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Escalada de tensión: Rusia e Irán amenazan a Trump con represalias si ataca Siria
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"EEUU conoce nuestra capacidad de respuesta"

Escalada de tensión: Rusia e Irán amenazan a Trump con represalias si ataca Siria

Los aliados de Damasco cierran filas ante las "inaceptables acciones agresivas" de EEUU, que reitera que podría intervenir con más operaciones y descarta una solución política con Al Asad en el poder

Foto: El presidente de Irán, Hassan Rohaní, durante una ceremonia en Teherán, el 8 de abril de 2017. (EFE)
El presidente de Irán, Hassan Rohaní, durante una ceremonia en Teherán, el 8 de abril de 2017. (EFE)

Rusia e Irán amenazan a Donald Trump​ con represalias si ordena nuevas acciones militares en Siria. Los aliados del régimen de Bashar al Asad cerraron ayer filas ante las "inaceptables acciones agresivas" de Estados Unidos, después del ataque con misiles de crucero del pasado viernes contra una base aérea del ejército sirio. En plena escalada de tensión, la Administración estadounidense reitera que podría volver a intervenir en la guerra si Damasco vuelve a lanzar ataques contra la población civil, como el bombardeo con armas químicas contra el pueblo de Jan Shijún que provocó la reacción de Washington.

La Sala de Operaciones Conjunta de Rusia e Irán en territorio sirio advirtió de que ambos países están listos para responder a cualquier agresión: "EEUU conoce bien nuestras capacidades de respuesta", señaló ayer en un comunicado. El mensaje de apoyo al régimen de Damasco, publicado por la página web del diario gubernamental sirio 'Tishrín', considera que la actuación de EEUU "sobrepasa y ataca la soberanía del pueblo y del Estado de Siria", y crítica que algunos estados y organizaciones hayan tomado el supuesto ataque químico contra Jan Shijún, en el que murieron al menos 86 personas, como pretexto para atacar Siria.

Mientras, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el líder iraní, Hasan Rohaní, reiteraron su condena al ataque de Estados Unidos en una conversación telefónica que mantuvieron a instancias de Teherán. "Ambas partes destacaron que son inaceptables acciones agresivas de EEUU contra un Estado soberano y en contra del derecho internacional. Se pronunciaron por una investigación objetiva e imparcial del incidente con armas químicas del pasado 4 de abril en la provincia de Idleb", señala un comunicado del Kremlin. Los dos líderes también subrayaron la importancia de mantener una estrecha cooperación para impulsar una solución política del conflicto, aunque Rusia e Irán no coinciden respecto al futuro de Al Asad, que cuenta con el apoyo incondicional de Teherán.

El apoyo militar de Rusia e Irán ha permitido a Al Asad imponerse en la guerra civil contra la oposición armada y las facciones islamistas. La intervención ordenada por Putin en septiembre de 2015 destruyó por completo el equilibrio de poderes que hasta entonces había caracterizado el conflicto. Irán, por su parte, no solo mantiene casi 20.000 combatientes en Siria, también financia desde hace tiempo la guerra de Al Asad y ha pagado por las decenas de miles de mercenarios extranjeros iraquíes, libaneses y afganos enviados a la guerra.

Foto: Un misil Tomahawk es disparado desde el USS Porter de la marina estadounidense el 7 de abril de 2017. (Reuters)

¿Habrá nuevos ataques de EEUU?

Mientras, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, declaró que la Administración Trump se plantea intervenir con más operaciones en el país y descartó una solución política mientras Al Asad siga en poder. "No hay ningún tipo de opción para una solución política en Siria si Asad continúa al frente del régimen", sentenció Haley, durante una entrevista a la cadena de televisión CNN.

En el cruce de acusaciones también entró el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, quien culpó al Kremlin, "garante de la destrucción de todo el arsenal químico de Siria", de no haber controlado la destrucción del armamento con que supuestamente Damasco bombardeó el pueblo de Jan Shijún, ubicado en la provincia de Idlib. Rusia fue el encargado de mediar en el acuerdo de la Administración Obama para no atacar a Siria en represalia por la masacre de Guta, un ataque químico contra ese suburbio rebelde de Damasco en el que murieron 355 personas —según cifras de la organización Médicos Sin Fronteras— en agosto de 2013.

Tillerson, que este miércoles ee reunirá con el Gobierno ruso, culpa al Kremlin, "garante de la destrucción de todo el arsenal químico de Siria"

Tillerson, que este miércoles mantendrá las primeras reuniones de alto nivel con el Gobierno de Putin, confía en que el Kremlin no responderá al bombardeo estadounidense, ya que sus tropas no eran objetivo del ataque con misiles de crucero lanzados desde los destructores 'USS Ross' y 'USS Porter', que se realizó de una manera "muy proporcional y precisa".

Que el ataque ordenado por Trump sea una acción militar aislada o el primer capítulo de una intervención de mayor envergadura depende de la reacción de Damasco y de que no se produzcan nuevos bombardeos contra población civil, según la mayoría de analistas. En los últimos meses, el ejército americano ha desplegado más tropas en las proximidades de Raqqa, 'capital' del Estado Islámico en Siria, e intensificado la campaña aérea contra Daesh. Un uso desproporcionado de la fuerza por parte de Al Asad, ahora que la victoria es inminente y que su ejército prepara un gran asalto sobre la provincia rebelde de Idlib, podría desatar una nueva reacción de Washington.

Los líderes republicanos del Congreso y el Senado aplaudieron el pasado viernes la acción militar ordenada por un presidente necesitado de éxitos. Muchos de sus críticos en Washington también han respaldado la decisión de Trump. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Rand Paul, calificó la acción de “apropiada y justa”, y contó con el apoyo de los líderes demócratas de ambas Cámaras. Incluso Hillary Clinton abogó por atacar más bases aéreas de Siria. La crítica llegó, sin embargo, desde las bases más conservadoras del trumpismo. La llamada 'alt-right', o nueva extrema derecha, consideró la operación una traición del presidente a sus votantes, dado que Trump se opuso a una acción contra Al Asad en 2013, cuando Barack Obama lo sopesaba, y durante la campaña insistió en la inutilidad de empantanarse en conflictos como los de Irak y Libia.

Rusia e Irán amenazan a Donald Trump​ con represalias si ordena nuevas acciones militares en Siria. Los aliados del régimen de Bashar al Asad cerraron ayer filas ante las "inaceptables acciones agresivas" de Estados Unidos, después del ataque con misiles de crucero del pasado viernes contra una base aérea del ejército sirio. En plena escalada de tensión, la Administración estadounidense reitera que podría volver a intervenir en la guerra si Damasco vuelve a lanzar ataques contra la población civil, como el bombardeo con armas químicas contra el pueblo de Jan Shijún que provocó la reacción de Washington.

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