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Detectan en Finlandia partículas de yodo radiactivo procedentes de Japón
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NO SUPONEN RIESGO PARA LA SALUD

Detectan en Finlandia partículas de yodo radiactivo procedentes de Japón

La Autoridad de Radiación y Seguridad Nuclear de Finlandia (STUK) anunció este miércoles que se han detectado partículas de yodo radiactivo procedentes de la central nuclear

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Detectan en Finlandia partículas de yodo radiactivo procedentes de Japón

La Autoridad de Radiación y Seguridad Nuclear de Finlandia (STUK) anunció este miércoles que se han detectado partículas de yodo radiactivo procedentes de la central nuclear japonesa de Fukushima en dos estaciones de medición de Helsinki y Rovaniemi (Laponia).

Según la agencia nuclear finlandesa, las cantidades de isótopos de yodo 131 detectadas son tan pequeñas (menos de un milibecquerelio por metro cúbico de aire) que no suponen ningún riesgo para la salud. "La concentración de partículas debería ser al menos un millón de veces mayor para que fuera necesario tomar algún tipo de medida", afirmaron los responsables de STUK en un comunicado.

Los expertos finlandeses en seguridad nuclear creen que la nube radiactiva procedente de la central de Fukushima, dañada el pasado día 11 por el terremoto y posterior tsunami que sacudieron Japón, terminará extendiéndose por todo el hemisferio norte, aunque tendrá un efecto inofensivo para la salud.

Hasta la fecha se han detectado pequeñas cantidades de contaminación radiactiva en Hawai, en varios puntos de la costa oeste de Estados Unidos y Canadá, en Islandia y en Finlandia.

Uno de los trabajadores recibe una alta radiación

Por otra parte, el Organismo Internacional de la Energía Atómica aseguró este miércoles que uno de los trabajadores que ha estado operando en la central nuclear de Fukushima-1 ha recibido una alta dosis de radiación que podría aumentar el riesgo de que sufra cáncer.

El trabajador en cuestión ha recibido cerca de 0,1 sievert, unos 106,3 milisieverts, aunque no ha precisado tratamiento médico. Además de este empleado, otros 18 trabajadores han estado expuestos a radiación desde que comenzaron los problemas en la central tras el terremoto de nueve grados del pasado 11 de marzo, según el organismo con sede en Viena. La dosis media que suele recibir un trabajador de una planta es de 50 milisieverts cada cinco años.

Este límite fue ampliado la semana pasada por el operador de Fukushima, la compañía TEPCO, hasta los 100 milisieverts para los trabajadores de los equipos de emergencia que continúan en la central para evitar que la situación empeore. "Los 0,1 sievert no son ciertamente una dosis baja y el individuo puede tener un mayor riesgo de cáncer en el futuro, por lo que es algo que debe evitarse. Es una dosis alta", ha explicado el alto cargo de la OIEA Graham Andrew en rueda de prensa.

El organismo con sede en Viena ha indicado que las autoridades japonesas le han informado de que dos prefecturas cercanas a la planta, Chiba e Ibaraki, han sido avisada para que controlen el marisco ante la posibilidad de que presente radiación. Andrew ha afirmado que se han detectado altos niveles radioactividad en yodo y cesio cerca de los puntos de descarga de agua de la planta nuclear, "antes de su disolución en el océano". Las propias autoridades japonesas han examinado el agua marina en las inmediaciones de la central y han subrayado que los elevados niveles de radiación detectados no son preocupantes.

Con el objetivo de enfriar los reactores y las piscinas de combustible nuclear usado, los trabajadores han estado inyectando agua en los sistemas de refrigeración de la planta durante los últimos días. Esta operación, según han reconocido las autoridades japonesas, ha provocado que parte del agua lanzada en los reactores haya llegado hasta el mar.

Este miércoles, el reactor tres de la central nuclear registró una nube humo de negro, que obligó a evacuar a los trabajadores de los equipos de emergencia, un incidente del que la OIEA aseguró que no ha sido informada. Andrew explicó que las autoridades japoneses han informado a la OIEA de que los niveles de radiación en la central están disminuyendo y sugirió que el yodo y el cesio radioactivos en las zonas próximas a la planta han aumentado.

Por su parte, el ex alto cargo de la OIEA Olli Heinonen criticó este miércoles la respuesta inicial que dio el organismo internacional tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo y aseguró que proporcionó información escasa e incompleta sobre la situación nuclear en Japón.

La OIEA le respondió que sólo puede proporcionar a sus miembros información si a su vez se la remite Japón. "Creo que nuestra respuesta era la mejor que podíamos dar en estas circunstancia. Estoy sorprendido por escuchar que nos está criticando. Debería entenderlo, creo, por haber trabajado aquí", dijo Andrew, en respuesta a Heinonen.

La Autoridad de Radiación y Seguridad Nuclear de Finlandia (STUK) anunció este miércoles que se han detectado partículas de yodo radiactivo procedentes de la central nuclear japonesa de Fukushima en dos estaciones de medición de Helsinki y Rovaniemi (Laponia).

Según la agencia nuclear finlandesa, las cantidades de isótopos de yodo 131 detectadas son tan pequeñas (menos de un milibecquerelio por metro cúbico de aire) que no suponen ningún riesgo para la salud. "La concentración de partículas debería ser al menos un millón de veces mayor para que fuera necesario tomar algún tipo de medida", afirmaron los responsables de STUK en un comunicado.

Los expertos finlandeses en seguridad nuclear creen que la nube radiactiva procedente de la central de Fukushima, dañada el pasado día 11 por el terremoto y posterior tsunami que sacudieron Japón, terminará extendiéndose por todo el hemisferio norte, aunque tendrá un efecto inofensivo para la salud.

Hasta la fecha se han detectado pequeñas cantidades de contaminación radiactiva en Hawai, en varios puntos de la costa oeste de Estados Unidos y Canadá, en Islandia y en Finlandia.

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