Los socialistas lusos llegan con ventaja a las elecciones a costa de la izquierda

El Partido Socialista portugués cuenta con muchas posibilidades de alzarse con la victoria en las elecciones legislativas de este domingo. La pregunta que se hacen en el país vecino es si José Socrates dispondrá o no de una nueva mayoría absoluta, después de que los últimos sondeos situasen al PS en torno al 40% de los votos, mientras que sus rivales del Partido Social-Demócrata (PSD) de Manuela Ferreira Leite conseguirían cerca del 30%.

La brecha entre ambas formaciones ha ido en aumento esta última semana, lo que contrasta con los sondeos de primera hora, que apenas otorgaban una apurada mayoría relativa a los socialistas de Socrates. La conservadora Ferreira Leite no ha logrado los apoyos que esperaba conseguir con una campaña electoral muy agresiva, en la que apostó por una salida de la crisis protagonizada por las empresas en lugar del Estado, y por enarbolar de nuevo el espantajo del antiespañolismo.

La mejora del PS ha sido posible a costa del detrimento del Bloque de Izquierdas, fuerza que bajaría del 16,2 al 9% de los sufragios, según un sondeo encargado por Diario Económico y por la radio TSF. Las otras fuerzas en discordia, CDS-PP (derecha) y la alianza entre comunistas y verdes llegaría, respectivamente, hasta el 8,2 y el 7,2% de los votos.

En cualquier caso, se ha descartado la formación de un gobierno de gran coalición, al más puro estilo alemán. Esta situación provocaría que si el PS no obtiene la mayoría absoluta serían necesarios largos plazos para sacar al país de la crisis. Por el lado opuesto, la extrema izquierda también descartó una hipotética participación en un gobierno socialista.

Dos perfiles totalmente opuestos

Los dos principales aspirantes muestran vías muy diferenciadas para afrontar los problemas del país. De esta manera, los temas centrales de la campaña electoral han sido los gastos estatales para solventar la crisis y la conexión en AVE entre España y Portugal.

José Socrates después de una campaña electoral cuesta arriba, llega bastante más aliviado de lo que se esperaba. El primer ministro luso, que obtuvo mayoría absoluta en 2005, fue fuertemente criticado por su austeridad presupuestaria y sus reformas estructurales. Sin embargo, ha sabido reponerse, en parte por las antipatías y los escándalos que han afectado a su rival.

Manuela Ferreira Leite, conocida como la ‘Dama de Hierro’ portuguesa, empezó fuerte la campaña, apostando por que las empresas llevasen las riendas de la recuperación económica y también reviviendo un sentimiento antiespañolista. Ferreira Leite llegó a afirmar que Portugal no era una provincia de España y que sus vecinos sólo están interesados en el proyecto del AVE porque les reportaría más fondos comunitarios.

Asimismo, la candidata conservadora ha visto como su partido se veía salpicado por un rocambolesco caso de espionaje en el que se ha visto involucrado el presidente de la República, el también conservador Aníbal Cavaco Silva, que acabó con la destitución de su principal asesor de prensa y hombre de confianza.

A mediados de agosto, el diario luso Público indicó que el Gobierno de Socrates estaba espiando a la presidencia. Un escándalo que volvió a los kioscos el pasado viernes, cuando Diario de Noticias señaló que la fuente que había utilizado Público era el propio asesor de prensa, que habría actuado por orden directa de Cavaco Silva.

A pesar de que el presidente portugués dijo que se pronunciaría sobre el tema después de las elecciones, finalmente destituyó a su asesor este lunes. Un caso que puede significar un varapalo a las aspiraciones de la candidata del PSD.