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Un Berlusconi contra las cuerdas afronta el veredicto del Parlamento italiano y los mercados
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'IL CAVALIERE' PODRÍA DIMITIR ESTE MARTES

Un Berlusconi contra las cuerdas afronta el veredicto del Parlamento italiano y los mercados

El Gobierno de Silvio Berlusconi podría estar viviendo sus últimas horas después de la enésima jornada de tensión en los mercados, protagonizada esta vez por los

Foto: Un Berlusconi contra las cuerdas afronta el veredicto del Parlamento italiano y los mercados
Un Berlusconi contra las cuerdas afronta el veredicto del Parlamento italiano y los mercados

El Gobierno de Silvio Berlusconi podría estar viviendo sus últimas horas después de la enésima jornada de tensión en los mercados, protagonizada esta vez por los rumores sobre una posible dimisión del premier. Este martes, Il Cavaliere intentará sacar adelante una votación en el Parlamento sobre las cuentas de 2010, al tiempo que solicitará una moción de confianza sobre las medidas anticrisis presentadas a Europa.

Dos diarios cercanos a Berlusconi, Il Foglio y Libero, fueron los encargados de hacer saltar la liebre, asegurando que la dimisión era cuestión de horas. Poco después, el propio Berlusconi llamó a una de estas publicaciones para explicar que no dimitía y declarar “que no sabía de dónde salían los rumores”. "Mañana se votan las Cuentas del Estado en la Cámara. Entonces plantearé una cuestión de confianza sobre la carta presentada ante la Unión Europea y el BCE. Quiero ver la cara a quién intenta traicionarme", afirmó el premier.

Desde la semana pasada, el Pueblo de la Libertad (PDL), partido de Berlusconi, ha visto cómo su ventaja parlamentaria se ha venido reduciendo debido a un goteo continuo de diputados que abandonaban la formación antes de que se hunda el barco. Aun así, todavía confían en que Berlusconi logre parar el golpe. “Estamos contando las últimas ovejas, señaló ayer un senador de este partido al diario digital Linkiesta. Il Cavaliere habría estado intentando convencer uno por uno a los últimos tránsfugas de su partido. Por la tarde, el primer ministro indicó que estaba convencido en ganar en la votación de hoy y que "no estaba pegado al sillón", como quieren que parezca.

Después del desmentido de Il Cavaliere, Il Foglio volvió a la carga asegurando que la dimisión ya no era cuestión de horas, sino que tendría lugar este mismo martes, después de pedir la moción de confianza para aprobar las medidas enviadas a Bruselas. Mientras tanto, el subdirector de Libero también hacía pública una conversación con un supuesto dirigente del PDL que reconocía lo inminente de la dimisión y que incluso llegaba a faltar al respeto a Berlusconi.

Tras una reunión nocturna del PDL en Roma en la noche de este lunes, Berlusconi habría asegurado que esperaría al voto de este martes para decidir su futuro. El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, aseguró tras el vértice que disponían de los apoyos para salir adelante, aunque parece que esto no se conocerá hasta el mismo momento del voto. La prensa italiana apunta incluso a que sus socios de la Liga Norte le habrían pedido que no insistiese en mantenerse en el poder si no tenía suficientes apoyos, asegurándole que darían su visto bueno a un sucesor propuesto por él.

Las tres alternativas más probables

El posberlusconismo baraja varios escenarios para afrontar el abandono del premier en medio del temporal. Entre estas posibilidades destaca la de convocar elecciones en el mes de enero, aunque con esta opción se corre el riesgo de que el ataque de los mercados siguiese hasta la celebración de los comicios.

Las otras dos principales opciones parten de la formación de un nuevo Gobierno. Lo que las separa es el nombre del primer ministro. Existe la posibilidad de que la mano derecha de Berlusconi, Gianni Letta, asuma la jefatura de un Ejecutivo apoyado por la UDC (Unión de Democristianos de Centro, centro-derecha), gran beneficiada por la salida de los diputados del partido gobernante. Otra cara de esta misma moneda, sería este mismo Gobierno de continuidad, pero con otro fiel de Berlusconi, Renato Schifani, a la cabeza. Los problemas parten de la respuesta de los mercados, que podrían interpretarlo como un Ejecutivo de Berlusconi en la sombra.

La otra opción sería la formación de un Ejecutivo técnico liderado por el economista Mario Monti, excomisario europeo de Competencia y responsable de la maximulta contra Microsoft por abuso de la posición dominante y del impedimento de la fusión entre General Electric y Honeywell. Esta opción cuenta con bastantes partidarios, entre ellos la oposición y el presidente de la República, Giorgio Napolitano.

Sin embargo, también existen otros escenarios mucho menos probables. El primero sería un Gobierno de unidad nacional con el apoyo de todas las fuerzas, entre ellas las del principal partido de la oposición, el Partido Democrático, que, sin embargo, requeriría de una improbable entente política, en la que se ha trabajado en las últimas horas. La última posibilidad pasaría por que Berlusconi haya logrado recuperar parte de los apoyos perdidos y saque adelante la votación. Nunca hay que descartar que Il Cavaliere se haya guardado un último as en la manga.

Caos en las bolsas

Tras haber amanecido sobresaltada por una nueva alza de la prima de riesgo, el anuncio de una posible dimisión disparó la Bolsa de Milán. Al principio, cuando se aseguró que la dimisión era cuestión de horas, lo hizo con fuerza, para frenarse después de que el propio Berlusconi desmintiese su salida. Posteriormente, cuando se volvió a insistir, el MIB volvió a números negros. Al final de la sesión, el índice milanés cerró con un aumento del 1,32%, mientras que su prima de riesgo se situaba en los 485,37 puntos.

Bruselas, por su parte, dio una vuelta de tuerca más a la presión, reclamando a Italia más concreción sobre las medidas anticrisis presentadas en una carta a la Unión Europea antes de que finalice la semana. La Comisión Europea reclamó ayer al ministro de Economía, Giulio Tremonti detalles sobre el impacto presupuestario, los planes de acción y su calendario. Por su parte, Olli Rehn, comisario europeo para Asuntos Económicos, pidió a Italia que jugase al catenaccio (estilo defensivo de fútbol típico del Calcio) para reducir su déficit y su deuda.

Las palabras de uno de los posibles sustitutos del premier, Gianni Letta, mano derecha de Berlusconi, tampoco sirvieron para mantener la confianza en el Ejecutivo. “Los compromisos con la Unión Europea continuarán pese a que se cambie el Gobierno”, señaló Letta dejando abierta la interpretación de sus declaraciones.

La puntilla a un Gobierno agonizante

La continua escalada de la prima de riesgo italiana ha agrandado las grietas en el Gobierno Berlusconi. El resultado de este lunes de infarto es la continuación de la crisis surgida a raíz de la aprobación de una carta con medidas anticrisis para Bruselas. Il Cavaliere tuvo que lidiar con sus socios de la Liga Norte para arrancar algunas medidas que fuesen creíbles para los socios comunitarios y los mercados.

Después de haber salvado la crisis in extremis, Berlusconi se presentó en el G-20 de Cannes arrastrando los mismos problemas de credibilidad y con un Gobierno cada vez más debilitado debido al paso de algunos de sus diputados más fieles a las filas de la UDC o del grupo mixto. El Ejecutivo contaría en estos momentos con 306 diputados en la Cámara, lo que lo dejaría bastante por debajo de los 316 escaños en los que se sitúa la mayoría. Por si fuera poco, el propio  Giulio Tremonti, cuya relación con Berlusconi se ha crispado especialmente en los últimos tiempos, le habría pedido que dimitiese antes del lunes por el bien del país, según informó el Financial Times.

Anteriormente, el pasado 14 de octubre, el Gobierno volvió a salvarse en el último momento gracias a una moción de confianza en la Cámara de los Diputados, después de que fracasase una votación para aprobar una previsión del presupuesto. Los test cada vez más frecuentes dejan a Berlusconi tocado, casi hundido, pero aún con posibilidades de resistir un poco más.

El Gobierno de Silvio Berlusconi podría estar viviendo sus últimas horas después de la enésima jornada de tensión en los mercados, protagonizada esta vez por los rumores sobre una posible dimisión del premier. Este martes, Il Cavaliere intentará sacar adelante una votación en el Parlamento sobre las cuentas de 2010, al tiempo que solicitará una moción de confianza sobre las medidas anticrisis presentadas a Europa.

Silvio Berlusconi