Un terremoto deja más de 400 muertos y casi 7.000 heridos en la frontera irano-iraquí
A lo largo de la noche del domingo y la madrugada hubo una treintena réplicas a ambos lados de la frontera, la más fuerte de 5,3 grados, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos
Un poderoso terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter sacudió la noche del domingo la zona de frontera entre Irán e Irak y causó más de 400 muertos y casi 7.000 heridos en ambos países. El temblor se produjo en la localidad iraní de Azgale, en la provincia de Kermanshah, a 11 kilómetros de profundidad, según el Centro Sismológico de Irán, y se sintió tanto en Teherán como en Bagdad, así como en lugares distantes como Kuwait.
A lo largo de la noche del domingo y la madrugada hubo una treintena de réplicas a ambos lados de la frontera, la más fuerte de ellas, de 5,3 grados, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Las poblaciones más afectadas en Irán fueron Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale, aunque todavía es difícil cuantificar los daños debido a los cortes producidos en las carreteras de montaña y a que tanto las comunicaciones telefónicas como el sistema eléctrico han sufrido daños.
Las autoridades iraníes han movilizado a todos los cuerpos de seguridad para acelerar las tareas de rescate y de retirada de escombros en las poblaciones de Kermanshah más afectadas por el seísmo. Las operaciones de búsqueda se desarrollan a contrarreloj para intentar salvar a posibles supervivientes y en ellas participan el Ejército, los Guardianes de la Revolución, la fuerza de Voluntarios Islámicos y la Media Luna Roja de Irán.
Numerosos edificios se han derrumbado y miles de personas han pasado la noche en las calles ante el temor a las réplicas, que se han contado por decenas. Los daños son por ahora difíciles de cuantificar debido a que las comunicaciones han estado cortadas y a que algunas carreteras permanecen bloqueadas impidiendo el acceso a las zonas más montañosas damnificadas.
Según autoridades locales, se registraron al menos cuatro víctimas mortales en la localidad de Darbandiján, localizada a pocos kilómetros de la frontera. Las televisiones kurdoiraquíes mostraron imágenes de edificios derrumbados en Darbandiján, así como escenas de pánico de la población en varias poblaciones. El ayuntamiento de la ciudad de Halabya contabilizó 85 heridos en el municipio, el más próximo de Irak al epicentro, aunque ninguna víctima mortal, según un comunicado.
El hospital de Halabya tuvo que ser parcialmente clausurado por los daños causados por el terremoto en el edificio y por el temor a las réplicas, por lo que varios pacientes fueron atendidos en el patio del centro médico, según la misma fuente. El seísmo también abrió grietas en la superficie de la presa de la central hidroeléctrica de Darbandiján, ubicada en el lago homónimo, según afirmó el director de esa instalación, Rahman Jani, en un comunicado.
Debido al peligro a un derrumbe, aunque no se conoce todavía el alcance de los daños, el director de la presa hizo un llamamiento a la población que vive río abajo para que abandone sus hogares. Anteriormente el ministro iraquí de Recursos Hídricos, Saad al Yanabi, informó de que se produjeron corrimientos de tierra en una montaña cercana a la presa de Darbandiján, aunque tampoco tenía información acerca del estado de la presa.
El terremoto más grave hasta la fecha se produjo en junio de 1990, cuando perdieron la vida 37.000 personas en varios pueblos del norte del país
Los municipios iraquíes de Sulaimaniya, Halabya y Karamian decretaron un día festivo este lunes por las pérdidas humanas y materiales registradas en la zona. La Media Luna Roja turca anunció el envío de ayuda humanitaria a la zona más afectada, incluyendo tiendas de campaña, mantas, material médico y de cocina, desde un almacén que posee cerca de la frontera iraquí.
La Organización de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) y otros organismos internacionales presentes en Irak también se movilizaron para prestar ayuda, según informó el Gobierno kurdoiraquí. Irán tiene frecuente actividad sísmica por una falla que atraviesa todo el oeste del país y se extiende por el noreste de Irak y el sureste de Turquía.
El terremoto más grave hasta la fecha se produjo en junio de 1990, cuando perdieron la vida 37.000 personas en varios pueblos del norte del país. Otro seísmo registrado en diciembre de 2003 en la provincia meridional de Kerman se saldó con 31.000 fallecidos.
Un poderoso terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter sacudió la noche del domingo la zona de frontera entre Irán e Irak y causó más de 400 muertos y casi 7.000 heridos en ambos países. El temblor se produjo en la localidad iraní de Azgale, en la provincia de Kermanshah, a 11 kilómetros de profundidad, según el Centro Sismológico de Irán, y se sintió tanto en Teherán como en Bagdad, así como en lugares distantes como Kuwait.