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Boris Johnson se retira de la carrera para suceder a Cameron tras la traición de Gove
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GUERRA EN EL BANDO EUROESCÉPTICO

Boris Johnson se retira de la carrera para suceder a Cameron tras la traición de Gove

Se supera cualquier guion shakesperiano: Michael Gove -el actor secundario- se presenta para convertirse en el próximo 'premier', y Boris Johnson -el protagonista- abandona la carrera

Foto: El líder de la campaña pro-Brexit y exalcalde de Londres, Boris Johnson, tras su discurso en Londres, el 30 de junio de 2016. (Reuters)
El líder de la campaña pro-Brexit y exalcalde de Londres, Boris Johnson, tras su discurso en Londres, el 30 de junio de 2016. (Reuters)

Las batallas por los liderazgos siempre han dejado momentos gloriosos en Westminster. Cómo olvidar el pacto de Granita (luego roto) entre Tony Blair y Gordon Brown o la más reciente guerra civil entre los hermanos Ed y David Miliband. Pero en esta ocasión, se supera cualquier guion shakesperiano: Michael Gove -el actor secundario- se presenta para convertirse en el próximo 'premier' y Boris Johnson -el hasta ahora protagonista- abandona la carrera. Inaudito. Claro que en este país uno ya espera cualquier cosa.

Se suponía que Gove iba a dirigir la campaña de Johnson. En el bando euroescéptico se había pactado -supuestamente- este tándem para no mostrar ningún signo de división. Al fin y al cabo, el primero jamás había mostrado ambiciones por el poder y de todos era sabido que el segundo llevaba años soñando con las llaves de Downing Street.

Pero la bofetada con guante blanco ha supuesto el último 'breaking news'. No hay que caer en tópicos ni decir aquello de que una semana en política es un mundo. Pero conviene recordar que este jueves a las siete de la mañana hacía tan solo 168 horas que se abrían las urnas para el histórico referéndum. Desde entonces, Reino Unido ha votado para abandonar la Unión Europea, el 'premier', David Cameron, ha presentado su dimisión, la oposición laborista ha firmado una moción de confianza para echar a su líder, la independentista Nicola Sturgeon ha viajado a Bruselas reclamando el futuro de los escoceses dentro del bloque, y el 'tory' de melena albina que siempre había querido mudarse al Número 10 ni siquiera ha presentado su candidatura.

Lo cierto es que en la democracia más antigua del Viejo Continente nunca ha ganado el candidato más popular. Ni con los conservadores ni con los laboristas. Que le pregunten si no a David Miliband. En el Partido Conservador, concretamente, el dirigente siempre ha salido de la nada.

Un año antes de sus victorias, nadie había señalado nunca a Margaret Thatcher, John Major o William Hague como favoritos. Nadie se esperaba tampoco que David Davis fuera derrotado por un joven advenedizo llamado David Cameron. Por lo tanto, a Johnson todo esto no le ha venido por sorpresa. Siempre fue el popular, el que acaparaba titulares, el ocurrente. No cabe duda de que los euroescépticos se han beneficiado (y mucho) de su verborrea durante la campaña. Pero a la hora de la verdad, el otrora periodista se ha quedado sin apoyos.

Las tensiones entre Johnson y Gove han quedado en evidencia tras la publicación este jueves en 'The Times' de un correo electrónico de la mujer de Gove, Sarah Wine -columnista en el 'Daily Mail'-, donde pedía a su marido que no apoyara al exalcalde sin recibir garantías “específicas”.

Wine cuestionaba la capacidad de Johnson para ser primer ministro y aludía además a las reservas expresadas por el propio Ruper Murdoch a su candidatura. El apoyo del magnate australiano, dueño entre otros de 'The Times' y 'The Sun', siempre ha resultado clave a la hora de posicionar a cualquier político.

Cameron quería llevar a cabo una misión antes de abandonar su cargo: hacer todo lo que estuviera en sus manos para que su sucesor fuera cualquier persona menos el exacalde londinense, enemigo íntimo desde los años universitarios

Al presentar su candidatura, Gove ha recalcado que los británicos han rechazado “la política de toda la vida y quieren otra manera de llevar el país”. “Tenemos grandes retos por delante, pero también grandes oportunidades. Podemos hacer un país más justo y más fuerte”, señaló. “He dicho en repetidas ocasiones que no quiero ser primer ministro. Esa ha sido siempre mi intención. Pero todo lo ocurrido desde el pasado jueves me ha hecho cambiar de opinión”, matizó.

El titular de Justicia reconoce que su intención inicial era formar equipo con Johnson, pero ha llegado a la conclusión de que este último “no puede facilitar el liderazgo que necesita el país o formar el Gobierno que hace falta para esa misión”.

Por su parte, Johnson, que había estado desaparecido desde el viernes, ha señalado que, “dadas las circunstancias”, la persona que se necesita ahora no es él.

Contemplando tal escena, Cameron debe estar regocijándose en su sofá amarillo de Downing Street. Antes de abandonar su cargo en septiembre, el aún 'premier' quería llevar a cabo una misión: hacer todo lo que estuviera en sus manos para que su sucesor fuera cualquier persona menos el exacalde londinense, enemigo íntimo desde los años universitarios.

Sin lugar a dudas, Cameron habría querido pasar el testigo a su mano derecha y fiel aliado, George Osborne, actual ministro del Tesoro. Pero consciente de que tras la implicación de este último en la campaña del referéndum no cuenta ya con ninguna posibilidad, comenzó a mover los hilos para que Theresa May, titular del Interior, fuera la elegida.

Según una encuesta elaborada entre las filas 'tories', May aparecía este jueves como la gran favorita, sacando nueve puntos de ventaja al exalcalde de melena albina. Claro que ahora con la repentina candidatura de Gove -amigo íntimo del 'premier' hasta que comenzaron sus desavenencias en la campaña-, todo puede pasar.

May aparecía este jueves como la gran favorita, sacando nueve puntos de ventaja al exalcalde de melena albina

Al presentar su candidatura, May -que apoyó la permanencia en el club- ha recalcado que el país “necesita un liderazgo fuerte que nos conduzca en este periodo de incertidumbre económica y política y que negocie los mejores términos posibles cuando nos marchemos de la UE”. Así mismo, agregó que no tiene intención de activar el artículo 50 para iniciar el proceso de dos años de divorcio hasta que el Reino Unido tenga clara la estrategia de negociación, posiblemente a finales de año.

También han presentado sus candidaturas el extitular de Defensa Liam Fox, la secretaria de Estado de Energía, Andrea Leadsom, y el ministro de Trabajo y Pensiones, Stephen Crabb.

El llamado Comité 1922 del Partido Conservador supervisará el proceso que culminará con el anuncio del ganador el 9 de septiembre, antes de que del 2 al 5 de octubre empiece en Birmingham el congreso anual de la formación. El nuevo dirigente 'tory', que heredará de Cameron el cargo de primer ministro, deberá unificar a su partido y al país en torno a un proyecto de relación con la UE y con el resto del mundo, teniendo en cuenta el mensaje del pueblo británico, que votó por un 51,9% (frente al 48,1%) a favor de salir del bloque comunitario.

Las batallas por los liderazgos siempre han dejado momentos gloriosos en Westminster. Cómo olvidar el pacto de Granita (luego roto) entre Tony Blair y Gordon Brown o la más reciente guerra civil entre los hermanos Ed y David Miliband. Pero en esta ocasión, se supera cualquier guion shakesperiano: Michael Gove -el actor secundario- se presenta para convertirse en el próximo 'premier' y Boris Johnson -el hasta ahora protagonista- abandona la carrera. Inaudito. Claro que en este país uno ya espera cualquier cosa.

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