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No habrá guerra con China por ahora: el ejército de la India se repliega en el Himalaya
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la comunidad internacional respira aliviada

No habrá guerra con China por ahora: el ejército de la India se repliega en el Himalaya

Las tropas indias abandonan la planicie de Doklam tras varias semanas de intensa actividad diplomática entre Nueva Delhi y Pekín. El ministerio de Exteriores chino no confirma un acuerdo

Foto: Soldados chinos custodian el paso de Nathu La, en la frontera con la India en el Himalaya, en julio de 2006. (Reuters)
Soldados chinos custodian el paso de Nathu La, en la frontera con la India en el Himalaya, en julio de 2006. (Reuters)

El resultado ha sido el que venía siendo más probable: la cesión de uno de los dos bandos, en lugar de una guerra entre los dos principales Estados de Asia. Pero eso no ha reducido el alivio de la comunidad internacional al conocerse que el ejército de la India ha decidido retirarse de Doklam, la región del Himalaya al norte de Bután en la que, desde hace 73 días, tropas indias y chinas mantienen un tenso enfrentamiento que, por fortuna, no ha llegado a escalar.

"Se ha acordado la ágil retirada del personal fronterizo en el lugar de la confrontación en Doklam, que ya está teniendo lugar", ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores de la India en un comunicado. Según este país, el repliegue se produce como resultado de una intensa actividad diplomática entre ambos países, que ha permitido desactivar la situación.

Foto: Soldados indios en una base militar en Sikkim, muy cerca de Doklam, en enero de 2009. (Reuters)

Tal y como ya explicó El Confidencial, la crisis estalló el 16 de junio, cuando un centenar de soldados del Ejército Popular de Liberación chino llegaron con excavadoras a la llamada Planicie de Doklam (o Donglang, según China), un área fronteriza entre el Tíbet, el estado indio de Sikkim y el reino de Bután. Su intención era modernizar y extender una carretera ya existente, expandiéndola hacia el interior del valle. Pero casi inmediatamente, una compañía de soldados indios cruzó la frontera y formó una cadena humana para impedir las obras, instando a los chinos a “desistir de cambiar el status quo”. Desde entonces se han producido varios momentos muy tensos, incluyendo una batalla a pedradas el pasado 15 de agosto.

En el origen de este desencuentro está la percepción radicalmente distinta sobre el estatus de Doklam: mientras India lo considera territorio de Bután, China nunca ha reconocido la soberanía butanesa sobre el área. Bután es un pacífico estado de apenas un millón de habitantes que depende del ejército indio para su defensa a raíz de una serie de tratados, de modo que, ante los avances chinos, Nueva Delhi se sintió justificada para penetrar en Doklam y plantarle cara a Pekín, incluso en un tercer país.

placeholder Mapa explicativo sobre el conflicto en Doklam
Mapa explicativo sobre el conflicto en Doklam

Entre otras cosas, India buscaba proteger el llamado Corredor de Siliguri, una franja de apenas 27 kilómetros de anchura en su parte más estrecha que conecta el subcontinente indio con las provincias orientales del país, que rodean Bangladesh. Los estrategas indios consideraron que el control de Doklam por una potencia no aliada suponía un riesgo inaceptable para Siliguri. Aún se desconocen los motivos de la India para dar marcha atrás, pero aparentemente, Pekín podría haber ofrecido garantías al Gobierno indio, lo suficientemente atractivas frente a la otra posibilidad: el estallido de un conflicto armado entre potencias nucleares.

Eso no significa que el desencuentro esté resuelto de forma definitiva. China ha confirmado la retirada india, pero no la existencia de un acuerdo entre ambos países. "La India ha retirado al lado indio de la delimitación a todo el personal y equipo que habían entrado", ha afirmado la portavoz del ministerio de Exteriores chino Hua Chunying. Las tropas fronterizas chinas "continúan patrullando el área" de Doklam, añadió, ya que la parte china "continuará ejerciendo su soberanía y defendiendo su integridad territorial". "A la luz de los cambios de la situación sobre el terreno China realizará los ajustes necesarios en su despliegue", ha asegurado. Esta retórica desafiante puede estar destinada principalmente al consumo interno chino, aunque de momento lo peor de la crisis parece haber pasado ya.

El resultado ha sido el que venía siendo más probable: la cesión de uno de los dos bandos, en lugar de una guerra entre los dos principales Estados de Asia. Pero eso no ha reducido el alivio de la comunidad internacional al conocerse que el ejército de la India ha decidido retirarse de Doklam, la región del Himalaya al norte de Bután en la que, desde hace 73 días, tropas indias y chinas mantienen un tenso enfrentamiento que, por fortuna, no ha llegado a escalar.

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