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El desmantelamiento de una torre de vigilancia militar en el Ulster es la primera respuesta al anuncio del fin de la lucha armada.
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El desmantelamiento de una torre de vigilancia militar en el Ulster es la primera respuesta al anuncio del fin de la lucha armada.

El Gobierno británico inició el viernes el desmantelamiento de una torre de vigilancia militar en el Ulster, un gesto pequeño pero simbólico que se produce en

Foto: El desmantelamiento de una torre de vigilancia militar en el Ulster es la primera respuesta al anuncio del fin de la lucha armada.
El desmantelamiento de una torre de vigilancia militar en el Ulster es la primera respuesta al anuncio del fin de la lucha armada.

El Gobierno británico inició el viernes el desmantelamiento de una torre de vigilancia militar en el Ulster, un gesto pequeño pero simbólico que se produce en respuesta al histórico anuncio del fin de la lucha armada del IRA. Durante los próximos días y meses se esperan más actos de esa naturaleza, tanto por parte de Londres y Dublín, como del movimiento republicano, que el jueves dio un paso importante para sacar del atolladero el proceso de paz en Irlanda del Norte, sumido en una de sus peores y más prolongadas crisis. Después de más de tres décadas de violencia, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) ordenó a sus militantes que depusiesen las armas y persigan sus objetivos, entre ellos la reunificación de la isla de Irlanda, por medios exclusivamente democráticos y pacíficos.

El teniente general Reddy Watt, una las máximas autoridades castrenses británicas en la provincia, explicó hoy: "en vista de los recientes acontecimientos, el jefe de la Policía (norirlandesa, Hugh Orde) y yo hemos decidido que es posible reducir más las medidas de seguridad".

"Puedo anunciar -continuó- que se ha iniciado en el sur de Armagh (condado fronterizo del Ulster) un trabajo preliminar para desmantelar la torre de vigilancia situada en la colina de Sugarloaf".

El Ejecutivo de Londres también ha indicado que publicará próximamente una versión actualizada de su programa de "normalización de las medidas de seguridad", uno de los puntos incluidos en el acuerdo del Viernes Santo (1998) para completar la desmilitarización de la provincia.

Fuentes oficiales añadieron que las autoridades competentes abordarán, además, una reforma de la legislación antiterrorista vigente con vistas a permitir la vuelta de los paramilitares fugados de la Justicia.

Estas medidas han enfurecido a los unionistas, en particular al mayoritario Partido Democrático Unionistas (DUP) del reverendo radical Ian Paisley, que considera que Londres ha reaccionado precipitadamente a las "palabras" del IRA y no a sus "hechos".

El escepticismo unionista está, hasta cierto punto, justificado por la falta de pruebas que demuestren que el IRA ha abandonado o va a abandonar la violencia y sus actividades delictivas, tal y como prometió hace casi ocho años, tras la firma de los acuerdos de paz.

A pesar de las instrucciones de la dirección de la banda, tampoco está claro si los republicanos han reanudado ya sus contactos con el general canadiense John de Chastelain, presidente de la Comisión Internacional Independiente de Desarme (IIDC).

Según apunta el viernes la presa irlandesa, la IIDC, que a petición del IRA ha incluido en su equipo a dos observadores independientes (un clérigo católico y otro protestante), podría confirmar en las próximas 48 horas que la organización ha efectuado un acto de desarme.

Mientras tanto, los Gobiernos británico e irlandés preparan el terreno para analizar la posición de los partidos unionistas tras la declaración del IRA y las perspectivas de sentar en la mesa de negociación a las partes enfrentadas, quizás el próximo otoño o a principios de 2006.

Según el calendario previsto, el IRA podría completar su desarme en septiembre u octubre, cuando la Comisión Internacional de Control (IMC), que supervisa el estado de las treguas de los paramilitares, publicará su informe semestral sobre las actividades de los grupos armados, entre ellos el IRA.

Londres y Dublín han pedido también a la IMC que presente un informe extraordinario en enero de 2006, que servirá para confirmar si las "palabras" de los republicanos han sido realmente corroboradas con "hechos".

El Gobierno británico inició el viernes el desmantelamiento de una torre de vigilancia militar en el Ulster, un gesto pequeño pero simbólico que se produce en respuesta al histórico anuncio del fin de la lucha armada del IRA. Durante los próximos días y meses se esperan más actos de esa naturaleza, tanto por parte de Londres y Dublín, como del movimiento republicano, que el jueves dio un paso importante para sacar del atolladero el proceso de paz en Irlanda del Norte, sumido en una de sus peores y más prolongadas crisis. Después de más de tres décadas de violencia, el Ejército Republicano Irlandés (IRA) ordenó a sus militantes que depusiesen las armas y persigan sus objetivos, entre ellos la reunificación de la isla de Irlanda, por medios exclusivamente democráticos y pacíficos.

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