Ellos tenían un plan de contingencia desarrollado en los años recientes en secreto: su propio sistema operativo. Sin embargo, tendrían que convencer a los desarrolladores de 'apps' para que creasen versión compatibles. Pero el mayor problema de este escenario era llegar al consumidor. No hay que olvidar que Microsoft o Firefox también intentaron sacar un SO propio y fracasó estrepitosamente.

El mayor fuego que han tenido que sofocar en Huawei ha sido el de que los terminales que ya estaban en funcionamiento, en 'stock' o los lanzamientos más recientes no iban a tener problemas. El pánico cundió irracionalmente entre miles de personas, pensando que Android desaparecería de sus teléfonos o empezaría a dar muchos fallos. Nada de eso. Además tenían la posibilidad de proporcionar actualizaciones de seguridad a través de EMUI, su capa de personalización.

No se ha cancelado ningún móvil

placeholder El P30 Pro. (C.Castellón)
El P30 Pro. (C.Castellón)

Aunque sí que cambiaron su 'modus operandi' en el lanzamiento del último terminal de su marca blanca Honor, no se ha cancelado ningún desarrollo de 'smartphones'. Algo que no ha ocurrido en el caso de los ordenadores, donde se abortó el desarrollo de un nuevo Matebook, debido a que Intel se había sumado al bloqueo de EEUU. Huawei hacía sus propios chips para móviles pero no tenía esa experiencia en el caso de los PC.

Esto se podía capear la sorpresa llegó cuando ARM, responsable de la arquitectura utilizada por todos los fabricantes de procesadores del mundo, también suspendió sus relaciones. Y eso a pesar de que era una firma británica. El problema, que parte de su tecnología se había desarrollado en suelo norteamericano. Eso metía a Huawei en un complicado laberinto de fabricación de 'hardware' y desarrollo de 'software'.

Foto: Walter Ji, mandamás de la división de consumo en Europa. (M. Mcloughlin)

La compañía, como se ha visto en España, inició recientemente una campaña mediática en la que insistió que todo estaba bajo normalidad. "Nuestro plan sigue siendo Android", decía Walter Ji, mandamás de la división de consumo en Europa a Teknautas esta misma semana. El impulso dado a las campañas de publicidad y el mantenimiento de planes de apertura de 'flaghship stores' al estilo Apple en Madrid (en los próximos días), en Barcelona o Valencia daba pie a pensar el optimismo de la empresa por una solución cercana al conflicto teniendo en cuenta el encuentro de Trump y Xi. La postura oficial era mantenerse al margen. El propio Ji nos decía que no "podían predecir nada de lo que iba a ocurrir".

¿Cuál ha sido el daño a Huawei?

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Foto: Reuters.

Pocos días después del anuncio de que Google se sumaba al bloqueo, Huawei España hizo un inusitado ejercicio de transparencia. Dio cifras sobre el impacto en las ventas. Y no lo hizo a nivel global. Lo hizo también a nivel local. Para quién no esté familiarizado con el sector de las tecnologías, es algo casi milagroso. Se habló de un impacto en las ventas de un 40% en todo el mundo. En el mercado patrio, el retroceso fue de un 30% en esas tres primeras jornadas. Aunque a partir del cuarto día, la sangría empezó a aminorarse. Según datos facilitados a Teknautas en un encuentro de empresa este mes, hablan de que el crecimiento de ventas, a día de hoy, "ha vuelto a los dos dígitos" y supera lo del año pasado.

Actualmente, las cifras de venta de móviles "crecen a dos dígitos" y superan las del año pasado

El daño vivido por Huawei puede que quede en una mera anécdota después de lo especulado en un primero momento. Quedaría incluso por debajo de la crisis del Note 7 de Samsung, que supuso la retirada del mercado del teléfono más ambicioso de Samsung de ese 2016 cuando ya había sido comercializado. Habrá que esperar a final de curso para saber si, a pesar de este contratiempo, es capaz de dar caza a los surcoreanos en el primer puesto del mundial de constructores móviles. De momento, el P30, su último lanzamiento estrella, ha conseguido batir el récord de su anterior versión, el P20, alcanzando los diez millones de unidades en tres meses, a pesar del veto de Trump.

En el campo del despliegue del 5G, desde Huawei se insiste en que no se ha cancelado ningún contrato y se han seguido firmando nuevos encargos a lo largo de todo el mundo. No hay que olvidar que los chinos han conseguido colocarse en un papel tan relevante que hace imposible que los operadores renuncien a su tecnología si quieren cumplir los plazos de la UE. Aunque hay que esperar para saber si este episodio se traduce en una crisis reputacional, todo apunta a que Huawei recuperará sus constantes vitales más pronto que tarde.

Donald Trump puso a final de mayo el bombazo sobre la mesa. El objetivo era China, con quien mantiene una relación muy tirante llamada guerra comercial. El explosivo con el que pretendía impactar en la línea de flotación de los intereses de la segunda economía china era el veto a Huawei. Se le incluyó en una lista negra del Departamento de Comercio. Las consecuencias eran mucho más negativas que la prohibición de vender sus productos en el mercado 'yankie'. Prohibía a cualquier empresa hacer negocios con el gigante chino. Daba tres meses para organizar la transición. Sin embargo, el mandatario ha cortado el cable rojo antes de que la cuenta atrás llegase a cero. En el marco del G-20 que se celebra en Osaka ha anunciado el fin del bloqueo.

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